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cámara oculta
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Dividir el tiempo

El problema de elegir los diez mejores de algo es que grandes obras pueden quedar sepultadas en el olvido

En la película británica El ladrón de Bagdad (1940), el ingenuo rey de Basora atesora una colección de juguetes mecánicos que muestra a su homólogo de Bagdad, el pérfido Jaffar, quien le advierte del peligro que encierra el invento del reloj. El pueblo, dice, podría preguntarse en qué emplean el tiempo los poderosos como ellos. El de Basora se deja convencer de inmediato de que el pueblo no debe enterarse de que medir el tiempo sea posible ya que con ello podría deducir la inoperancia de los reyes.

Esta candorosa fantasía oriental, además de ser una película muy brillante y divertida, ha quedado superada por la realidad. No por los genios encerrados en botellas, los ojos que todo lo ven, las alfombras voladoras o los caballos igualmente voladores, ni, sobre todo, por su creencia de que la justicia acaba siempre imperando contra los tiranos. El pueblo tiene ya reloj y se pregunta qué ha pasado durante el último año y qué han hecho esos reyes o tiranos, sean de Oriente u Occidente, hayan sido o no elegidos. Pero el malvado Jaffar debió de dar con la manera de distraer la atención a base de reducir la medición del tiempo a conmemoraciones festivas. Por ejemplo, recordando las injusticias que han provocado las torpes gestiones de algunos políticos, pero simplemente “las más destacadas” o “pintorescas” de cada año, resumiendo; aun así muchas y graves. Y pasa lo mismo con el cine, los libros, los deportes o el teatro: eligen qué ha sido lo mejor de cada año, es decir, restringen el tiempo pasado y la actualidad a balances inocuos. Y si el título de una película no aparece en las listas de las 10 mejores de cada año, puede quedar sepultada en el olvido. ¿Por qué sólo 10, por qué de sólo cada año? Se ha convertido en un simple ritual el saber si ha habido más o menos espectadores en los últimos 12 meses, si se han vendido más libros o los deportistas han ganado más o menos trofeos Pero si son más de 10, borrón y cuenta nueva para las películas que quedan marginadas. Aunque suele haber bastantes más merecedoras de aplausos, estas quedan desvanecidas en el recuerdo al no figurar en el top ten anual.

Menos mal que a El ladrón de Bagdad le dieron 3 Oscar en su momento y ha podido pasar a la historia del cine como una joya. Fue incluso la película más premiada. Pero allí se quedó, entre otras, El gran dictador, de Chaplin, que no obtuvo ningún Oscar. No fue considerada como una de las películas más premiables del año. Mientras, el fascismo que denunciaba iba cobrando más fuerza en la vida real…

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