Virginia Luque, ‘La Estrella de Buenos Aires’

Virginia Luque, apodada La Estrella de Buenos Aires, una de las más emblemáticas cantantes de tango de Argentina, falleció el pasado martes en su ciudad natal a los 86 años. Ella se definía como una "actriz que canta" y de hecho comenzó su carrera artística en el teatro y la continuó en más de 30 películas. Además, a la hora de convertirse en cancionista, como se decía en la Argentina tanguera de la década del 40, ella siempre interpretó personajes en cada tema. Su última grabación quedó registrada en el disco Café de los maestros, que en 2005 en el Teatro Colón reunió a las glorias del tango de la época dorada del género de los 40 y 50. Aquella producción quedó inmortalizada en el extraordinario documental del mismo nombre que dirigió Miguel Kohan y en la que el músico Gustavo Santaolalla participó como guionista y productor.

Luque había nacido en la capital argentina el 4 de octubre de 1927 bajo el nombre de Violeta Mabel Domínguez. Creció en el barrio tanguero del Abasto. El patrón de su padre, que trabajaba en una sastrería, le comentó que una obra de teatro necesitaba a una niña y entonces Violeta se presentó. Desde entonces nunca más se bajó de los escenarios. A los 16 años, ya bajo el nombre artístico de Virginia Luque, debutó con un papel secundario en el cine, en La guerra la gano yo, de Francisco Mugica. En 1949, a los 22 años, actuó en Un tropezón cualquier da en la vida, en la que aparecía también el tanguero Alberto Castillo, e hizo su primer protagónico en La historia del tango, de Manuel Romero. En 1951, Romero la inmortalizó en El patio de la morocha. Cinco años más tarde protagonizó Sangre y acero, de Lucas Demare.

En el cine se hizo famosa aquella gran cantante de tangos que al principio de su carrera combinaba la música porteña con los boleros, los cuplés y algunas canciones españolas. Pero apostó todo al tango cuando la cantante Azucena Maizaini le aconsejó dejar los otros géneros, y así fue que se convirtió en su sucesora. Grabó 14 discos, tres de ellos en España y uno en Israel, algunos bajo la dirección de grandes maestros del tango como Atilio Stampone, Roberto Pansera y Osvaldo Requena. El poeta Julián Centeya le dedicó Virginia de Buenos Aires. En los 70 y 80, cuando el tango retrocedía en popularidad en Argentina pero se conservaba en celebrados programas de televisión, Luque siguió brillando en ellos, como en Grandes valores del tango.

Casada primero con el actor Reynaldo Mompel y después con Lionel Godoy, que conduce un programa en la radio tanguera La 2X4 y con quien tuvo a su hija Virginia, alias Bimbo, actriz y humorista, La Estrella de Buenos Aires grabó en 2005 Café de los Maestros, producido por Santaolalla y Gustavo Mozzi. De la obra participaron otros grandes cantantes y músicos de tango mayores de 70 años. Allí estaban Alberto Podestá, Stampone, Horacio Salgán, Leopoldo Federico y Mariano Mores, entre otros. "Nunca he dejado de lado a la actriz que fui en un comienzo, por eso para mí los personajes de las canciones son siempre diferentes. Cada obra necesita ser estudiada, investigada, ensayada. Cada canción es un personaje, o si se quiere un monólogo, y los he encarado a partir de que se trata, sin duda, de un texto teatral y de la actriz que soy", decía Luque.