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The furious Sessions

La pasión de Lloyd Cole

El cantautor británico interpreta 'Diminished ex', de su nuevo disco 'Standards', días antes de empezar su gira española

Con 23 años, en 1984, Lloyd Cole era uno de de los músicos que caminaban con paso firme hacia el estrellato. Era el líder de Lloyd Cole & The Commotions, quinteto escocés que en un tiempo record pasó de grupo de soul de pub a las listas de éxito.

Desde el principio: el primer sencillo de su disco de debut, Rattlesnakes, entró en las listas de sencillos y el álbum caló hondo. Uno de sus temas Are you ready to be heartbroken? (¿Estás preparado para que te rompan el corazón?) fue dos años más tarde versionado por Shandie Shaw. En 2006, un grupo de su misma ciudad, Camera Obscura, lo usó de inspiración para escribir su mayor éxito: Lloyd, I´m ready to be heartbroken (Lloyd, estoy preparada para que me rompan el corazón).

En los siguientes años llegarían nuevos álbumes con nuevos éxitos. Easy pieces de 1985, contenía Brand New friend; en Mainstream, de 87, estaban My bag y la extraordinaria Jennifer, she said, en el que trataba uno de sus temas favoritos, la lenta decadencia de las relaciones sentimentales. Muchas de sus canciones, que escribe con una maestría que recuerda a Leonard Cohen, están narrados desde el prisma de una persona que descubre que sus años junto a su pareja han sido una mentira y una perdida de tiempo. 

Los dos últimos álbumes entraron en el Top Ten británico, y Cole, considerando que la dinámica de estar en un grupo estorbaba su crecimiento, decidió emprender una carrera en solitario.

Decide cambiar. Se muda a Nueva York y allí contrata a un grupo de músicos de primer nivel para acompañarle (Fred Maher, Robert Quine y un jovencito llamado Mathew Sweet), El primer disco, Lloyd Cole, no fue mal, pero tampoco tan bien como se esperaba. El segundo, Don't Get Weird on Me Babe, es para muchos su mejor trabajo, y desde luego el más ambicioso, un doble en el que explora los caminos abiertos por Burt Bacharach o Scott Walker

Y un sonoro fracaso, que hizo que su compañía le echara al acabar su contrato con el siguiente álbum, que no casualmente se titulaba Bad Vibes, malas vibraciones.

Es el final de la etapa ambiciosa. En 1995, publica Love story. Un disco modesto, en el que  vuelve a colaborar con Neil Clark, guitarrista de los Commotions. Ya no aparece como un joven rebelde sino como un padre de familia. Curiosamente esa nueva faceta alejada del divismo anterior le hace renacer. Desde entonces ha llevado una carrera discreta, con álbumes que no buscan el éxito comercial, más cercana al cantautor folk que a la estrella del pop.

En junio editaba el último hasta el momento. Standards, el que le trae de gira por España, a Valencia (el 10 de octubre); Barcelona (el 11) y San Sebastián (el 13). -A última hora se han suspendido los de Madrid y Zaragoza-.

En ese disco está incluido esta canción, Diminished ex, que interpreta con tanta pasión en Furious sessions que termina afectado.

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