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'Homeland', ¿y ahora qué?

Natalia Marcos

No lo van a hacer. No se van a atrever. Pues sí. Lo han hecho. Se han atrevido. Ya no hay vuelta atrás. El capítulo con el que Homeland cierra su tercera temporada (emitido ayer en España en Fox y que en el fin de semana pasado ya se había filtrado en Internet -había sido filtrado en Internet, que los capítulos no se filtran solos- en una nueva vuelta de tuerca a las misteriosas y habituales filtraciones de Showtime) puso punto final a una temporada desconcertante, que fue de menos a más y que ha cerrado con un golpe de efecto que podría haber sido el final de la serie... si no fuera porque todavía habrá otra temporada más (por lo menos). ¿Qué sentido tiene ahora Homeland? ¿Por dónde van a ir los tiros? ¿Qué ha pasado esta temporada? A partir de aquí, spoilers a montones.

Si tras los cuatro primeros capítulos nos preguntábamos si todavía había esperanza para Homeland o si debería haber terminado ya, las dudas se han despejado ocho episodios y un final-bombazo después: sí, Homeland debería haber terminado ya. La temporada ha contado con tres partes bien diferenciadas: la estrategia Carrie-Saul que se desvelaba al final del cuarto capítulo; la conversión e infiltración de Javadi en la cúpula iraní; y la redención-misión (suicida) de Brody. Como decíamos, la historia ha ido de menos a más y demostró que Homeland necesitaba a Brody para volver a recordar los viejos tiempos. Los mejores momentos de estos capítulos han llegado cuando el exmarine, exterrorista y excongresista volvió a escena (olvidémonos de uno de los peores capítulos del año y el más aburrido de toda la serie, aquel en el que reaparecía Brody solo para volver a dejarlo en Caracas enganchado a la heroína).

Los últimos cuatro capítulos de la serie volvieron a tener la acción de antes, los planes descabellados que terminan saliendo bien, los "momentazos" marca de la casa (esa Carrie saltándose las órdenes para avisar a Brody de que van a por él; ese "sácame de aquí" que le dice él tras matar en su despacho al jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán); todavía había esperanza para Homeland. Pero si se pensaba fríamente, el "y luego qué" era el cabo suelto que quedaba en el plan, un cabo que solo podía atarse si la temporada terminaba como acaba.

Y lo hace con un momento de esos destinados a dejar huella. Por mucho que nos pensáramos que algo así iba a ocurrir, no imaginábamos que fuera a ser de ese modo, mostrado de una forma tan cruda, sin concesiones, sin tapujos. Olé por ellos. Pero mal por ese epílogo casi eterno que rompe el impacto del momentazo anterior. Y mal por haber retrasado demasiado algo que los guionistas querían haber hecho al final de la primera o segunda temporada.

Pero, ¿y ahora qué? ¿A dónde se dirige Homeland? Ya no hay cabos sueltos. En el epílogo nos cuentan qué ha ocurrido con cada personaje (y lo que no sabemos, no nos importa demasiado). ¿A quién le interesa el nuevo futuro de Carrie? Desde luego, a mí no.

A partir de ahora, Homeland ya no será Homeland. Será otra serie, y podrá ser incluso una buena serie, y seguiremos viéndola. Pero ya no será Homeland. Los creadores de la serie decían que podría sobrevivir perfectamente sin alguno de los dos protagonistas. ¿Seguro? La tercera temporada ha dejado serias dudas al respecto. Y podría sobrevivir si tuviera algún hilo del que tirar. Pero ni eso queda.

Por no hablar de las historias y personajes desaprovechados. Saul se ha quedado a medio camino. Quinn ha aparecido más en escena en esta temporada pero solo ha servido para que perdiera la relevancia y el gancho que tuvo en la anterior y quedara totalmente desaprovechado. La familia Brody desapareció del cuadro hacia mitad de la temporada tras varias tramas que no conducían a ninguna parte. El topo de la primera temporada... ¿no se acuerdan los guionistas de que esa historia quedó sin resolver?

Homeland habría sido una serie perfecta con dos-tres temporadas bien contadas y bien cerradas. Pero han preferido estirarla. La conclusión es que la serie ya se ha caído de las listas de lo mejor del año y ha pasado de ganarlo prácticamente todo en los Globos de Oro a no estar nominada en ninguna categoría (ni siquiera Claire "pucheritos" Danes). Y todavía queda Homeland por delante.

¿Va a transformarse en el nuevo Prison Break, en el nuevo Dexter? ¿Es que no van a aprender nunca?

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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