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Al Feldstein, mago de la sátira, muere a los 88 años

Bajo la dirección del dibujante y guionista, la revista de humor 'Mad' se transformó en una auténtica fuerza cultural

Al Feldstein, en una imagen de 1972.
Al Feldstein, en una imagen de 1972.Jerry Mosey

Al Feldstein, antiguo director de la revista Mad de cómic y sátira, y un hombre que fue determinante al convertirla en una fuerza cultural y una publicación de referencia internacional, ha muerto en su casa de Livingston, Montana, a los 88 años. Artista de cómic, a Feldstein el editor William M. Gaines le confió la dirección de la publicación en 1956 y en ese cargo se mantuvo durante casi 29 años. Sucedía al escritor que la había lanzado, Harvey Kurtzman. Feldstein fue el creador del icónico Alfred E. Neuman, cuya sonrisa boba es inmediatamente identificada por una generación entera de fans.

Feldstein atrajo a la revista a varios artistas que crearon las famosas tiras de cómics de Mad, como Mort Drucker, Angelo Torres, y Antonio Prohias que dibujó Spy vs. Spy. Bajo su supervisión, la circulación llegó a los 2,8 millones de ejemplares en 1974; y se convirtió en una de las principales de Estados Unidos. Un éxito que él mismo atribuía en 2007 a que sacara a la superficie la hipocresía social. "'Mad' ponía los sentimientos de las personas en las páginas. Estábamos diciendo: Chicos, Madison Avenue te miente. Tus padres te mienten. El presidente te miente", continuaba. Su publicación era un generoso desfile de parodias de películas y de publicidad, de tiras cómicas que no dejaban de tocar nada por sagrado que pareciese.

Feldstein nació en 1925 y ya desde adolescente decidió que lo suyo era el arte. Después se unió a la compañía Educational Comics (EC), cuando el pionero de los cómics Max Gaines acababa de morir en un accidente de tráfico. Él fue el que sugirió iniciar una línea de cómics de terror, conocidos por su calidad artística y por sus finales sorprendentes. Si EC terminó por ser cerrada por la presión de los políticos, Mad pudo nacer como publicación.

El artista se retiró en 1984 a vivir en Montana y se dedicó a la pintura de la naturaleza, de la que realizó distintas exposiciones en galerías. Hasta allí llegó desde la ciencia ficción y las historias de terror. También abrió con su esposa un refugio para caballos.

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