El frío de Chile y Tíbet llega a Punto de Vista

La segunda edición del Seminario Internacional Punto de Vista, que se celebra desde el miércoles hasta mañana sábado en Pamplona con el leitmotiv de La imagen congelada, se está desarrollando bajo un clima mucho más benigno de lo que suele ser habitual por estos lares en estas fechas. Por el momento, ni rastro de la nieve que normalmente confiere a este festival ese manto blanco marca de la casa. Y eso a pesar de la enigmática imagen de un lago helado del fotógrafo polaco Marcin Ryczek que ilustra el cartel de esta edición o de la estupenda cabecera con la que el cineasta británico Simon Ellis registra el crepitar del hielo que cubre un vieja cámara de 8mm.

Los que seguro que agradecen este tiempo templado en su visita a la capital navarra son los dos directores que centran la programación del seminario: el chileno Ignacio Agüero y el tibetano Pema Tseden, “dos hermanos que viven en las antípodas y vienen de países donde viven la censura o la autocensura”, en palabras del navarro Oskar Alegria, nuevo director artístico de Punto de Vista que se estrena en esta cita como programador cinematográfico después de haber triunfado como realizador con su primer largometraje, Emak Bakia Baita, vivido como un verdadero acontecimiento fílmico a nivel mundial en los círculos de la no ficción.

Tanto Agüero como Tseden son dos cineastas muy relacionados con el frío. La película elegida para inaugurar esta edición de Punto de Vista es Sueños de hielo (1993), la más emblemática del realizador chileno. En ella, su director acomete un seguimiento a la travesía de los buques que en 1992 transportaron un gran bloque de hielo desde la Antártida hasta el pabellón chileno de la Exposición Universal de Sevilla. Un viaje en el sentido contrario al emprendido por Cristóbal Colón 500 años antes que le sirvió a Agüero para lanzarse a una aventura improvisada con la que construir un relato poético donde los sueños se mezclan con los hechos y los mitos en un ambiente desasosegante con referencias al cine y a la literatura marineros. El chileno presenta sazona esta obra con los ingredientes que le han acompañado durante el resto de su filmografía, como sucede con el tratamiento visual de los espacios, que delata sus estudios de arquitectura.

Pema Tseden es otro director del frío que rueda sus películas en localizaciones del Tíbet situadas a 5.000 metros de altitud, rodeadas por cumbres nevadas. Un entorno brutal que determina la naturaleza de las historias del primer director que ha rodado en tibetano y que en su primera visita a España se enorgullece de su autenticidad. “Mis obras muestran la vida real del Tíbet, el equipo de rodaje es tibetano y la gente que sale es gente real de mi pueblo, no actores, y hablan en nuestro idioma”. Eso sí, aclara Tseden, “lo mío son ficciones, no documentales”. En todo caso, falsas ficciones, en las que trata de revestir la realidad de ficción como una fórmula con la que superar la férrea censura china. En su última película, Old dog (2011), Tseden, que compagina la dirección de cine con la literatura, nos presenta una historia que gira en torno a un viejo mastín de pastoreo. Y frente a ese animal, que moviliza un relato de ficción, encontramos otro animal, una oveja descarriada que trata de cruzar una valla para reunirse con su rebaño y que funciona como metáfora del propio pueblo tibetano. Esta imagen real, y acaso casual, contradice y delata la voluntad ficcional expresada por Tseden.

El programa del seminario ha incluido sendas masterclass de Agüero y Tseden, en las que se han inscrito 130 personas, y retrospectivas abiertas al público general. Además, Punto de Vista se completa con una nueva edición del certamen X Films, iniciativa con la que el festival ofrece a nuevos directores producirles un documental. Se proyectará así el proyecto ganador en 2013, La casa de mi padre, de Francina Verdés, y se seleccionará a un nuevo ganador entre los tres finalistas: Aitor Gametxo, Eloy Domínguez y Mercedes Mangrané. La sesión de clausura, titulada Snow movies, será presentada el sábado por la escritora Menchu Gutiérrez, autora de un libro titulado Decir la nieve, e incluirá la proyección de una serie piezas de origen japonés, húngaro, británico y ruso.

Durante la presentación de esta edición se anunció la voluntad política de que Punto de Vista recupere en 2016 su periodicidad anual como festival, coincidiendo con su décima edición. Una noticia que subió la temperatura de este certamen después de que los recortes presupuestarios impusieran en 2011 una periodicidad bienal del festival los años impares y se celebrara como seminario los pares. De ser cierto, este segundo seminario podría ser el último.