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Tentaciones
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La sierra es la familia

El Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid, Nocturna 2014 homenajea a Tobe Hooper en el 40 aniversario del estreno de 'La matanza de Texas'

Repasamos las claves de la filmografía del "maestro del horror de la América profunda".

"Parecía que alguien hubiera robado una cámara y se hubiera puesto a matar gente". Encogido en su butaca de una mugrienta sala de Times Square, Wes Craven asistió horrorizado al estreno neoyorquino de La matanza de Texas (1974). "Tenía una energía salvaje, asilvestrada, que yo no había visto nunca. Pasé un miedo atroz". Un año atrás Craven había escandalizado a la nación con su truculenta ópera prima, La última casa a la izquierda (1973), donde por primera vez se empleaba la motosierra con fines homicidas. El efecto postraumático de aquel visionado le sirvió de inspiración para el clan de antropófagos protagonista de Las colinas tienen ojos (1977), consolidando el feísmo estético y la violencia gráfica como señas de identidad del Nuevo Cine de Terror norteamericano.

Cuatro décadas más tarde, la ópera prima de Tobe Hooper conserva intacta su furia transgresora y luce tan impresionante como el primer día en pantalla grande. El mérito no se debe tanto a la exhaustiva restauración (supervisada personalmente por el cineasta) como al clima de tensión vivido durante el rodaje, coincidiendo con las cuatro semanas más calurosas de aquel verano. El mismo desasosiego asfixiante que impregna cada fotograma y afianza su condición de obra maestra y pieza de colección del archivo cinematográfico del MOMA de Nueva York.

"¿Conoces la expresión somos lo que comemos? Pues Leatherface es lo que se pone. Adopta la personalidad de la máscara que lleva". (Kim Henkel, co-guionista)

A principios de los años setenta, el público estadounidense despertaba bruscamente del sueño americano: la lucha por los derechos civiles, la guerra de Vietnam, los crímenes de la Familia Manson… El miedo a lo sobrenatural cedía su espacio al escalofrío cotidiano y directores como Craven y George A. Romero asumían la responsabilidad de radiografiar los temores de la sociedad, haciendo gala de un compromiso metafórico no exento de derramamiento de sangre. “En Texas contábamos con los elementos necesarios para hacer la Gran Película de Terror Norteamericana: el aislamiento rural, la locura endogámica, el fundamentalismo religioso… Los chicos de ciudad contra la gente de pueblo”. Para Hooper, el horror en estado puro tenía el rostro del Ed Gein, un paleto de Wisconsin de aspecto inofensivo que fue condenado en los años cincuenta por asesinato, canibalismo y necrofilia. En palabras de su socio, Kim Henkel: “¿Qué es lo que pretendíamos con aquella familia? ¡Pues acojonar a la gente!”.

'La matanza de Texas', 'The Texas Chainsaw Massacre' (1974).

"De pequeño presencié más desestructuración y malos rollos en mi propia casa de la que me gustaría recordar. Reuniones familiares jodidamente raras que rayaban con la locura".

La infancia de Hooper transcurrió entre las carreteras secundarias de Lousiana y Texas, pernoctando en moteles baratos y soportando las peleas constantes de sus padres desde el asiento trasero del coche. Su resentimiento hacia la patria potestad afloraría en su siguiente película Trampa mortal (1977), donde un matrimonio en crisis recala en una pensión cochambrosa regentada por un psicópata que ha adoptado a un cocodrilo como mascota. "No hay nada que podamos hacer. Es culpa del instinto", se justifica el hostelero. "Uno tiene que hacer lo que tiene que hacer".

Del mismo modo, Gunnar Hansen, el actor de origen islandés que prestó su imponente físico a Cara de Cuero, describe a su personaje "como un niño grande; una especie de autista que acata la voluntad de su hermano mayor y reacciona violentamente ante la presencia de desconocidos". Primo hermano del mutante albino de La casa de los horrores (1981), él también oculta su deformidad bajo una máscara y pierde los estribos por echar una cana al aire.

"Cientos de miles de personas desaparecen en EEUU cada año sin dejar rastro. Nadie sabe porqué. Tal vez haya algo que se los lleva".

¿De dónde diablos sale toda esa gente y qué están haciendo en su casa? El temible verdugo de la sierra mecánica es, pues, víctima de su entorno. Pero al contrario de los monstruos del cine clásico, inspira genuino pavor en lugar de lástima. "Es un auténtico texano. Se limita a proteger su propiedad", bromea Henkel. "Pero en lugar de sentarse en el porche con una escopeta de perdigones, empuña una sierra mecánica y devoran carne humana".

Aunque La matanza de Texas recaudó más de 30 millones de dólares, su secuela se hizo esperar más de diez años. "En aquel entonces vivía en plena vorágine del sistema hollywoodiense y sólo pensaba en ganar más y más dinero", reconoce Hooper. "Tal vez fue mi peor periodo". Eran los ochenta ("los egocéntricos años ochenta de hazte-rico-y-mantén-las-apariencias-a-toda-costa", según la definición de George A. Romero) y la familia Sawyer sobrevivía a las políticas liberales de la era Reagan por la vía de la reconversión industrial. Su floreciente modelo empresarial se sirve de los entrometidos como materia prima y anticipa el capitalismo voraz de los años noventa, representado por Hannibal Lecter y Patrick Bateman.

"Hay pocas cosas en la vida que odie más que mendigar dinero a una productora. Una caries sin novocaína es mucho más apetecible. O una estaca en el ojo. O una estaca en el ojete".

La omnipresencia de Steven Spielberg en el plató de Poltergeist (1982) sembró la duda sobre la verdadera autoría del mayor éxito comercial de su carrera. Aquella parábola sobrenatural sobre la especulación inmobiliaria generaría una lucrativa franquicia de “terror de marca blanca”, destinada al consumo familiar de la clase media norteamericana. El cheque fue sustancioso pero, en lo artístico, Hooper salió bastante escaldado de su experiencia con el Rey Midas de Hollywood. Como contrapartida, su contrato con The Cannon Group le aseguró presupuestos millonarios y el control creativo de sus siguientes tres películas.

'Hooper & Hopper'.

A pesar de su consideración actual como títulos de culto, Lifeforce (1985) e Invasores de Marte (1986) se estrellaron en taquilla y únicamente La matanza de Texas 2 (1986) recuperaría la inversión en el mercado del VHS. "Yoram (Globus) y Menahen (Golan) amaban el cine y trataban realmente bien a los cineastas. Básicamente me dijeron: 'haz lo que quieras'. Echo de menos ese mecenazgo, el asumir el riesgo". Reivindicado por Quentin Tarantino y Rob Zombie como uno de los bastiones del cine de terror moderno, en los últimos años ha hipotecado su talento con encargos alimenticios y ocasionales rachas de ingenio. Su último largometraje hasta la fecha, Djinn (2012), una coproducción con los Emiratos Árabes, sigue pendiente de estreno alegando diferencias irreconciliables con los inversores.

"La matanza de Texas será probablemente el film por el que me recuerden. Será LA PELÍCULA, como Lo que el viento se llevó lo fue para Selznick. Creo que lo pone en su tumba".

Nocturna. Cuándo y dónde

Madrid. Cine Fantástico de Madrid, NOCTURNA 2014. Del 26 de mayo al 1 de junio. Cines Palafox. Luchana, 15.

Pre Noctura. Del 22 al 25 de mayo. Artistic Metropol. Cigarreras, 6.

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