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MÚSICA

Leon Russell: “Decidí no ser una pieza de la gran maquinaria”

El legendario músico, con seis décadas de trabajos para otros, lanza 'Life journey', un álbum de versiones, y trae por primera vez a España su rock sureño

Leon Russell actúa en septiembre en Madrid y Bilbao.
Leon Russell actúa en septiembre en Madrid y Bilbao.

"Un día delante del televisor, suena el teléfono y resulta ser Elton John, que actuó de telonero mío a principios de los setenta. '¿Podrías escribir algunas canciones para mí?', me dice. Le pregunto de qué tipo y suelta en plan juguetón: 'De hip-hop, baby'. Enseguida convirtió la propuesta en un disco conjunto”. Y sin ningún atisbo de rap, claro, género ajeno a Leon Russell (Tulsa, 1942), el destinatario de la llamada y mago del rock de acento sureño bien empapado de góspel o blues. Un cantante y pianista eternamente admirado por John, aunque Russell lo desconociera ("tampoco él sabía que con mi sello, Shelter, había estado en un tris de ficharlo de joven"), y que debuta en España en directo este mes de septiembre con sendos conciertos en Madrid y Bilbao.

The union, la entente que ambos músicos presentaron en 2010, significó un éxito de crítica y ventas (llegó al número 3 en las listas estadounidenses) y revitalizó sus respectivas carreras. Sobre todo, la de Russell, lejos del primer plano desde los ochenta y afanado en comercializar sus nuevos trabajos solo a través de su página web. "He publicado así ocho o nueve, ganando 18 dólares por copia en lugar del dólar y medio escaso que me llevaba con las majors. Por eso decidí no ser una pieza de la gran maquinaria". Tras la experiencia de The union, este año ha vuelto al redil multinacional con Life journey, un álbum de versiones con big band del que sale más que airoso.

Life journey  es un álbum
de versiones con big band

Russell fue una estrella en los primeros setenta, con especial imán en directo. Pero su prestigio radica aún más en su histórico rol de colaborador (para tocar, componer, arreglar o producir, según el caso) de toda luminaria que se precie: Bob Dylan, los Rolling Stones, Willie Nelson, Eric Clapton, Frank Sinatra. Incluso Jerry Lee Lewis: el músico de Tulsa era adolescente cuando su banda lo acompañó de gira. "Abríamos nosotros y luego él ocupaba mi lugar a la voz y al piano. En dos años, no mantuvimos ni una sola conversación".

A los 14 años, Russell ya actuaba en locales nocturnos de Tulsa. "No había problema porque Oklahoma era un dry state, estaba prohibido vender alcohol [imperó la ley seca hasta 1959]. En cambio sí lo hubo cuando me instalé en Los Ángeles a los 17: cambiaron de portero, me pidió el documento de identidad y, aunque dije que era uno de los músicos, me tuve que largar. ‘Ni aunque fueras Dylan’, me espetó".

En poco tiempo, Russell se convirtió en uno de los sesioneros de élite conocidos en el mundillo californiano como The Wrecking Crew. Fundó su propio estudio en 1967 y, hasta ahora, siempre se había producido él mismo sus discos como solista: en Life journey esas riendas las lleva el veterano Tommy LiPuma. "Antes era contrario porque he trabajado para los 50 o 60 productores más grandes del mundo, y mientras que unos son realmente capaces, otros se limitan a vender humo". ¿Y Phil Spector, a cuyo equipo perteneció? "Podía tenernos 12 horas seguidas grabando la misma canción. Yo también soy algo excéntrico, pero no espero que los demás lo sean", sentencia a la par que se desternilla. En esa reconocida excentricidad está el origen de su icónico look: "Me había dejado crecer el pelo y tenía hora con el peluquero, pero la aplacé por una cita de trabajo en el estudio. No veas qué reacción tan agresiva provocó mi aspecto entre mis compañeros. Ahí fue cuando pensé que el mejor modo de distinguir a mis verdaderos amigos era llevándolo aún más largo".

Soy algo excéntrico,
pero no espero que
los demás lo sean", sentencia Russell mientras se desternilla.

En ese ámbito de las sesiones conoció a Tommy LiPuma: "Hace 45 años. Me asegura que toqué el piano en un disco de The O’Jays que él produjo, pero yo no lo recuerdo. Como después ha dirigido mucho jazz, temía que pudiera estar contaminado para Life journey, pero descubrí que adora el blues tanto como yo". Russell no se identifica con el jazz y tampoco se ve como una country star, pese a sus varias entregas de clásicos vaqueros bajo el personaje que bautizó como Hank Wilson: “En la primera, con músicos de Nashville, tuve que reconvenirles para que tocaran más sucio”.

Su punto de propulsión se llamó Mad dogs and englishmen (1970), la gira que le organizó como director musical a Joe Cocker. Más el correspondiente filme: "Entré invisible en el estreno en Londres y, hora y media después, me sentía observado por tres mil pares de ojos. Se trataba de reproducir los viejos shows colectivos de los pioneros del rock con los que tanto había disfrutado de crío". Lanzado a su fabuloso primer lustro en solitario, participó como figura en el concierto por Bangladesh que organizaron su amigo George Harrison y Ravi Shankar. Sin abandonar su faceta de lugarteniente: "Dylan reaparecía tras el accidente de moto, y se empeñó en que le acompañara, junto a George y Ringo, tocando no el piano sino el bajo, algo que también me pidió para algunos singles [Russell fue el primer productor al que recurrió fuera del staff de Columbia]. Nunca entendí por qué".

Leon Russell actúa el 8 de septiembre en Madrid (teatro Lara) y el 9 en Bilbao (sala BBK).

Big Lips. Leon Russell.

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