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El último desembarco germano

El martes arranca la 16ª edición del Festival de Cine Alemán, un clásico de la capital Inaugura la ganadora del Oscar Caroline Link, que estrena su última película, ‘Exit Marrakech’

Gregorio Belinchón
Samuel Scheider y Ulrich Tukur (derecha), en una imagen de 'Exit Marrakech'.
Samuel Scheider y Ulrich Tukur (derecha), en una imagen de 'Exit Marrakech'.

En el cine, la familia no es solo el típico topicazo siciliano para que Vito Corleone se marque discursos en defensa de los suyos. Es, también, el corazón de la obra de multitud de creadores, de autores de cualquier parte del mundo. “Es el epicentro de nuestra vida, la mínima división celular de nuestras relaciones y, desde luego, sirve como reflejo de una estructura superior: la sociedad”, cuenta la alemana Caroline Link (Bad Nauheim, 1964), otra autora que ha labrado su carrera como cirujana audiovisual de la familia. La cineasta es una de las poquísimas directoras que ha ganado el Oscar: en la categoría de película de habla no inglesa solo lo han logrado la holandesa Marleen Gorris (en 1995 por Antonia), Link por En algún lugar de África en 2002 y la danesa Susanne Bier por En un mundo mejoren 2010. “¡Cómo! ¿No fui la primera? Pues sí que me enteré yo bien...”. Tiene excusa: no acudió a la ceremonia al estar su hija de dos años hospitalizada.

Un director de 81 años

Entre las curiosidades que encierra el cine alemán se mostrará la última película de Edgar Reitz Otra Heimat - crónica de una visión. Reitz se mantiene en activo a sus 81 años y casi sesenta de carrera. Y ahora entrega la precuela de su serie Heimat, su gigantesca saga televisiva compuesta por 39 episodios y 52 horas en las que recorría un siglo entero, el XX, a través del día a día de la familia Simon. Otra Heimat - crónica de una visión es el origen de esta saga, 230 minutos en color y en blanco y negro, pensada especialmente para el cine, y que tendrá distribución comercial en España. Reitz fue uno de los firmantes en 1962 del Manifiesto de Oberhausen, junto a Herbert Vesely, Haro Senft, Raimond Ruehl y Franz-Josef Spieker, que habían fundado el Grupo de Múnich. En ese Manifiesto, los cineastas defendían la lucha contra el cine más convencional, que en aquellos años marcaba la industria de su país, y su apuesta por la experimentación bajo el lema "El viejo cine está muerto. Nosotros creemos en el nuevo cine". Así empezó en Alemania a tener éxito la figura del auteur tal y como hoy la conocemos: la del cineasta por encima de la dictadura de la taquilla. Con el tiempo Reitz entendió que solo en la televisión podría desarrollar su épica y su mezcla de poesía y narrativa, y así nació, en 1984, la trilogía de series Heimat.

Su carrera prosiguió y su último trabajo, Exit Marrakech, sirve como inauguración el próximo martes 10 de la 16ª edición del Festival de Cine Alemán, uno de los de más soleras de la capital, y que hasta el sábado 14 repasa lo último de la temporada cinematográfica germana. Comedias como Fack ju Göthe, de Bora Dagtekin (Turco para principiantes), que ha vendido más de siete millones de entradas en su país; thrillers como Banklady, de Christian Alvart, de vuelta de Hollywood tras Expediente 39 y Pandorum; un ejemplo de música-ficción como Dear Courtney, de Rolf Roring; o películas de debutantes como Wolfskinder, de Rick Ostermann.

Pero uno de los dos platos fuertes es la presencia de Link que acompañará la proyección, durante la ceremonia de apertura, de Exit Marrakech. Link ahonda en la difícil relación entre un estudiante y su padre, un director de escena, con el que va a pasar sus vacaciones en Marraquech, ya que allí su progenitor va a estrenar su último montaje teatral. En Marruecos el chaval disfrutará de su iniciación sexual e intentará cerrar la herida sentimental que le separa de su padre. “Busqué un sitio remoto”, cuenta Link por teléfono, “en el que el protagonista no se sintiera seguro, en el que no pudiera controlar lo que le rodea y que por tanto tuviera que trabajar en la conexión con su padre”. Link conoce bien el país... y por supuesto las familias: “El reto era hablar de la incomunicación entre estos dos personajes y no repetirme. En mi caso me rodean en mi familia y como hijos de mis amistades bastantes adolescentes, así que sé muy bien lo que es el choque comunicativo [risas]. En Alemania hay un montón de chavales que crecen sin ver mucho a sus padres, que no tienen esa figura cercana. Sí, les crían mujeres fuertes, decididas, pero les faltan piezas para completar su puzzle sobre lo que son y lo que quieren ser. Al final un padre es algo más que un proveedor de material genético”.

Cansada un poco de este recorrido, el próximo trabajo de Link abandona la familia y vira hacia el drama sentimental: “Se centrará en la relación entre un hombre maduro y una chica más joven. Espero no tardar otros cinco años en rodar, pasa mucho tiempo entre cada una de mis películas”.

En lo últimos años, el cine alemán no pasa por sus mejores momentos. Sigue siendo prolífico, pero no alcanza la calidad de hace décadas. La sección Oficial de la última Berlinale era un buen ejemplo de muchos títulos con poca chicha. “¿Quién dice qué es bueno? ¿Quién dice qué es malo? Es un término relativo. Hoy tenemos muchas y muy distintas tendencias en nuestra industria: películas taquilleras, de autor —como las de la Escuela de Berlín que buscan la pureza del filme, sin música ni casi sonido, con imágenes potentes—... El mayor reto para un cineasta es conectar con el público haciendo su mejor trabajo. Y en toda Europa es una lucha compleja. En Alemania, como sospecho ocurre en España, los taquillazos son comedias y películas infantiles, y los trabajos más complejos, dramas o títulos de autor, no logran tantos éxitos”.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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