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El horror vive en tu casa, nene

El juego independiente 'Among the sleep' plantea vivir una historia de terror como un bebé Sus creadores, unos jóvenes noruegos, lograron recaudar 180.000 euros por 'crowdfunding'

Ilustración de 'Among the sleep', 'indie game' noruego de horror.
Ilustración de 'Among the sleep', 'indie game' noruego de horror.

Todo es enorme. El móvil de figuritas que gira sobre la cuna. El osito de peluche, un semejante de felpa al que abrazar en la noche. Cada estantería, cada lámpara, cada puerta, cada silla. La lavadora, un gigante quijotesco que brama en la oscuridad. Y ya no digamos un adulto. Sobre todo cuando ese adulto no es ni papá ni mamá. En este mundo de inmensas dimensiones a través de los ojos de un bebé de dos años se juega Among the sleep, un indie game del equipo noruego Krillbite Studio que debutará para ordenador el próximo 29 de mayo (un mes después lo hará en Playstation 4) y que lleva causando sensación desde su espectacular campaña de Kickstarter, que recaudó más de 180.000 euros y consiguió millones de visionados en Youtube.

Gran parte de la culpa la tiene la idea en sí, vivir una aventura de horror a gatas o con el inestable paso de un infante, sin ningún tipo de arma con la que defenderse de las inquietantes criaturas que parecen haberse apoderado de su hogar. La idea se le vino a Anders Ugland (Larvik, 1988) hace "muchos años", sin que tenga claro el dónde, el cómo y el cuándo, pero sí el qué con total nitidez: "Fue una tarde y lo que recuerdo perfectamente es la imagen: Un niño escapando de un monstruo. Pero visto en primera persona. Me pareció una idea visual potentísima. Algo que querría ver rodado en una peli. Pero como creo que los videojuegos son el medio artístico más interesante, era natural pensar en cómo hacer de esto una experiencia jugable". Y de ahí a liar, primero a tiempo parcial, y luego en cuerpo y alma, a otros 10 veintiañeros noruegos compañeros de universidad durante tres años y medio.

El escudo de la polémica: el arte

Krillbite sabía a lo que se exponía cuando lanzó su juego de horror protagonizado por un niño de dos años. Las críticas por someter a un bebé a los horrores de une experiencia tan oscura se dejaron notar. Y en respuesta, Adrian Tingstad (Trodheim, 1988), relaciones públicas de Krillbite, firmó Sobre la controversia de Among the sleep y el papel de los videojuegos, 2000 y pico palabras de análisis y atrevimiento dando cuenta de los tópicos asumidos contra el medio y de los defectos que a su juicio arrasta la industria más generalista:

"Actualmente, la industria es un circo especulativos en la que muchas funciones merecen ser canceladas. Los que gritan más normalmente tienen como único objetivo los beneficios (literalmente). Otros continúan usando la provocación de baratillo y el mal gusto para llamar la atención. Estas son tendencias que influyen y perturban la percepción de la opinión pública sobre qué son los videojuegos y qué pueden llegar a ser".

Al hablar de esto, Tingstad es tan radical como por escrito en su defensa del medio y de su capacidad para abordar cualquier temática como un arte más : "No veo ninguna razón por la que los videojuegos no puedan hablar de temas serios u oscuros como el cómic o la literatura. Es muy fácil asumir esa percepción general de que esto solo sirve para entretener, porque está en boca de todos. Pero, por supuesto, pueden usarse para lo que uno quiera contar. No hay límites".

La experiencia física es esencial en Among the sleep. Como uno siendo bebé mide lo que mide, y se mueve como se mueve, hay que sacar partido a la picaresca. Por ejemplo, en su demo —fragmento del juego habitualmente gratuito para probar la experiencia—, inmediatamente uno se encuentra conque no puede alcanzar la manija de una puerta. ¿Solución? Coger una silla y subirse a ella. Más imaginativo hay que ser para subirse a la encimera de la cocina: los cajones, abiertos a diferente hondura, se convierten en escaleras. "Es el núcleo de toda la mecánica del juego. La idea es que te enfrentes al miedo con alguien que tiene limitaciones físicas. Y sin poder defenderte". Lo máximo que puede hacer el pobre crío es abrazarse a su parlanchín y algo siniestro osito, que brilla en la oscuridad.

Sentir todo lo que puede ofrecer el juego va más allá de las dos dimensiones del monitor. Among the sleep es uno de los primeros juegos específicamente pensados para el Oculus rift, esa revolución de la realidad virtual (recientemente comprada por Facebook por más de 1.450 millones de euros) que llegará a finales de año a un precio de unos 250 euros y que también es otro bombazo del crowdfunding (se quedó cerca de los dos millones de euros). Oculus simula la visión estereoscópica, ofreciendo dos imágenes para cada ojo que permiten emular la percepción de profundidad y volumen. Además, un sistema de control de movimiento permite que un jugador de Oculus esté, en 360º, dentro del mundo virtual: "Sé que suena a publicidad siendo el programador. Pero, después de probarlo miles de veces, no puedo dejar de sorprenderme cuando entro en Oculus miro a mis pies y veo el pijama del niño", confiesa Ugland.

Pero Among the sleep no aspira a quedarse en una experiencia terrorífica a un nivel visceral. También quiere contar una historia con un referente literario muy claro en la cabeza: La Alicia de Lewis Carroll. "Ese será el tono en todo el juego. Pero no solo en que haya fantasía. Sino en que esa fantasía es una interpretación, una metáfora, de lo real. Sin que fastidiemos a nadie el final con un spoiler, el desenlace obligará a reinterpretar toda la historia", explica Ugland. Tras las tres horas de experiencia que ofrecerá el juego (por 20 dólares, algo menos de 15 euros), sus creadores aseguran que una segunda partida desvelará todas las pistas que revelan lo real bajo lo fantástico. En la demo ya se intuyen estos detalles, como los dibujos infantiles en el cuarto del bebé, en el que se advierte que el chico quiere mucho a su madre, pero poco sabemos de su padre.

El norte de Europa está siendo uno de los corazones más vigorosos de la nueva ola indie en el videojuego. El mayor éxito de la historia del sector independiente y uno de los mayores en general de la industria, Minecraft y sus casi 50 millones de copias vendidas, lleva firma sueca, la del equipo Mojang. Títulos como The swapper, Troll vs vikings o el propio Among the sleep despuntan en el sector independiente en atención del público y de la crítica. Los desarrolladores tienen un apoyo gubernamental que ha permitido financiar por ejemplo buena parte del millón de euros que ha costado Among the sleep. Llevan cuatro años con uno de los encuentros de la industria más relevantes de Europa, Nordic Game. Y sobre todo cuentan unos creadores que, como Anders Ungland, están completamente convencidos de que es el momento de hacer arte y dinero con el videojuego: "Para mí no hay ninguna duda. Ni marcha atrás. A pesar de lo joven que es el videojuego, estamos demostrando que somos tan potentes creativamente como el cine o la literatura como medio artístico. Y es un medio muy joven. Los próximos años serán clave en la explosión de esta nueva ola. Y estar dentro de ella es una emoción increíble".

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