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Escritores y editores brasileños conquistan el corazón de la vieja Europa

Brasil destina 1.153 millones de euros a fortalecer su sector cultural

Carles Geli

Los 700 metros cuadrados que albergan las casi 170 editoriales brasileñas que muestran su poderío en la Feria de Fráncfort aportan vida y tránsito a la parte sur del pabellón que también cobija los estands de los editores españoles, entre ellos Alfaguara, pegado al brasileño. La cercanía física y cromática (comparten el mismo color blanco) se entiende al observar una de las paredes del estand, donde aparecen fotografiados autores como Gay Talese, Manuel Rivas, Tony Judt, Kate Morton y el Nobel Josep Stiglitz, entre otros, además de una decena de autores brasileños, en un arco generacional y de géneros que va desde Ana Maria Machado y Joao Ubaldo Ribeiro, a Adriana Lisboa.

Algunos de esos escritores, y otros más como la dama de las letras brasileñas Nélida Piñon (de quien Alfaguara acaba de publicar su última novela, Libro de horas, y ha reeditado su capital La república de los sueños), se reunieron para celebrar la notable atención que el grupo editorial español presta a las letras brasileñas, invitadas de honor en esta cita de Fráncfort 2013.

El truco está en Objetiva, el sello de ese país que desde 2006 forma parte del conglomerado editorial y que actúa de privilegiado puente en el ámbito de la edición literaria. “Alfaguara, desde sus orígenes, está muy comprometida con la literatura de América Latina; por ello la importa; hemos adoptado una estructura muy similar y así podemos recomendar a cada área aquello que creemos que la sensibilidad peninsular aceptará mejor”, señala Roberto Feith, editor de Objetiva, repasando mentalmente los 150 títulos que publica al año y ante la atenta mirada de dos de sus autoras: Machado (presidenta de la Academia Brasileira de Letras, la RAE de su país, y también traducida al castellano) y la historiadora Mary del Priore. “El reto es crear lectores y seguir presionando a una administración que, gracias al empuje de los anarquistas españoles e italianos que desembarcaron en Brasil entre los años 20 y 30 del siglo pasado, se concienció de su papel en la educación”, apunta Del Priore. A todo ello no debe ser ajeno los 1.153 millones de euros que destina el país a su cultura, bastantes más que los 721 millones por los que oscila el presupuesto español.

La satisfacción entre los editores de Alfaguara era notable ayer al contemplar la animación intelectual (y festiva, con sus inevitables caipirinhas) en el níveo estand. Y no solo por lo que había allí sino por lo que habrá en breve: la editora María Fasce repasaba ya la lista de nuevas incorporaciones en una feria no especialmente animada con grandes libros. Por ello, su doble motivo de satisfacción al lanzar, por primera vez en español, Unto the sons, la historia de la familia de Gay Talese contada por el maestro de periodistas; el que fuera el primer libro del hoy fenómeno Joël Dicker (Los últimos días de nuestros padres) y la recopilación póstuma de conferencias y artículos de Judt: Cuando los hechos cambian. Sumándolo todo, Fráncfort bien vale una caipirinha.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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