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El ojo que vigila la tele

La Comisión de la Competencia obliga a las cadenas a alterar las parrillas para proteger a los menores

Rosario G. Gómez

Es omnipresente y su capacidad para vigilar la televisión no tiene límite. Desde su creación, hace nueve meses, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha mirado con lupa y sin descanso las cadenas españolas. El organismo regulador inspecciona la parrilla para que no se emitan espacios de adultos en el horario infantil, controla que no inunden la pantalla con más publicidad de la permitida y vela para que los cortes de las películas se realicen correctamente.

Estos exámenes obligaron a Mediaset a dejar de emitir en la franja de tarde de FDF la serie Terapia con Charlie y a reubicar en Energy el concurso Crónicas carnívoras. En el primer caso, la comisión consideraba que los diálogos, las escenas y el lenguaje podían ser perjudiciales para los menores; en el segundo, entendía que el objeto del formato —competir para ingerir enormes cantidades de comida— podía crear “conductas imitativas” o “incitar a pautas de comportamiento no adecuadas para los adolescentes”.

Ambos programas saltaron de la franja de especial protección infantil (de 17.00 a 20.00) so pena de una cuantiosa sanción. Lo mismo le ocurrió Dos hombres y medio, que se emitía en Neox. Antena 3 calificó la serie como “apta para todos los públicos”, pero la comisión elevó el techo a mayores de 13 años. A la hora de calificar las series y películas compradas en el exterior, las televisiones siguen los criterios del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), que a veces no coinciden con los de la comisión.

Tampoco Mujeres y hombres y viceversa, un formato de búsqueda de pareja de Telecinco, es idóneo para los niños. “Presenta contenidos en los que se muestran situaciones de violencia injustificada y gratuita” y “aparecen relaciones con insinuaciones procaces”, sentencia la comisión, que instó a La Siete a levantarlo de la parrilla de tarde. Un dictamen que no vino solo. La resolución llevaba aparejada varias sanciones que rozaban los 500.000 euros. Mediaset invocaba en su defensa que el programa no era perjudicial para menores de 13 años y apelaba a la libertad de expresión y comunicación.

'Dos hombres y medio'.
'Dos hombres y medio'.

Los mismos argumentos empleó para defender la telecomedia La que se avecina, uno de los formatos que han sido escrutados más a fondo. No tanto por su emisión en Telecinco como por su redifusión en FDF. En este canal, la serie se ofrecía en horario de especial protección infantil. Algunos de los capítulos analizados (con títulos tan expresivos como ‘Una cabra, cinco leones y un presidente con un pavo en la cabeza’, o ‘Un viaje, un payaso un geriátrico en el ático’) son “inadecuados” para los menores de 13 años. Además de albergar comportamientos incívicos y actitudes sexistas, carecen de “contenido informativo o educativo” para el público infantil. Mediaset alegó que la serie utiliza un lenguaje coloquial y expresiones de uso común. Pero la CNMC zanjó el asunto con tres sanciones en diciembre de 2013, que en conjunto superaban los 800.000 euros. Parte de la cuantía de las multas varía en función del número de espectadores. Uno de los capítulos cuestionados fue seguido nada menos que por 59.000 menores.

Atresmedia no se ha librado de las sanciones (400.000 euros en total). La cadena consideraba que el programa Mil maneras de morir (a su paso por Xplora) no era apto para menores de 13 años, pero la CNMC observó que tampoco debían verlo los menores de 18 porque presenta “violencia física” de forma explícita con “resultados manifiestos de lesiones y muerte de personas” y hace “una descripción minuciosa de torturas”. Así pues, acordó una multa de 338.000 euros. Empeños a lo bestia, que difundía la extinta Xplora, tuvo asimismo que mudar de horario de emisión por similares motivos.

La comisión examina los programas cuando recibe quejas de las asociaciones de telespectadores y en otras ocasiones actúa de oficio. Aunque también son frecuentes las denuncias de las propias televisiones. El 20 de junio de 2013, Atresmedia presentó un escrito en la subdirección general de Contenidos de la Sociedad de la Información contra El programa de Ana Rosa (de su competidora Telecinco) por haber emitido un reportaje sobre mafias de la prostitución en la Colonia Marconi de Madrid. Siete días después, Mediaset denunció a Espejo público (Antena 3 ) por imágenes que ilustraban la prostitución de jóvenes universitarias como mecanismo para salir de la crisis. La CNMC abrió sendos expedientes sancionadores. Además, Mediaset actuó contra varios capítulos de la serie de Antena 3 Física o química —por su redifusión en Neox en horario infantil— porque los personajes consumían drogas. Otro expediente.

Al margen de los programas, la CNMC vigila al segundo la publicidad. Ha advertido a las grandes cadenas por rebasar el tiempo máximo de anuncios que contempla la ley (12 minutos por hora) y ha llamado la atención a Atresmedia y a Mediaset por cortar abruptamente las series y las películas para dar paso a la publicidad. Estas interrupciones salvajes se producen generalmente en los segundos canales (Energy, Divinity, Neox, Nova) y afectan a series como Castle, CSI Nueva York, Anatomía de Grey, El mentalista o Los Simpsons) y es consecuencia de la llamada pauta única: emitir los mismos bloques publicitarios simultáneamente en varios canales para captar un amplio abanico de público. En el caso de Paramount Channel (canal cinematográfico que emite en Net TV), la comisión ha detectado que no se respeta el número máximo de cortes en las películas (una vez por cada periodo de 30 minutos).

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