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No es un juego, es una pasión

Unos 70 niños asistieron al primer día de casting en Madrid de Masterchef Junior

Uno de los platos preparados para el casting de 'MasterChef Júnior'.
Uno de los platos preparados para el casting de 'MasterChef Júnior'.Luis Sevillano

Pablo de Frutos cumplía 12 años ayer, pero no llevó galletitas a los asesores culinarios de MasterChef. Prefirió prepararles tres caracolas de pasta rellenas de tres salsas diferentes. “Una degustación”, decía. Armado con su delantal y una bandana se presentó al primero de dos días de casting en Madrid, junto con otros 70 chicos de entre 8 y 12 años, con la esperanza de que sus habilidades en la cocina lo lleven a convertirse en el segundo MasterChef Junior.

Madrid ha sido la última ciudad que ha visitado la producción del programa que, en su primera edición, se convirtió en una de las revelaciones de la pasada temporada invernal. El show, que emite La 1, ha viajado antes por Barcelona, Bilbao, Málaga y Valencia buscando a 16 niños para la temporada que se empezará a grabar a finales de agosto. Y no eligen a cualquiera. Antes de llegar a las pruebas presenciales, cada aspirante debió demostrar, a través de vídeos y conversaciones telefónicas, su auténtica pasión culinaria. “No buscamos un perfil específico, pero sí que sean autónomos en la cocina. Que puedan empezar y terminar un plato solos, hacer sus propias creaciones”. Esther González es la directora de casting de Shine Iberia, la compañía productora del programa, y cuenta que a su llamado respondieron casi 5.000 niños, de los que seleccionaron a unos 400 para las evaluaciones presenciales.

Brandon y Lucía, junto a sus madres, durante las pruebas.
Brandon y Lucía, junto a sus madres, durante las pruebas.Luis Sevillano

Uno de ellos fue Sergio Sempere, de 12 años, que quiere, al menos, llegar al set. Mientras esperaba fuera del hotel NH Ribera del Manzanares a ser evaluado, aprovechó para encantar a las cámaras. “¡Yo voy a ser MasterChef Junior!”, gritó con todas sus ganas cuando se lo indicó el camarógrafo. A su alrededor todos aplaudieron. Especialmente su madre, que lo grababa con el móvil. “A mí me hace mucha gracia, es muy divertido todo”, dijo ella cuando volvieron juntos a la fila. Sin su ayuda, él preparó unos pimientos rellenos y una ensalada, que luego emplató en 15 minutos, aunque tenía 20 para hacerlo, durante la primera fase de la prueba en la que los chicos debían presentar un plato cocinado en casa.

Marcos, de ocho años, necesitó más tiempo. En lugar de llevarlo todo listo, él prácticamente preparó su tartar de atún con aguacate en el hotel, frente a la mirada de su padre. Paso a paso, mezcló el atún con la ensalada, la adobó con aceite de oliva, picó el aguacate y lo mezcló con un poco de limón y lo montó todo en una pequeña tabla negra al mejor estilo gourmet. Sólo le quedó un minuto para relajarse antes de que González pronunciara el famoso “¡Manos arriba!”.

Los expertos valoraron el sabor, la actitud y la presentación

Hasta ese momento todavía disfrutaban de la compañía de un padre. A partir de ahí se quedaban solos con su plato y su talento, esperando la evaluación de los profesionales. La madre de Sara Alonso, de nueve años, le dio un sonoro beso antes de partir y dejarla con su merluza a la sidra. “Esto es por ella. A ver qué tal lo pasa... Al menos tendrá algo que contar cuando termine”, dijo sobre su pequeña, que de vez en cuando prepara la cena en casa.

Además de probarlos, los expertos también se fijaron en la actitud de los pequeños cocineros, el modo en el que manejaban su plato y la presentación. Uno de los jueces, Alejandro Alcántara, se sorprendió al ver el plato de Julio, de nueve años, que presentó su postre en una maceta. “Impresiona, pero ya veremos cuáles son los que tienen mejor sabor”, dijo, antes de empezar a probarlos.

Poco a poco se fue reduciendo el grupo. Los seleccionados en esa fase cocinaron luego un plato único para los chefs con un ingrediente sorpresa, y al terminar, solo unos pocos afortunados recibieron sus cucharas de madera (versión mini), símbolo de una preselección oficial. Ahora deberán esperar a ser convocados a una última evaluación en Madrid, a la que también asistirán los elegidos en el resto de las ciudades. “Deberán cocinar de nuevo y habrá otra entrevista. Luego ya sabrán cuáles son los elegidos”, explicó González, que aún no puede confirmar la fecha de estreno de la nueva temporada. Este jueves los seleccionadores verán al último grupo de cocineros de Madrid, en el que aún podría estar el próximo Masterchef Junior.

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