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La poesía de la dicha y el dolor de Julia Hartwig llegan a España

La poeta polaca publica una antología bilingüe de su obra: 'Dualidad' Versos que reflexionan sobre el sentido de la existencia

La realidad y sus vaivenes en su armonía serena. Lo que a ojos corrientes, tal vez, carece de poesía, o ha sido despojado de ella. Pero sobre todo eso caen las palabras de Julia Hartwig (Lublin, 1921), o, mejor, a partir de esos momentos, personajes o conceptos, a veces enmarañados o caóticos, Hartwig levanta el mundo y la existencia. Crea. Y esa nueva creación de la escritora polaca se aprecia en la antología Dualidad (Vaso Roto), la primera que se tiene de ella en España. La de una poeta para quien “el arte no solo es inmortal, sino que tiene el poder de hacernos inmortales”, según escribe Antonio Benítex Burraco y Anna Sobieska, encargados de la edición bilingüe del libro.

Se trata de una poeta en diálogo permanente con las voces clásicas, no solo a través de sus lecturas, sino también como traductora de muchas de ellas (Apollinaire, Rimbaud, Jacob…) y con su propia creación literaria,“en el modo de pensar y de entender la realidad y, sobre todo, una actitud intelectual semejante ante el ser humano y su devenir, que ve en el pasado, en la Historia, un punto de referencia al que el hombre de hoy no debe (ni puede) renunciar. Hartwig es también (y ante todo) la poetisa de la memoria”. Explican los traductores de la antología en el prólogo de este libro con títulos de poemas que son la primera llama sobre el territorio al que la escritora llevará al lector: ¿A dónde se fueron las melodías?, Al acercarse el final, A despecho de uno mismo, El manuscrito, Cosas que vuelven, Persuasión, Los que se marcharon, Fuera del tiempo, Pequeña bagatela o este...

Dualidad

Esa es la falta Y esa la herida por la que instilar el bálsamo venenoso

La belleza del mundo cual hoja de cuchillo que se clava sin dificultad

Arrolladora violencia de la naturaleza y en su seno la gracia del bienestar

Domeñado fuego de la Progenie cual camada de cálidos felinos Noche de amor y un techo de madera oliente a brea

Oh humo que al revocar de la chimenea me sofocas con ternura

Todo lo bueno que nos procura la existencia junto con una muerte que no podemos detener

hacéis de mí una ciega esclava que sostiene en su mano el cetro del poder

En un momento en que mi destino se halla en otro lugar

Yaciendo atado en el fondo de una oscura guarida

Esperando a poder revelarse

Los poemas de Hatwig, recuerdan los editores, buscan conciliar aproximaciones antitéticas "a una realidad siempre multiforme. Moviéndose sin cesar de lo irónico a lo solemne, de lo terrenal a lo onírico, de la desesperación a la epifanía, sus versos constituyen una lúcida respuesta al atrevimiento de quienes solo ofrecen una visión monocolor de la existencia o, aún peor, buscan aprehender aquella esencia proteica en una mera fórmula simplificadora".

Julia Hartwig ordena lo visto, lo pensado, lo pronunciado, lo imaginado, lo misterioso, o, incluso, la pregunta adormilada y más real que en todos vive...

No preguntar

En sueños alcancé a pensar

qué habrá mas allá

Y me respondí a mí misma

Para qué preguntar

Cuando despertemos

nuestros pasos nos conducirán a ese lugar

que en vano hemos buscado hasta hoy

Y en sueños lo creí y a la vez no lo creí

Y ello me procuró un poco de esa felicidad

que solo en sueños puede experimentarse

* Dualidad. Antología poética. Julia Hartwig. Edición bilingüe de Antonio Benítez Burraco y Anna Sobieska. Editorial Vaso Roto. 121 páginas

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