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Ruby Dee, actriz y puntal de los derechos civiles

En activo desde los años cuarenta, era una de las caras más conocidas de la lucha por la emancipación negra en EE UU

Gregorio Belinchón
Ruby Dee, en 1961, cuando rodó 'Un lunar en el sol'.
Ruby Dee, en 1961, cuando rodó 'Un lunar en el sol'.Jerry Tavin/Everett Collection Everett/Cordon Press

Estados Unidos ha perdido en menos de un mes a dos de sus faros del activismo social, a dos fajadoras de los derechos civiles. Hace menos de un mes la nación lloró la muerte de Maya Angelou. El miércoles pasado el fallecimiento a los 91 años de Ruby Dee, actriz, poetisa, periodista y dramaturga. La lucha de Dee y de su marido, el también actor Ossie Davis, duró más de medio siglo y fue tan intensa que durante un tiempo se les conoció como “la primera pareja” de los derechos civiles. Ambos no solo se implicaron en todo tipo de luchas, grandes y pequeñas, sino que, por ejemplo, fueron los presentadores del acto que cerró, en agosto de 1963, la Marcha sobre Washington por el Trabajo y la Libertad, evento que cerró Martin Luther King con su famoso discurso Tengo un sueño. Aún en 1999 el matrimonio fue detenido en una manifestación contra la brutalidad policial en Nueva York.

Ruby Ann Wallace nació en Cleveland en 1922. Tercera hija de una pareja de adolescentes, se crió en el Harlem neoyorquino con su padre, camarero de ferrocarriles, y su segunda esposa, y por tanto madrastra de Dee, una profesora once años mayor que su esposo y que fue quien inculcó el amor a la poesía y a la música a Dee. Aunque desde pequeña quiso actuar, no pisó el club de teatro de su instituto cuando rechazaron su posible participación en alguna obra “porque no hay papeles para camareras”. Dee ni siquiera se acercó a ver alguna representación. La aspirante a actriz ya era de armas tomar y se metió en varias peleas defendiendo lo que creía justo.

Dee se graduó en el Hunter College en lenguas romances —de ahí que supiera francés y español— mientras empezaba a actuar y escribía poesía. Fue entonces cuando se casó por primera vez, con un cantante de blues llamado Frankie Dee Brown, del que Ruby conservó su apellido al divorciarse cuatro años después.

Poco a poco fue encontrando su camino. Primero en el American Negro Theatre, una compañía cuya sede estaba en el sótano de la sucursal en Harlem de la Biblioteca Pública de Nueva York, y en la que coincidió con Sidney Poitier o Harry Belafonte. En 1946 debutó en el cine con The man of mine, el mismo año en el que actuó en Broadway en una obra titulada Jeb, sobre un soldado negro que tras perder una pierna durante la II Guerra Mundial vuelve a su pueblo, donde debe encarar un racismo creciente. Dee encarnaba a su abnegada novia, mientras que Davis se hacía cargo del papel protagonista. Dos años después se casaron y el matrimonio duró hasta la muerte de Davis en 2005.

En 1950 se labró cierto nombre con su actuación en la película La historia de Jackie Robinson, la biografía del primer jugador de béisbol negro que participó en las ligas mayores de este deporte. Durante esa década Dee consolidó su prestigio en los escenarios y en su camino se cruzó A raisin in the sun (en España su versión fílmica se estrenó como Un lunar en el sol). La intérprete participó en las 530 representaciones de este drama en Broadway —el primero escrito por una dramaturga negra, Lorraine Hansberry, que llegaba a la meca del teatro—, en el que se contaba la historia de una familia afroamericana de tres generaciones en Chicago, y en 1961 repitió el papel en su adaptación al cine, como casi todo su reparto, empezando por Sidney Poitier. En 1965 se convirtió en la primera afroamericana en protagonizar alguno de los montajes teatrales del American Shakespeare Festival y tres años más tarde también fue la primera actriz negra en tener un personaje fijo en una serie de televisión en prime time, Peyton Place. Fueron también tiempos de protestas: Davis y Dee hablaron contra la ejecución, acusados de espionaje, del matrimonio Rosenberg; contra las persecuciones del senador McCarthy... contra cualquier acto racista que ocurriera en Estados Unidos, participando, por ejemplo, en protestas contra los teatros que no admitían actores negros.

Su carrera en cine resurgió en los noventa de la mano de Spike Lee: en un tuit, Michelle Obama recordó, tras la muerte de Dee, que en su primera cita con su marido fueron a ver Haz lo que debas. En 2007, a los 83 años, fue candidata al Oscar a la mejor actriz de reparto por su personaje de mater amantisima del mafioso encarnado por Denzel Washington en American gangster.

En el currículo de la actriz hay premios teatrales, televisivos (incluido un Emmy) y cinematográficos. Hasta un Grammy logró Dee: lo obtuvo por el audiolibro de su biografía With Ossie and Ruby: in this life together, pero son aún más los galardones por su activismo y su participación en cualquier asociación que luchara en contra de la discriminación racial. Puede que en el cine solo hiciera papeles secundarios, pero en la vida real fue protagonista y motor del cambio en EE UU del siglo XX.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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