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La ausencia en los Goya daña la imagen de Wert en el Gobierno

El ministro de Cultura intenta excusarse, aunque asegura que no faltó a sus obligaciones

Carlos E. Cué
La vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Cultura Educación y Deporte José Ignacio Wert, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes.
La vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Cultura Educación y Deporte José Ignacio Wert, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes.uly martín

José Ignacio Wert ha acusado el golpe. Su ausencia en la gala de los Goya ha tenido mucha más repercusión de la prevista. Fue el gran protagonista de la sala y su decisión de no acudir ha provocado incluso que dentro del Gobierno circulen ya especulaciones sobre su posible salida en una inminente remodelación con la excusa de la lista para las elecciones europeas. Wert ha permanecido en silencio mientras arreciaban las críticas y las especulaciones, pero finalmente en la rueda tras el Consejo de Ministros estalló y, muy molesto, trató de recomponer su relación con el mundo del cine y pedir incluso perdón, a su manera, por la polémica causada.

Tras una pregunta en la que se le recordó su ausencia, Wert dijo que no sabía si entrar a ese asunto. Tras una duda inicial, decidió abordarlo y soltó una larga diatriba contra el “desenfoque interpretativo” que en su opinión ha generado su ausencia. “Quienes me conocen”, arrancó, “saben que me gusta el cine y no solo eso, sino que soy muy aficionado al cine español. Gracias a los productores he tenido la posibilidad de ver casi todas las nominadas, incluidas las vencedoras", insistió. Y ahí llegó su justificación y casi petición de excusas. "Desde que soy ministro he acudido a todas las galas y a todos los festivales de cine a los que he sido invitado. Pero tengo una nula capacidad de estar en dos sitios a la vez”.

Wert explicó que tenía toda la intención de ir a la gala pero el miércoles anterior se fijó, por parte de las dos embajadas, una entrevista con su colega británico Vince Cable, “responsable, entre otras muchas cosas, de universidades”. “El propio jueves me puse en contacto con el presidente de la Academia, [Enrique González Macho] le expuse las razones por las que no podía acudir a la gala, le deseé el mayor de los éxitos y me disculpé por no poder ir a la misma”, insistió.

“Lamento no haber podido estar allí, y lamento que eso se haya podido entender como una desconsideración”, fue lo más cercano a la petición de excusas. Y ahí llegó su defensa, en tono muy molesto: “Algunas críticas, que respeto, adolecen de un gran desenfoque informativo. El Ministerio no ha estado ausente de los Goya, porque estuvo representado por otros altos cargos del Ministerio, decir lo contrario es una desconsideración hacia esos cargos”, entre ellos el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, la cara más visible del Ejecutivo en esa gala y que aguantó con estoicismo todos los primeros planos de la emisión en directo mientras los actores y directores criticaban al ministro.

Lamento que se haya podido entender como una desconsideración"

Lo que más le ha indignado a Wert es que se diga que no está cumpliendo con sus obligaciones. “Quiero manifestar”, concluyó su larga disertación, “mi más profunda discrepancia con que eso se trate de un incumplimiento de mis labores institucionales. Disculparse adecuadamente y no acudir a una gala no es incumplir las obligaciones, y yo me disculpé y expuse por qué no podía ir. Las obligaciones institucionales del ministro en el ámbito del cine son procurar que tenga las mejores oportunidades de desarrollo, y a eso he dedicado mis mayores esfuerzos”.

Wert, sentado al lado de Soraya Sáenz de Santamaría, la vicepresidenta, quiso así lanzar un último intento por mejorar su imagen pública y tratar de suavizar lo que casi todos los consultados en el Gobierno y en el PP consideran como una gran metedura de pata, esto es no acudir a la gala de los Goya. El ministro, con sus respuestas, dio a entender indirectamente que él también admite que pudo ser un error, ya que lamenta las consecuencias de su ausencia, mayores de las previstas. En el Gobierno esta última maniobra política del ministro peor valorado no ha sentado bien, pero todos saben que él cuenta de momento con el respaldo de Mariano Rajoy.

Wert, sociólogo, fue durante muchos años, y sigue siendo de alguna manera, uno de los principales asesores del presidente, con Pedro Arriola, puesto que son ellos los que analizan para él las encuestas y aconsejan los pasos a seguir. Rajoy siente un gran respeto intelectual por Wert, aunque varios ministros y dirigentes del PP asumen en privado que él tendría que ser uno de los primeros en caer porque su pésima valoración dificulta su gestión política en dos asuntos clave y con mucha fuerza política como la educación y la cultura.

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