Capaldi es el Doctor, uno de cejas enfadadas
La nueva temporada de Doctor Who son buenas noticias para los fans y no tanto para los que querían empezar desde cero con la era de Peter Capaldi. La BBC estrenó el sábado (en España se pudo ver en algunas salas de cine, aunque de momento no se sabe si Syfy lo emitirá y, en caso afirmativo, cuándo) la octava entrega de Doctor Who (desde su renacimiento en 2005, recordemos que la serie cumplió sus bodas de oro en noviembre de 2013). Tras ocho meses de secretismo, fotos filtradas, posibles guiones en la red y mucho hype, Deep Breath, el primer capítulo, no ha defraudado en cuanto a la presentación de la regeneración de su personaje principal, pero se ha centrado más en no perder a los seguidores de siempre con referencias pasadas que en aprovechar para enganchar a nuevos espectadores explicando al personaje histórico. Pero bueno, quedan otros 11 capítulos hasta el especial navideño para intentarlo.
El estreno, escrito por Steven Moffat (productor, dueño y señor de la serie y de sus reglas desde hace ya varias temporadas), tiene muchas referencias a doctores y situaciones anteriores (de la "estupida" bufanda de Tom Baker al wibbly wobbly de David Tennant). Ambientado en el Londres del siglo XIX, el capítulo recupera a ciertos villanos de uno de los mejores episodios del inicio de la época Tennant y comienza a abrir nuevos interrogantes tras todos los que se cerraron en los espectaculares fuegos artificiales que fueron el capítulo especial del 50 aniversario y el especial de Navidad que cerraron la época de Matt Smith. Y uno de esos interrogantes es si este nuevo Doctor tiene un punto más cruel y si es capaz de hacer cosas con más malicia...
El capítulo comienza con las bromas que le gustan a Moffat. Ya en la primera aparición de Capaldi, el Doctor manda callar con un gesto, como si el guionista quisiera cerrar la discusión sobre si el actor escocés es demasiado mayor (Capaldi tiene 56 años, frente a los veintitantos de Smith y los treintaitantos de Tennant) y si atraerá al público jóven. El Doctor también se muestra orgulloso de ser ahora escocés... ah, y Moffat es escocés.... ah, Tennant es escocés, pero tuvo que cambiar su acento. Vuelven también Madame Vastra, Jenny y Strax, cada vez más recurrentes (lo mismo algún día nos "sorprenden" con un spin-off").
La historia contada es una historia clásica de Doctor Who, no destaca especialmente. Lo importante es ver a Capaldi ganarse el puesto con una actuación sobresaliente y una buena química con Clara (Jenna Coleman, que lo mismo deja la serie tras esta temporada, pero no está confirmado), como se demuestra en la escena del restaurante, la que hace que la historia de este episodio termine de arrancar. En los próximos capítulos iremos viendo cómo se fa formando su nueva personalidad, más gruñona ("Soy escocés, puedo quejarme de lo que quiera"), aún más enigmática, con algo de la oscuridad que tenía el personaje en sus inicios... Y sí, confirmado, por momentos da gusto ver al Doctor con algo de la mala leche de su personaje en The thick of it.Capaldi siempre ha tenido las cejas enfadadas, y eso al nuevo Doctor le va a ir de lujo ("son cejas para abrir botellas"). Claro, si Moffat lo permite...
