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Tentaciones
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St. Vincent; ‘St Vincent’

Xavi Sancho

Si no nos viéramos en esta extraña y autoimpuesta necesidad de escuchar veinte discos cada semana, que de estos veinte, diez nos parezcan bien; cuatro, muy bien y, al menos, dos, obras maestras, la verdad es que podríamos dar por clausurado el año con este álbum. Aun a riesgo de sonar viejo, cansado, e incluso algo amargado, es menester recordar que, cuando no se nos exigía ser tan listos, tan activos, tan informados, tan raros, aparecían discos como este dos, tres a lo sumo, veces al año. Las reglas estaban claras y por eso, tal vez, no era necesario hablar sobre la época en la que nos encontrábamos cada vez que pasaba algo extraordinario.

O algo extraordinariamente ordinario. Éramos el portero de un equipo grande: nos llegaban poco, pero cada vez que cruzaban el medio campo nos creaban una ocasión. Ahora somos la defensa del Rayo. Nos chuta hasta el utillero. Éramos osos, consumíamos poco muchas veces, hasta atragantarnos, y procedíamos a buscar un rincón con sombra en el que hibernar. Con las calorías que otorga la digestión de estas 11 canciones vive una familia numerosa durante meses y jamás renunciando a ninguna de las tres comidas del día, a ninguna de las cinco piezas de fruta, ni siquiera rebajando la necesaria dosis de proteínas. Algunos comíamos más que otros –ahora hacer mudanzas nos resulta un drama-, pero todos teníamos siempre tema de conversación musical. Nadie se sentía desplazado porque la escena global había cambiado por completo de perfil mientras hacía cola en el baño. Este disco no cambiará el mundo. Pero mejorará su vida. Palabra.

Título: ‘St Vincent

Género: pop

Sello: Caroline / Music As Usual

Año: 2014

Puntuación: cuatro estrellas y media.

Gran guitarrista y mejor futbolista, Annie Clarke llega a su cuarto álbum con el derecho adquirido de poder ya presentar sus referencias en formato acontecimiento. Lo fue su anterior disco junto a David Byrne y lo es esta maravilla llena de detalles, de rarezas que pasan por cotidianeidades, de grandes canciones que parece mentira que a nadie se le hubiesen ocurrido antes. La cosa no puede arrancar mejor. Rattlesnakes, que es algo así como si Tune Yards le metiera mano al disco de Sky Ferreira. Birth in reverse es como hubiesen sonado Tubeway Army si Gary Numan hubiese sido una diosa de la guitarra y si Lady Gaga hubiera escrito Every tear disappears, el mundo hoy sería un lugar mucho mejor. Y luego está, claro, Psychopath, que suena a todo pero solo podría estar aquí. Es complicado que encuentren una canción pop tan contemporánea, tan rara y a la vez tan accesible como esta. Es pop del siglo XXI escrito por una mujer que ha entrado en perfecta sintonía con su época, con sus ritmos de r’n’b distorsionados, con su forma de entender los 80 como mucho más que una simple palabra de tres sílabas que combina con todo. Con su forma de tocar la guitarra hasta lograr que parezca cualquier cosa menos una maldita guitarra. Y es que todo este disco es de una inteligencia absolutamente desbordante, pero jamás apabullante. De una complejidad nada desalentadora, de una accesibilidad nada cansina. Lo puedes escuchar una y otra vez y te pide que vuelvas a él, porque cada frase tiene algo que decir, cada estructura tiene un sentido. Si quieres, se lo buscas, y si no, pues te pones a fregar los platos y a hacer palmas con las manos embadurnadas de Mistol. Y tan panchos. Es como si todo lo sugerido en su anterior largo Strange Mercy, se concretara aquí, en parte como fruto de una evolución, en parte como resultado de una verdadera revolución.

En una época en que los discos se disfrutan como placeres únicos que se comparten con una minoría de lo seguidores en Twitter, este álbum vuelve a reconciliarte con aquella idea de querer que todos tus seres queridos (e incluso los no queridos) lo escuchen. Porque les va a gustar. Les va a impresionar. Podréis hablar de él en la cena del viernes y nadie se sentirá desplazado. Porque todos queremos ser un poco normales. Todos queremos ser un poco raros. Y este álbum es exactamente así. Está hecho de todos esos trocitos que hemos ido perdiendo durante los últimos diez años.

Valoración: 0 ABERRANTE, el mundo sería mejor sin él; 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordará de él; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un éxito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un millón.

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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