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Tentaciones
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Fofé: “Pese a mi imagen, hasta el populacho me quiere”

El flamante grupo del frontman boricua aparece en una época en la que el indie de su país se perfila como la nueva revelación latinoamericana.

El grupo 'indie' puertoriqueño Fofé y los Boliches.
El grupo 'indie' puertoriqueño Fofé y los Boliches.

“Pese a mi imagen, hasta el populacho me quiere”, despacha Fofé, desde un bar del barrio porteño de Palermo, mientras el dedo índice de su mano izquierda apunta al dragón que lleva tatuado en su cabeza rapada. “No sé lo que sucede, pero la gente me reconoce como un personaje de la escena alternativa puertorriqueña, casi un ícono de un movimiento que no todos entienden, aunque saben que existe”. Si el histriónico frontman se convirtió en el adalid del rock de su país fue gracias a ese delirio y rapto que aún conserva a manera de identikit, pues, durante su aparición en la movida local, a mediados de los noventa, era la única forma en la que se podía llevar adelante una carrera más o menos seria en un género tan insular como la propia geografía que lo contenía, dominada por la salsa, la bomba y la plena, el pop latino y el entonces incipiente reguetón. Sin embargo, el artífice que hoy luce con lozanía sus 43 años no sólo sobrevivió a la adversidad y a las tendencias, al tiempo que colegas y proyectos quedaban en el camino, sino que evolucionó sobre la base de su singular ADN pop.

No todo Puerto Rico es Calle 13

Y. V. R.

Después de que Venezuela fuera considerada la escena revelación del indie latinoamericano el año pasado, Puerto Rico está llamada a ser la sucesora de la nación bolivariana en 2014. Y argumentos no le faltan, pues la isla caribeña ostenta un movimiento prolífico e iconoclasta, y aparte con identidad propia. Ya lo demostró en la reciente edición del festival estadounidense South By Southwest, en la que Fofé y Los Fetiches encabezaron una delegación de la que también formaron parte los raperos AJ Dávila y Álvaro Díaz, Díaz, y el grupo Buscabulla. "A pesar de la oferta, creo que lo hicimos bien. Al público le gustó, y se habló mucho de nosotros", afirma Fofé, al tiempo que destaca la reciente actuación de la agrupación Macha Colón y los Okapi en Suecia, así como que las giras del combinado Dávila 666 por suelo europeo. "La gente se está moviendo sin que la reconozcan en los medios masivos. Estamos muy agobiados de las fórmulas, por lo que optamos por hacer nuestro propio camino. Somos mucha gente".

A pesar de que Fofé reconoce que "hay más artistas que público", por lo que se los ve "como outsiders en la Isla", abundan las propuestas interesantes. Al punto de que Música de capsulón, el fabuloso álbum del trío de trap Füete Billëte, rankeó entre las mejores producciones latinas de 2013. Lo mismo que #ponteelcasco, segundo título del tándem de psicodelia dance Los Wálters. A los que se suman la canción digital de Moreira, laboratorio unipersonal de José Iván Lebrón Moreira (integrante de los ruidosos Las Abejas), al igual que el folk melancólico de Harry Rag o la exquisitez hiphopera de los MCs Recluso e Ikol Santiago. Y para dejar por sentado que éste es un país de contrastes, basta con googlear el minimalismo de La Tortuga China (flamante encarnación de Francis Pérez, guitarrista de los fundacionales Superaquello) o la salsa hipster de Orquesta El Macabeo. "Ellos se convirtieron en una ofensa para los puristas de la salsa porque son rockero haciendo salsa", relata el músico que considera a Calle 13 "un artista alternativo" dentro del espectro.

Después de encabezar el grupo de rock alternativo El Manjar de los Dioses, tras el desembarco en Puerto Rico, en la primera mitad de los noventa, del “Rock en Español” (NdelR: etiqueta creada en la segunda mitad de los ochenta por las compañías discográficas multinacionales para identificar a sus artistas de rock que cantaban en la lengua de Cervantes, lo que luego derivó en un gran movimiento regional), y de capitanear años más tarde la agrupación de pop Circo, con la que debutó en Buenos Aires hace una década, Fofé regresó esta vez a la capital argentina para promocionar Lujo eterno, el primer álbum de su flamante encarnación musical: Fofé y Los Fetiches. “Hay un hilo conductor en todas las agrupaciones en las que toqué, que es mi voz, la manera de componer, y la forma en que evoluciona la canción”, describe el exponente boricua. “Pero la propuesta, la visión, y la interpretación de los músicos con los que trabajé, puede que sean más crudas con respecto a las de mis proyectos anteriores. Fofé y Los Fetiches es mucho más rockero que Circo”.

