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Columna
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Atlantic City

Mañana comienza en Canal + la despedida en su quinta temporada de esta serie que va a dejar poso en los espectadores con paladar

Carlos Boyero

El nativo más pintoresco y conmovedor de Atlantic City que he conocido a través del cine recibía el apodo de Pavo Real y lo interpretaba (o lo vivía) el ya casi anciano Burt Lancaster. Presumía de haber sido un tigre en los viejos esplendores de la mafia, de controlar la pomada, de amante incomparable. En realidad siempre fue un fantasma cobardica en posesión de buena planta, pico de oro y capacidad para el autoengaño. El director Louis Malle era tan generoso con su perdedor ancestral que le permitía triunfar al final de la historia. O sea, seducir durante un rato a una mujer joven, hermosa y perdida a la que observaba furtivamente noche a noche mientras que ella lavaba sus pechos. También, enfrentarse y eliminar por primera vez en su vida a dos profesionales del crimen para salvar a una mujer acorralada. El Pavo Real ya podía esperar el ocaso con la sensación de respetarse a sí mismo, de que por fin había demostrado tener lo que hay que tener.

Desde entonces, mis encuentros con esa ciudad del pecado habían sido triviales y olvidables. Hasta la llegada de la apasionante serie Boardwalk Empire, que entre otras cosas suponía el bautizo de Scorsese, símbolo del gran cine, en las antes desdeñadas series de televisión. Ejercía de productor ejecutivo y dirigía el primer capítulo. Pero el invento le pertenece a Terence Winter, un guionista que había sido fundamental en Los Soprano y que se rodea de gran parte del equipo que hizo posible aquel clásico para crear el retrato de una década, que comienza con la Prohibición, en la tarta que supone Atlantic City para la corrupción generalizada, con gangsters y políticos compartiendo negocio, presidida la exuberante cloaca por el poderoso cerebro del tesorero Nucky Thompson, un Bárcenas con clase que sabe todo de todos, el complejo dueño de todas las llaves.

Mañana comienza en Canal + la despedida en su quinta temporada de esta serie que va a dejar poso en los espectadores con paladar. Acabo de ver la cuarta. En dos sesiones. Y ya siento añoranza ante el cierre. Conmovido con el desenlace de uno de mis personajes favoritos, ese sufriente y legal killer que cubre con una máscara el medio rostro que le arrebataron. Estaba cantado. Pero imagino que Nucky sobrevivirá a todos los desastres. Él es así.

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