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Crítica | 'Post tenebras lux'
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El diablo en el cuerpo

'Post tenebras lux', la película más áspera y radical de un director que se ha forjado equilibrando ambición y provocación

Fotograma de 'Post tenebras lux', el nuevo film de Carlos Reygadas.
Fotograma de 'Post tenebras lux', el nuevo film de Carlos Reygadas.

Las primeras imágenes de Post Tenebras Lux —cuarto largometraje de Carlos Reygadas, premio a la mejor dirección en el Festival de Cannes de 2012— dejan claro que la experiencia va a ser intensa y difícil de olvidar. En el formato académico de pantalla (1:33), con lentes que enfocan la parte central de la imagen y difuminan y distorsionan el marco, la cámara muestra a la propia hija del director, Rut, en medio de un prado, rodeada de vacas, perros y caballos, entre lo domesticado y lo salvaje, que rodean su conmovedora fragilidad, mientras el día se va diluyendo en la noche y empieza a sonar la obertura de una tormenta. Es un prólogo deslumbrante, que muestra a un cineasta en pleno control de su lenguaje para transmitir un repertorio de sensaciones que van del deslumbramiento al desamparo, de lo extático a lo amenazante: el ojo de Reygadas nos coloca a la intemperie, sin asideros. Y así va a estar el espectador durante todo el metraje de Post Tenebras Lux, la película más áspera y radical de un director que ha forjado su identidad equilibrando alta ambición artística y conceptual con un impenitente espíritu de agente provocador.

Las problemáticas y, a menudo, condescendientes interacciones de una familia acomodada recién instalada en la zona rural de Tepoztlán sirven de hilo conductor a una serie de secuencias que reclaman, a veces rabiosamente, su autonomía del conjunto. Los sueños, deseos, miedos y cábalas futuras adquieren el mismo rango jerárquico que el presente y la estricta realidad de los personajes en esta apuesta por la fuerza reveladora del inconsciente que repudia toda lectura frontal y unívoca. Rodada en su propia casa, con sus propios hijos, la película parece un exorcismo personal, aunque el cineasta niega que el arquitecto adicto a la pornografía internáutica y proclive a accesos de maltrato animal que protagoniza la película sea su contrafigura o alter ego.

Entre lo desconcertante —el demonio digital recorriendo los pasillos de una casa—, lo casi documental —una reunión de Alcohólicos Anónimos— y el número de alto riesgo —esa orgía en una sauna swinger que culmina en elevación espiritual—, Post Tenebras Lux construye un discurso sobre la pérdida de la inocencia y el colapso de significado que no pone las cosas fáciles al espectador, pero parece dejar claro que la vida adulta no es otra cosa que una infancia —o una sostenida inmadurez— con el diablo en el cuerpo.

POST TENEBRAS LUX

Dirección: Carlos Reygadas.

Intérpretes: Adolfo Jiménez Castro, Nathalia Acevedo, Rut Reygadas, Eleazar Reygadas, Willebaldo Torres.

Género: drama. México, 2012.

Duración: 105 minutos.

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