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España sube un puesto en la clasificación de libertad de prensa

Ocupa el puesto 35 en la lista de Reporteros sin Fronteras que encabeza Finlandia

Rosario G. Gómez

La clasificación mundial de la libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras sitúa en 2014 a España en el puesto  35º (de un total de 180),  lo que supone el avance de una posición respecto al año anterior. La lista está encabezada por Finlandia, Países Bajos y Noruega mientras que  los países que menos respetan la libertad de prensa son Turkmenistán, Corea del Norte y  Eritrea. Las conferencias de prensa de dirigentes políticos en las que no se admiten preguntas y el cierre de  la Radiotelevisión Valenciana  son las  principales quejas de los profesionales españoles.

Este derecho fundamental se ha visto salpicado por una degradación importante de la situación en países tan diversos como Estados Unidos, la República Centroafricana y Guatemala; en cambio, muestra grandes mejoras en Ecuador, Bolivia y Sudáfrica, según expone el informe, que utiliza como baremos para la elaboración de la lista el pluralismo, la independencia de los medios, la autocensura, el marco legislativo y la transparencia.

"Esta clasificación sitúa a los gobiernos frente a sus responsabilidades, permitiendo a la sociedad civil contar con una medida objetiva, y ofrece a las instancias internacionales un indicador de buena gobernanza para orientar sus decisiones”, explica Christophe Deloire, Secretario General de Reporteros sin Fronteras.

“Este año la posición de algunos países –incluso de democracias– se ha visto muy afectada porque hicieron una interpretación demasiado amplia y abusiva del concepto de protección de la seguridad nacional. Por otra parte, la Clasificación refleja el impacto negativo que tuvieron los conflictos armados en la libertad de información y en sus actores. Siria, el país más peligroso del mundo para los periodistas, se ubica en el lugar 177 de entre 180 países”, ha precisado Lucie Morillon, Directora de Investigación de Reporteros sin Fronteras.

El índice anual de la clasificación, que resume los ataques a la libertad de información en 180 países en el año transcurrido, muestra un ligero agravamiento de la situación. Subraya la correlación negativa que existe entre los conflictos armados y la libertad de información. En un contexto de inestabilidad, los medios de comunicación constituyen objetivos y blancos estratégicos para los grupos o individuos que intentan controlar la información, en violación de las garantías que ofrecen los acuerdos internacionales. Siria (177º) le pisa los talones al trío infernal, al final de la clasificación.Entre marzo de 2011 y diciembre de 2013 cerca de 130 profesionales de la información fueron asesinados mientras realizaban su trabajo. Suelen ser un blanco tanto para el gobierno de Bachar el Asad como para las milicias extremistas rebeldes. La crisis siria también ha tenido repercusiones dramáticas en toda la región.

En Europa, RSF  la orden judicial de Francia para retirar las grabaciones de Bettencourt en los sitios web de Mediapart y Le Point, "una grave violación de la libertad información que negaba el derecho del público a ser informado acerca de un asunto de interés general que implicaba a importantes políticos". Y en Reino Unido, subraya la decisión del Gobierno de enviar a funcionarios al sótano de The Guardian para supervisar la destrucción de los discos duros de los ordenadores del periódico que contenían la información del denunciante Edward Snowden sobre las prácticas de la GCHQ, la agencia de inteligencia de comunicaciones británica.

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