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‘Alatriste’, listo para desenvainar

Termina el rodaje de las aventuras del famoso espadachín. Lorenzo destaca el “alto nivel de producción” de una serie pensada para varias temporadas

Rosario G. Gómez
José Manuel Lorenzo, junto a una escultura de Alatriste.
José Manuel Lorenzo, junto a una escultura de Alatriste.

El creador de Diego Alatriste y Osorio, Arturo Pérez-Reverte, solo puso dos condiciones: el veto al protagonista y que la serie conservara la esencia del personaje. El escritor dio, sin pestañear, el visto nuevo a Aitor Luna. “Le sorprendió su potente mirada y su perfil, muy del Siglo de Oro”, recuerda el productor de Alatriste, José Manuel Lorenzo, que acaba de dar por finalizado el rodaje en Budapest de los 13 primeros capítulos de esta ficción de aventuras, quizá la de mayor envergadura emprendida hasta ahora por una televisión española.

Lorenzo ha regresado de Hungría con el convencimiento de haber captado (y transmitido) fielmente el carácter del famoso espadachín. “Es un hombre de honor, con sus virtudes y sus defectos. Un antihéroe, una figura que ha entrado a formar parte de la coreografía popular”, dice el productor, que comenzó a trabajar en el proyecto de Alatriste hace casi tres años, cuando compró los derechos para llevar la saga literaria a la pequeña pantalla.

Desde el primer momento planificó una serie de corte internacional, que saltara las fronteras y se emitiera en televisiones de medio mundo. Optó por levantar los complejos y sofisticados decorados que recreaban el Madrid de siglo XVII en los fastuosos estudios Korda húngaros, los mismos que vieron nacer Los pilares de la tierra o Los Borgia. “Llegamos a Budapest en marzo y en mayo comenzamos a rodar. Ha sido un proceso complejísimo de producción; agotador, pero fascinante”.

Aitor Luna.
Aitor Luna.

Siendo una obra internacional, sus responsables (DLO Producciones, Mediaset y Beta Film) se empeñaron en rodarla en castellano. “Puede ser el primer producto en español que abra el mercado mundial”, augura Lorenzo. Japón y otros países asiáticos ya han mostrado su interés por una ficción de aventuras que es también una entretenida y lúdica lección de historia. “Muestra los dos mundos en los que se mueve Alatriste: la corte y el pueblo. Refleja el abatimiento de los soldados que regresan de los Tercios y retrata a grandes hombres como Quevedo, Velázquez, Lope de Vega, Calderón, el conde-duque de Olivares... El fin del imperio es un hilo narrador, pero el eje son las aventuras de Alatriste. Hay algunas licencias sobrevenidas, pero prima el rigor histórico”, comenta Lorenzo, que durante dos días abandonó su papel de productor para convertirse en actor. Interpreta fugazmente, a las órdenes de Urbizu, a un malvado funcionario de alto rango dado a las conspiraciones.

Con el presupuesto de la serie (menos de la mitad de lo que costó la película dirigida en 2006 por Agustín Díaz Yanes y protagonizada por Viggo Mortensen), el productor asegura haber hecho “magia”. “Ha habido un alto nivel de producción y un muy encomiable esfuerzo de todos. El propio Aitor Luna ha vivido en Budapest como Alatriste. Su habitación parecía la Taberna del Turco”, dice. Alto y flaco, con mirada clara, sonrisa inquietante y parco en palabras. Ese es el perfil del actor, que confesaba haber recibido el papel como “un regalo”. Las frases del veterano capitán de los Tercios de Flandes son, precisamente, uno de los aspectos más mimados. Lorenzo recita escenas de memoria. “No queremos defraudar a ningún lector. La literatura de Pérez-Reverte es tan poderosa que se corre un gran riesgo al intentar transferirla linealmente a la televisión. Y eso nunca funciona”. El hecho de que el propio escritor haya validado los textos le da confianza.

El productor ha comprado los derechos de tres temporadas completas de 26 capítulos (78 en total). “Hemos grabado 13 y quedan todavía muchas aventuras del imaginario de Alatriste”, afirma Lorenzo. Muchos de los epiodios están ya editados, aunque Telecinco no ha anunciado todavía su fecha de emisión. “Cada episodio tiene una aventura propia, aunque hay elementos de continuidad a lo largo de toda la serie”. El hecho de que el protagonista tenga en la serie 10 años menos que en las novelas permite un largo recorrido.

Otro de los aspectos que se han cuidado de manera muy especial son los decorados. En un plató de 6.000 metros cuadrados han sido recreados con extrema pulcritud los palacios de Guadalmedina y Alquézar, la Taberna del Turco, la casa de Quevedo, un teatro y una platería. En los 8.000 metros de exteriores se levanta la antigua muralla de Madrid, el Mentidero de San Felipe y la entrada de la sede de la Inquisición. Por ordenador se ha reconstruido el demolido Alcázar.

Hay detalles que podrían pasar inadvertidos al espectador y que revelan el nivel de exigencia y minuciosidad con el que se ha abordado esta ficción. Los cuadros de los personajes históricos lucen el rostro de los actores gracias a los pinceles de la artista Olga Andrino, que dedicó seis meses de trabajo a esta tarea.

Enrique Urbizu ha dirigido los dos primeros capítulos y coordinado el trabajo de Luis Oliveros, Salvador Calvo y Norberto López Amado. Siempre con un tono muy cinematográfico para hacer de Alatriste una superproducción de habla hispana.

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