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Bowie regresa a Berlín

La exposición sobre la vida del artista llega a la capital alemana para revivir el golpe de timón que supuso su trilogía dedicada a la ciudad

La biografía de David Bowie señala que el cantante vivió tres años en Berlin Occidental, en una época que estuvo marcada por la odiosa división de la ciudad y una vida bohemia contagiosa que parecía no tener fin. Bowie llegó a la ciudad en 1976 desde Los Ángeles, donde la adicción a la cocaína lo había convertido casi en estropajo humano y en un artista sin inspiración, aburrido del mundo y de las travesuras de Ziggy Stardust. La ciudad cambió radicalmente el rumbo del artista y 27 años después Bowie regresa a Berlín gracias a la iniciativa de las autoridades culturales, que decidieron traer a la capital alemana la exposición David Bowie is, que cautivó al público de Londres el año pasado y que ahora incide en la ciudad que le liberó de sus demonios.

En Berlín, el cantante colgó sus atuendos que lo habían hecho famoso en un armario sin dirección, se cortó el pelo y se impuso llevar una vida anónima en una ciudad donde nadie lo reconocía en las calles y donde logró componer quizás sus álbumes más famosos Low, Heroes y Lodger, la llamada trilogía de Berlín y que volvió a consagrarlo como uno de máximos exponentes de la música pop.

Una imagen de la exposición de David Bowie en el museo Martin Gropius Bau museum de Berlin.
Una imagen de la exposición de David Bowie en el museo Martin Gropius Bau museum de Berlin.AFP PHOTO JOHANNES

"Fueron años muy importantes para mí. En muchos sentidos fue muy liberador  vivir en Berlín”, dijo una vez el artista al recordar su estancia en la ciudad, una etapa que fue tan influyente para Bowie, que el propio cantante describió las grabaciones que hizo en la ciudad como “mi ADN”. Pero Bowie también logró reencontrar el ser humano que había dejado de ser en Los Ángeles. En sus tiempos libres visitaba museos, hacía largos paseos en bicicleta, disfrutaba de la bohemia con su amigo Iggy Pop, pero lo que más apreciaba de la ciudad era que podía sentarse en un café sin que nadie le molestara o, mejor aún, lo reconociera.

David Bowie nunca olvidó su estadía en Berlín y la ciudad lo sigue recordando casi con veneración,  sobre todo por un famoso concierto que ofreció frente al Reichstag, ahora convertido en sede del parlamento federal en junio de 1987. El concierto fue legendario. Frente al escenario se reunieron decenas de miles de personas y al otro lado del muro, centenares de jóvenes desafiaron a la policía del régimen para escuchar a Bowie cantar Heroes, quizás la creación más famosa del artista durante su etapa berlinesa y que recuerda un amor bajo las sombras del Muro. Los organizadores habían instalado varios poderosos parlantes dirigidos al sector oriental de la ciudad.

Casi tres décadas después de aquel concierto, la  exposición inaugurada esta semana  por el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier en el museo Martin Gropius Bau, dedica una sala completa a recordar la etapa berlinesa del cantante que fue, según la curadora de la muestra Victoria Broackes, una de las más felices de su vida y donde logro “expulsar a sus demonios”.

Los organizadores también han hurgado en los archivos de la STASI para averiguar si se había utilizado a sus agentes para vigilar el regreso del cantante a Berlín en junio de 1987

Para su presentación en Berlín, la grandiosa muestra multimedia ha sido ampliada con más de 60 objetos que recrean el desarrollo artístico que tuvo Bowie en la ciudad, como dibujos, pinturas y bocetos para portadas de discos, además de letras de canciones, recuerdos personales, el manojo de llaves de su piso ubicado en la calle Hauptrasse 155, en el barrio de Schöneberg, y un intercambio de misivas con Marlene Dietrich que coincidió con Bowie en el reparto, pero nunca en el set de filmación, de la película Gigoló, rodada en 1978

Además de las fotos, recortes, letras garabateadas que acompañan a las canciones, la exposición tiene el acierto de mostrar retratos de Iggy Pop pintados por Bowie junto a un óleo del pintor expresionista Erich Hackel que sirvió de inspiración para la portada de Heroes. Los organizadores de la muestra de Berlín también han hurgado en los famosos archivos de la STASI para averiguar si la famosa y temida policía secreta de la República Democrática Alemana había utilizado a sus agentes para vigilar el regreso del cantante a Berlín en junio de 1987, cuando cantó su famosa canción Heroes casi a los pies del muro. Un informe fechado el 2 de junio de ese año y calificado como “altamente secreto” se puede ver en la exposición: alertaba a los jerarcas comunistas de que Bowie cantaría los días 6 y 7 de junio frente al Reichstag en sendos conciertos donde también participaría el grupo Génesis, algo que ya sabía todo Berlín Occidental y gran parte del oriental.

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