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CRÍTICA | OH BOY
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Los grises del treintañero

Ole Gerster regresa hasta la fuente primigenia, el cine de calle de la nouvelle vague y sus alrededores

Javier Ocaña
Fotograma de 'Oh boy', de Jan Ole Gerster.
Fotograma de 'Oh boy', de Jan Ole Gerster.

En las próximas semanas coincidirán en la cartelera dos películas que, partiendo de semejantes fuentes estilísticas y dramáticas, pueden acabar conformado un gran programa doble para una tarde de reflexión del treintañero a la deriva: la estadounidense Frances Ha, de Noah Baumbach (estreno: 4 de abril), y la alemana Oh boy, magnífico debut de Jan Ole Gerster, afrontan las idas y venidas de sus seres por ciudades en principio tan distantes como Nueva York y Berlín de un modo tan particularmente referencial que se terminan hermanando. Eso sí, no del todo.

Porque, naciendo ambas de ese cine en blanco y negro de americanos como Woody Allen, Jim Jarmusch o el Martin Scorsese de Who's that knocking at my door? (¿Quién llama a mi puerta?), en realidad Baumbach se queda ahí, pero Gerster regresa hasta la fuente primigenia, el cine de calle de la nouvelle vague y sus alrededores, especialmente las películas de Louis Malle que utilizaban la música jazz como sello de estilo y como pincelada de carácter, con Ascensor para el cadalso a la cabeza. En realidad, el casi sonámbulo recorrido por Berlín del protagonista de Oh boy no está muy lejos de aquel deambular del alcohólico ser de El fuego fatuo, de Malle, como uno de esas mentes que, sabedora de que las utopías no existen, prefería agarrarse a la certeza de la desesperanza. Gerster elige para retratar Berlín las esquinas que nunca escogerían los turistas y, en su recorrido moral además de físico, plantea continuas preguntas sin llegar nunca a las respuestas, a través de una serie de encuentros entre lo absurdamente burocrático y lo terriblemente desolador, aunque con cierto sentido del humor, que dibujan un panorama de la sociedad que, en un tono muy distinto, también marcaba la reciente Gente en sitios. 0h boy, ganadora de seis Premios del Cine Alemán, entre ellos el de mejor película, se configura así como un estupendo soplo de realidad, al tiempo que brillante ejercicio de estilo.

OH BOY

Dirección: Jan Ole Gerster.

Intérpretes: Tom Schilling, Friederieke Kempter, Marc Hosemann, Katharina Schüttler.

Género: drama. Alemania, 2012.

Duración: 85 minutos.

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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