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'Almost human', los policías robots de J.J. Abrams

Natalia Marcos

Año 2048. En un universo a lo Blade Runner (luces de neón, lluvia y androides incluidos), cada policía tiene obligatoriamente un acompañante robot que le sigue a todas partes. Robots con apariencia humana pero cortados todos por el mismo patrón, con un sentido muy estricto del deber y sin el más mínimo rastro de empatía y humanidad. El detective John Kennex, superviviente de una emboscada, despierta del coma meses después con secuelas físicas y emocionales y sintiendo una aversión todavía mayor hacia esos compañeros sintéticos. En su regreso al trabajo, se le termina adjudicando un acompañante diferente al del resto de policías, Dorian, un robot que había sido retirado de circulación por ser casi tan impredecible como los humanos gracias a su posibilidad de tener sentimientos.

Almost human (que en España emite desde este jueves el canal AXN) es la nueva creación de J.H. Wyman y cuenta con el aval (¿o el handicap?) de tener a J.J. Abrams en la producción. Cuando la serie solo era un proyecto y se empezaron a conocer detalles sobre ella, muchos sintieron emociones opuestas: ¿policías robots? ¿J.J. Abrams? ¿El regreso de J.H. Wyman? La alianza de estos dos nombres dio buenos resultados en Fringe, serie que terminó siendo una gran superviviente y se despidió a principios de este año, dejando un hueco en la ciencia ficción televisiva que todavía nadie parece haberse atrevido a ocupar. Con solo dos capítulos de Almost human es complicado saber si será la serie que llene ese espacio, pero potencial para ello sí que tiene.

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El arranque de la serie es discreto. El capítulo piloto presenta el universo futurista, con toques de Minority report, y los personajes que entrarán en juego, centrándose más en la pareja protagonista, interpretada por Karl Urban y Michael Ealy. Poco más que reseñar en el primer episodio. El segundo deja entrever las posibilidades de la serie, cuyo futuro dependerá de si es capaz de crear un universo propio al estilo Fringe y de la química entre los dos protagonistas, esa pareja de policías cuyas imperfecciones hacen que encajen mejor que el resto de sus compañeros. El otro camino que puede llevar la serie es que la historia no termine de despegar pronto (es lo más flojo de estos capítulos iniciales) y que no consiga enganchar a un público ya saturado de policiales cortados todos por el mismo patrón.

Un universo propio, unos personajes que pueden tener gancho (aunque tendrán que trabajar muy duro con los secundarios, que tienen cero carisma) y bastantes posibilidades. El futuro de Almost human todavía es impredecible, habrá que ver cómo transcurren sus próximos capítulos para intentar adivinar si se contagiará de la abulia que reina en gran parte de la ficción estadounidense de esta temporada o si se hará con el hueco que Fringe dejó vacío.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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