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Glasvegas, sobrevivir al ‘hype’

El de Glasvegas fue un caso de hype de manual. Como mandan los cánones, comenzaron de forma fulgurante. Un cuarteto desconocido surgido de Glasgow que en 2008 cosechaba todos los parabienes que se pueden recibir. Alan McGee el fundador de Creation (y descubridor de Oasis), y en teoría uno de los ojeadores más certeros de escocia llegó a decir: "podrían llegar a ser la banda más grande del mundo". Su debut homónimo, de 2009, fue un completo éxito de ventas, un millón de copias, llegando al número 2 de las listas de Reino Unido, y de crítica, (fue candidato al Mercury Prize).

El nombre era una declaración de intenciones: el cuarteto formado por James Allan (voz), Rab Allan (guitarra), Paul Donoghue (bajo eléctrico) y Jonna Löfgren (batería), lo ideó como una contracción de Glasgow y Las Vegas. Eran innegablemente escoceses, - de la facción oscura a lo Jesus and Mary Chain -con una querencia por los sonidos estadounidenses de los cincuenta y sesenta, rockabilly cercano a Roy Orbison o algunas cosas de Scott Walker y The Velvet Underground.

Tanto éxito les hizo perder un poco el norte. Su segundo álbum EUPHORIC /// HEARTBREAK, grabado en California resultó tan ambicioso como fallido. 

Later...When The TV Turns To Static, su disco de 2013, les ha redimensionado un poco. No son los salvadores del rock and roll que alguna vez se creyó, pero tampoco unos megalómanos. Son simplemente una buena banda de rock que se mueve mejor cuanto más doliente y lenta es la canción. Como prueba este Secret Truth que interpretan en la Furious de hoy, y que es el segundo sencillo extraído de Later...

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