El magnetismo de Aura Garrido

Madrid, año 2.030. Las cuatro actrices más poderosas del cine español se juntan en un filme de bajo presupuesto. Suena a ciencia ficción... y lo es (entre otras cosas, porque no sabemos si quedará cine español). Pero de todo lo anterior sí es seguro que una de las intérpretes que integren el cuarteto será Aura Garrido (Madrid, 1989), una actriz capaz de -hoy, en 2013- compaginar series de televisión de audiencia (Física o química, Crematorio, Ángel o demonio e Imperium) y películas taquilleras (El cuerpo, Promocíón fantasma) con una profusión de trabajos para películas de bajo presupuesto, incluso rodadas gracias al crowdfounding (micromecenazgo) como Planes para mañana, Los ilusos, Viral o Stockholm, su última aparición en la cartelera española. "Creo que en parte es como funciona la industria, por lo general los mayores riesgos se toman en cine y teatro. Pero para mí comercial no es algo negativo. Lo bueno es la variedad, y lo comercial puede tener tanta calidad e interés como lo arriesgado. Que mucha gente vea un producto es maravilloso", responde por correo electrónico desde un rodaje en Italia. "Estoy a la vez con Alatriste en Budapest y La dama velata en Italia, ambas para Telecinco".

Garrido asegura que no busca ex profeso esos filmes más indies (si es que alguien no es indie en España) "Los guiones llegan. Pero sí me interesan especialmente los proyectos que arriesgan. Y supongo que también es algo más general, sobre cómo te enfrentas a la profesión". A continuación explica que no rechaza mucho cine comercial: "Lo ideal para mí es mezclar, y que el proyecto sea interesante más allá de cómo esté enfocado".

Y así nació su trabajo en Stockholm, de Rodrigo Sorogoyen. "El guion me pareció un reto precioso, quería volver a trabajar con Ruy (a quien conocía de La pecera de Eva), deseaba actuar con Javi Pereira, y me atrajo la forma de producirla. Creo que es importante formar parte de la búsqueda de nuevas formas de producción y distribución y apostar por proyectos en los que crees". El festival de Málaga ya ha reconocido en dos ocasiones su talento y su amor al riesgo: en 2010 obtuvo la Biznaga de Plata a la mejor secundaria por Planes para mañana y en esta edición fue Biznaga de Plata a la mejor actriz por este drama.

Stockholm se divide en dos partes: una noche de seducción, en la que un chico pone toda la carne en el asador tras una chica, y la siguiente mañana de desolación, una situación que podría entenderse como el retrato de la generación actual... ¿O la gente siempre fue así? "Eso es decisión del espectador. Toda historia es un retrato de la realidad, una circunstancia concreta y a la vez un dilema universal. Creo que se puede entender de muchas formas. Además, dentro de una generación o una edad hay muchas maneras de enfocar la vida".

El papel de Garrido es complejo, dotado de un secreto que conviene no revelar, una mujer hipnotizadora, enigmática y a la vez tierna y cercana. La actriz dice haber entendido a su personaje... "Y pasado el tiempo, reposado, la comprendo más. La defendería con uñas y dientes ante cualquiera que quisiera simplificarla. Al principio no entendía la resolución del final, fue un proceso. Hasta que me di cuenta que era Aura la que lo rechazaba, no la historia. Egoistamente quería creer que era lo fácil para no enfrentarme a cómo me removía en mi percepción del mundo. Creo que cuando una situación hace temblar nuestros cimientos, nos perturba, tendemos a despreciarla y superficializarla. Algo así como echar balones fuera para no pensar por qué nos molesta tanto".

Con Pereira trabajó mucho en los ensayos. "Teníamos muy poco tiempo de rodaje y era una historia complicada, cuanto más trabajo previo llevásemos mejor. Fue muy sencillo actuar con Javi, es un actor muy generoso y con un talento increíble. Teníamos que construir una relación muy especial y él lo hizo fácil. Generó mucha confianza desde el primer día". Como si le hiciera falta a una de las actrices más avasalladoras en pantalla de la nueva generación.