La ópera prima de la nueva aventura musical del álter ego de José Luis Abreu, en la que tiene como socio, tecladista y director del grupo a Jorge “Bebo” Rivera, quien además lo acompañó en su periplo por la metrópolis rioplatense, donde abrió los shows del combo de ska y rocksteady Mimi Maura (liderado por su compatriota y cantante Midnerély Acevedo) está conformada por una decena de canciones en las que el artífice caribeño ofrece su propuesta menos pretenciosa. “Fue un proceso natural en el que me liberé, y trabajé orgánicamente, lo que permitió que el disco tenga incluso un sonido más contemporáneo”, explica Fofé. “Empezamos a tocar en lugares muy pequeños para reconectarnos con la esencia de hacer música”. Así que Lujo eterno es una celebración a las pequeñas cosas, a la perseverancia, y a la diferencia. “Aquí hay canciones sociales, de desamor, sátiras cómicas inspiradas en la Movida Madrileña, temas sensuales y otros nostálgicos, sostenidos en los ritmos bailables, la balada romántica o la escuela del post punk”.

 Lujo eterno es igualmente la vuelta del psicólogo devenido en figura del pop independiente boricua a la autogestión. “Con Circo viví la experiencia de pertenecer a sellos multinacionales y de padecer su decadencia”, recuerda el cantautor. “Si bien estamos muy orgullosos de lo que hicimos, la industria no entendió la propuesta de la banda. Por lo que nunca llegó al público indicado. Y eso fue muy frustrante para nosotros. No encontramos la motivación para seguir componiendo, y por eso nos tomamos un receso para trabajar nuestras diferentes propuestas artísticas, y para reconectar con lo que somos”. No obstante, antes que desanimarlo, la crisis que atravesó Circo le sirvió de aliciente a Fofé para reencontrarse con el under local. “Luego de conectar de vuelta con la escena subterránea de Puerto Rico, convoqué a varios artistas para tributar a Luis Palés Matos, precursor de la poesía afroantillana, y colaboré con grupos de la movida garage. Me sentí preparado, confiado, redescubrí mis influencias, y me saqué la presión de tener que hacer un hit”.

Puede que sean más crudas con respecto a las de mis proyectos anteriores. Fofé y Los Fetiches es mucho más rockero que Circo”.

 La música moderna puertorriqueña, luego de que por muchos años fuera una escena ignota no sólo en América Latina, sino en su propio país, disfruta actualmente de su mejor momento creativo. Aunque la situación política y social de la Isla pareciera atentar contra su exposición y desarrollo. “Debido a que somos una colonia abatida por tantos años, hay temas políticos que a la no le gusta tocar, por lo que se hace de la vista larga”, señala el líder de Los Fetiches, cuyo disco fue elegido como el mejor de 2013 por el sitio puertoricoindie.com. “Vivimos de un glamur y cosmopolitismo que no existe. La gente jura que somos el próximo estado de los Estados Unidos, pero ahora se encuentran con la realidad de que, como decimos allá, ‘se acabó el pan de piquito’, porque el crédito fue reducido a chatarra. Washington y las casas acreditadoras ya nos dijeron que no nos van a prestar más nada. Puerto Rico siempre se rigió por la expresión: ‘la última la paga el diablo’, pues el diablo apareció para decirnos ‘goodbye’. Nos encontramos con lo que siempre quisimos evitar”.

 Ante la consulta de si extraña sus días de reconocimientos, giras y aspiraciones al Grammy de su pasado, Fofé apela a esa matusalénica idea de que “no todo tiempo pasado fue mejor”. “Todas las épocas han sido particulares, y yo me siento orgulloso de haber sido parte de cada una de ellas”, asegura el exponente que fue elogiado por el mismísimo líder de The Cure, Robert Smith, por la versión de Los Manjar de los Dioses de su tema If only tonight we could sleep. “Me alegra haber liderado el rock boricua, pero con Fofé y Los Fetiches me siento súper satisfecho, pues las decisiones que tomé, la manera como enfrenté ese cambio me llevó a contextualizarme en lo más contemporáneo. Y aunque llevo muchos años en la escena, soy uno de los representantes con mayor consistencia en su trayectoria, y represento lo que pasa ahí. He vivido momentos alegres, y otros de desilusión, y supe levantarme de la manera que me ha dicho la conciencia que lo haga, y no he perdido mi chispa ni mi deseo de hacer música”.

 

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