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RTVE pierde 113 millones en 2013

La corporación ingresó menos fondos por parte de los operadores de telecomunicaciones. Rebasó los gastos para intentar mantener la audiencia

Rosario G. Gómez
Leopoldo González-Echenique, durante su comparecencia en el Senado.
Leopoldo González-Echenique, durante su comparecencia en el Senado.Bernardo Pérez

RTVE parece abonada al 113. Especialmente cuando se habla de pérdidas. La televisión pública cerró 2012 con 113 millones de euros de déficit y para 2013 repite el mismo funesto resultado. La corporación que preside Leopoldo González-Echenique no logra salir de los números rojos pese a que el PP cambió hace dos años la ley que regula RTVE para intentar solucionar los “problemas muy graves” en la gestión, según justificó entonces el Gobierno. El hachazo a la subvención estatal, que se arrastra en los últimos años, unido a una recaudación menor en la facturación de las operadoras de telecomunicaciones han mermado los ingresos. Además, en su intento por sostener las cuotas de audiencia, la televisión ha gastado 21 millones de euros más de los previstos.

El nuevo equipo directivo de RTVE no ha conseguido enderezar el rumbo. Las cuentas, que hoy serán sometidas a su aprobación en el Consejo de Administración, no le cuadran ni en el capítulo de los ingresos ni en el de los gastos, lo que pone de manifiesto la situación de inestabilidad de la compañía. “Hay un déficit estructural de 100 millones de euros cada año”, dicen fuentes de RTVE. Este año es muy probable que también se alcance esa cifra, por el gasto extraordinario que ha supuesto los Juegos Olímpicos de Sochi (alrededor de 30 millones).

Reconquistar el fútbol

La televisión pública había dado un paso atrás a la hora de pujar por los eventos deportivos. No solo por su delicada situación económica, sino porque la ley le prohíbe sobrepujar en ese mercado. Pero TVE no parece dispuesta a tirar la toalla y se propone reconquistar los derechos de la selección española de fútbol, un valor seguro a la hora de las audiencias. La cadena ha pujado por hacerse con los partidos de España en las fases clasificatorias para la próxima Eurocopa y el Mundial de 2018 de Catar.

Por estas fases, que suponen una veintena de partidos, TVE habría ofrecido entre 48 y 52 millones de euros, según explicaron ayer fuentes del sector conocedoras de la negociación. Estas cantidades son casi el triple de lo que estarían dispuestas a pagar algunas televisiones privadas de ámbito nacional.

Aunque TVE no está totalmente desconectada del fútbol (explota un partido por jornada, los martes, de la Liga de Campeones), el presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, siempre ha considerado que la selección da “imagen de marca” a la cadena pública. Pero la factura de La Roja no es precisamente barata. En 2011, la retransmisión de un partido de los hombres de Vicente Del Bosque salía a 42.000 euros el minuto. En total, 45,5 millones de euros.

Esa es la tónica. En el pasado ejercicio, las pérdidas ascendieron a 113,3 millones de euros. La corporación ingresó 92 millones menos de lo que en principio había calculado en su presupuesto. En parte porque la recaudación por la tasa de las operadoras de telecomunicaciones —obligadas a aportar el 0,9% de su facturación a RTVE— no cumplió las expectativas. Especialmente por el desplante de Vodafone, que dejó de pagar el canon al renunciar a ofrecer servicios audiovisuales (suponían 30 millones). Ahora, tras la reciente compra de Ono, tendrá nuevamente que abonar esta tasa.

Pero los operadores no siempre ajustan correctamente sus liquidaciones. Y las reclamaciones al organismo regulador (ahora la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) son recurridas una y otra vez. De hecho, estas grandes empresas han elevado reclamaciones que ascienden a 108 millones, según datos del grupo audiovisual.

Para evitar que la caída de ingresos de las operadoras lastre el funcionamiento de la compañía, la Ley de Financiación de la televisión pública prevé que el Estado compense ese desfase. Pero en el artículo 2.2 pone una condición: que el gasto no haya sobrepasado los límites presupuestados. Y el año pasado se excedió esa barrera en 21 millones (de 938 se pasó a 960).

Una de las partidas clave en esa desviación fue el gasto en programas de televisión. Inicialmente se habían contemplado 210 millones de euros para alimentar la parrilla de los seis canales públicos. Pero la factura se disparó hasta los 258 millones, aunque en realidad hubo un ahorro de 40 millones sobre 2012, un año en el que los Juegos Olímpicos de Londres implicaron un desembolso adicional de 60 millones.

Menos ayudas

Estado. Suponen 292 millones de euros. El Gobierno del PP ha ido p0co a poco recortando la subvención estatal a través de los Presupuestos Generales. En 2012, el Ejecutivo de Rajoy recortó a RTVE 204 millones, y en el ejercicio 2013 le retiró otros 50.

Operadores. Las telecos han aportado 108 millones y las televisiones privadas han ingresado 59.

Tasa radioléctrica. La corporación recibió 330 millones por la tasa de reserva del dominio radioléctrico que pagan todas las emisoras de radio y cadenas de televisión.

El año pasado la televisión pública redujo el gasto en deportes y en informativos, mientras que incrementó notablemente el recibo de los contenidos cinematográficos y de la ficción nacional. El equipo de Echenique puso fin a la economía de guerra que había dominado la parrilla un año antes, cuando se retiraron de la emisión producciones que tiraban con fuerza de la audiencia, como las series Águila Roja o Cuéntame cómo pasó. También registraron una fuerte subida los espacios de puro entretenimiento, cuyo referente en 2013 ha sido el formato culinario MasterChef.

Gracias a los reajustes a la baja de parrilla, TVE logró evitar que la audiencia cayera por debajo de los dos dígitos. La 1 cerró el año con una cuota de pantalla del 10,2%, dos puntos menos que un año antes, mientras que La 2 obtuvo un 2,4% (una décima menos). Buena parte de la parrilla de La 2 se abasteció de programas gratuitos o con un patrocinador asociado, fenómeno que ha contribuido a abaratar la emisión.

Al desequilibrio de las cuentas contribuye también el hecho de que RTVE se vea obligada a pagar el IVA. Pero el gran problema es que mientras la ley de los socialistas fijaba para la radio y la televisión pública un presupuesto de 1.200 millones, el Gobierno del PP lo ha rebajado a 940.

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