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Angelina Jolie, Oscar por su compromiso humanitario

La Academia de Hollywood homenajea a los cómicos Steve Martin y Angela Lansbury, y al diseñador de vestuario Piero Torsi

Angelina Jolie, anoche, con el premio Jean Hersholt en la mano.
Angelina Jolie, anoche, con el premio Jean Hersholt en la mano.mario anzuoni (reuters)

Hubo algo muy diferente en la nueva estatuilla en forma de Oscar que Angelina Jolie recogió la noche del sábado de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. La ganadora de un Oscar como mejor actriz de reparto por Inocencia interrumpida recogió esta nueva estatuilla no por su labor en Hollywood, junto a su compañero sentimental Brad Pitt, las mayores estrellas del momento, sino por el trabajo que hace en el resto del mundo desde 2012 como Enviada especial del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados para el cual ha realizado más de 40 misiones alrededor del mundo. Una estatuilla con forma de Oscar aunque se llame Jean Hersholt —en homenaje al actor secundario del Hollywood de Oro— y que le fue entregado en esa gala íntima en la que se han convertidos los Governors Awards o premios que concede la Junta de Gobernadores de la Academia. Íntima porque, a diferencia de la ceremonia de entrega de los Oscar, la quinta edición de los Governors Awards estuvo como todos los años cerrada a las cámaras para que por una noche las estrellas se sientan a sus anchas en lugar de ser el centro de todas las miradas. Sin embargo, como ya ocurrió en las anteriores ediciones, todo el que es alguien en Hollywood estuvo allí. Especialmente todo el que es alguien y quiere conseguir un oscar el próximo 2 de marzo porque no hay que olvidar que además de estrellas, todos los allí presentes votan. Por eso estuvieron desde Tom Hanks a Emma Thompson (Saving Mr. Banks), Mark Wahlberg (Lone survivor) , Matthew McConaughey (Dallas Buyers club), Chiwetel Ejiofor con Steve McQueen (12 años de esclavo) o Idris Elba (Mandela), entre otros muchos de los que estos días sueñan con la estatuilla.

Sin embargo Jolie prefirió convertir la gala celebrada en el salón de bailes del teatro Dolby en una velada familiar, acompañada de su pareja y su hijo mayor, Maddox, además de recordar a su madre, la fallecida Marcheline Bertrand, como su fuente de inspiración en la vida. Su padre, el actor Jon Voight, también estuvo presente. “Ella me dijo que nada significaría lo más mínimo si no vivo una vida que pueda ser útil a los demás. El hecho de que esté aquí hoy significa que hice lo que me pidió”, dijo la estrella tras recibir la estauilla de manos de George Lucas y Gena Rowlands. A sus 38 años, Jolie se convierte en la persona más joven que recibe este galardón, parte de la campaña de la Academia para mejorar su imagen, ya que ha sido acusada en repetidas ocasiones de ser un club de hombres viejos y blancos.

Angelina Jolie, Angela Lansbury y Steve Martin, a la entrada del acto.
Angelina Jolie, Angela Lansbury y Steve Martin, a la entrada del acto.steve granitz (wireimages)

El resto de los galardonados en esta fiesta pusieron el contrapunto tanto en edad como en el tono. Porque la Academia aprovechó para hacer entrega también de sus Oscar honoríficos, que conceden a toda una carrera y que en esta ocasión fueron a parar al llamado príncipe de los sastres, el italiano Piero Tosi, 86 años; al humorista y nunca candidato aunque varias veces presentador de los Oscar Steve Martin, de 68 años, y la actriz de cine, teatro y televisión (en España es conocida por su trabajo en Se ha escrito un crimen) Angela Lansbury, a sus 88 años todavía en activo. “No soy capaz de expresar la ilusión que me hace porque el botox todavía está fresco”, bromeó Martin después de que su amigo y compañero en la pantalla Martin Short le felicitara por recibir “el mayor honor que un actor puede obtener a mediados de noviembre”.

En el caso de Lansbury, la actriz trasladó a los asistentes a otra época, en la que realizó algunos de los mejores trabajos en compañía de Frank Sinatra, Bette Davis, Katharine Hepburn, Spencer Tracy o Laurence Olivier. “¿Acaso no hablan de ti cuando mencionan la edad dorada del cine?”, fue la broma que escuchó de Emma Thompson y Geoffrey Rush, presentadores de su galardón. Lansbury debutó en 1944 con Luz que agoniza, junto a Ingrid Bergman y dirigida por George Cukor, y ahí logró su primera candidatura al Oscar. La segunda fue al año siguiente en El retrato de Dorian Gray. Desde entonces se especializó en papeles mayores para su edad: su tercera candidatura a los Oscar llegó como la madre del protagonista de El mensajero del miedo (1962).

Piero Tosi, el cinco veces candidato y creador de vestuarios como el de El gatopardo, no acudió a la cita pero estuvo bien representado por Claudia Cardinale, actriz que recordó que el maestro del vestuario nunca ha viajado a Hollywood “pese a haberlo vestido en numerosas ocasiones”.

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