_
_
_
_
_
OBITUARIO

Michael Jacobs, un excéntrico inglés en la sierra de Jaén

El escritor y dramaturgo británico estaba afincado en el pequeño municipio de Frailes, su Macondo particular

Ginés Donaire
Michael Jacobs posa en el cine de municipio de Frailes (Jaén), en 2001.
Michael Jacobs posa en el cine de municipio de Frailes (Jaén), en 2001.JOSÉ MANUEL PEDROSA

La fábrica de la luz es el libro que debería haber escrito…pero ese granuja de Michael Jacobs se me adelantó”. Chris Stewart, autor del best seller Entre limones, no disimulaba la envidia que sentía de su gran amigo Jacobs por la magia y el ingenio que impregnó a la obra que mejor ha dibujado la Sierra Sur jiennense. En 1999, el escritor y dramaturgo, un “inglés excéntrico” como él mismo se definía, descubrió el municipio de Frailes (Jaén) que, como señaló el historiador Paul Preston –autor del prólogo de La fábrica de la luz- “lo convirtió en un Macondo español que García Márquez reconocería al instante”. Jacobs, considerado por muchos como uno de los mejores discípulos de Gerald Brenan, falleció en Londres el 11 de enero víctima de un cáncer pero sus cenizas volverán a Frailes por expreso deseo suyo.

Michael Jacobs (Génova, 1952-Londres, 2014) era hijo de una actriz italiana y de un abogado anglo-irlandés. Aunque se doctoró en Historia del Arte, muy pronto supo que su verdadera vocación eran los libros de viajes. Una pasión que se le despertó en buena medida por los viajes a España y, en especial a Andalucía, que realizó en su adolescencia para estudiar español.

Recuperó un viejo cine para proyectar ´El último cuplé` con Sara Montiel

Su primer libro de tema español, Andalucía (Londres, 1990), donde rompió muchos falsos clichés sobre la imagen romántica andaluza y mostraba toda la complejidad cultural e histórica de esta comunidad. Más tarde publicó Entre esperanzas y recuerdos: un viaje español (1994), un relato atípico, muy personal y literario, con una mirada irónica sobre España. Y después le siguieron otras publicaciones por encargo del Legado Andalusí y una iconoplasta aproximación a la Alhambra, donde también destierra muchos estereotipos. También ha traducido diversas piezas teatrales españolas e hispanoamericanas.

El historiador Ian Gibson definió a Jacobs como “el curioso impertinente más gracioso, mágico y profundo de hoy en día”, virtudes que quedaron patentes en sus obras literarias y, muy especialmente, en La fábrica de la luz. Vida y milagros en un pueblo andaluz. El libro dibuja el idilio del escritor británico con este pueblo de la Sierra Sur jiennense y que, desde 1999, se convirtió en su residencia.


Con humor, magia y ternura, Michael Jacobs narra en este libro las experiencias de sus cinco primeros años en esta localidad, viviendo encima de la discoteca, interesándose por la larga tradición de los santeros y curanderos de la zona y captando la sabiduría de personajes como su gran amigo Manuel Ruiz López El Sereno, que falleció unos meses antes que Jacobs.

Uno de los capítulos más emocionantes de esta publicación es el que narra la recuperación del Cinema España, después de más de 30 años abandonado. En junio de 2001, Jacobs trajo hasta este pueblo de menos de 2.000 habitantes a la actriz Sara Montiel para recrear la proyección de El último cuplé. Sara Montiel llegó a Frailes al estilo de Bienvenido Mr. Marshall y de la mano de Jacobs como compañero de viaje. En el evento se estrenó también un documental de su amigo el director norteamericano Johny Shahnazarian -protagonista en su etapa de actor de películas como Salvar al soldado Ryan o Lost in Space- sobre este rincón de la Andalucía rural.

Sus muchos amigos que ha dejado en la Sierra Sur definen a Jacobs como un hombre bueno, generoso, tímido, alegre, singular, romántico y cosmopolita. Con todo, su muerte no ha sorprendido en Frailes. El pasado mes de septiembre se le diagnosticó un cáncer en los riñones que se le fue extendiendo por todo el cuerpo. Se fue a Londres para recibir tratamiento médico, pero en diciembre volvió a su querido Frailes, quizá para despedirse de sus amigos y de la tierra que le cautivó durante más de 15 años. El Ayuntamiento decretó dos días de luto en su memoria.

Viajero incansable, Jacobs convirtió a Frailes en lugar de visita imprescindible de autores de prestigio, como el el escritor holandés Cees Nooteboom, que acompañaba a su amigo en otra de sus pasiones, la gastronomía como socio de la sociedad del Dornillo.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_