Los retos de la nueva televisión
La expansión de las pantallas es imparable. Algunos estudiosos pronostican que en 2020 todo el mundo, al menos en las sociedades avanzadas, vivirá con cuatro o incluso cinco pantallas.
El director del FesTVal, Joseba Fiestras, recuerda que “la televisión va por rachas”. El bum de los programas de gastronomía es lo que más le llama la atención, después de que se haya pasado de un Arguiñano más “pedagógico” a fórmulas de entretenimiento como Pesadilla en la cocina o MasterChef. Fiestras pronostica que “es posible que la próxima temporada sea la de la magia”.
Pero no pasa por alto el gran reto que existe hoy en día en la industria con respecto a las nuevas tecnologías. “Los chavales no ven la televisión como antes”, explica, “hay un nuevo lenguaje que no tiene un solo camino; hay que estar pendiente”. Deja abierta la puerta a las webseries, que en España aún no tienen una gran implantación, y se refiere también a “las segundas pantallas, la transmedia, las nuevas formas de relatar, las series directamente creadas para Internet”.
Aunque muchos contenidos se elaboran pensando solo en la televisión, cada vez tienen mayor peso las segundas pantallas (Internet, móviles, tabletas). Plataformas como Yomvi, lanzada por Canal +, permiten ver los programas en todo tipo de dispositivos y cuando el usuario elija. Además, el uso de las redes sociales ha hecho que un determinado tipo de espectadores (sobre todo, jóvenes) que habían dado la espalda a las emisiones lineales hayan vuelto a conectarse a la televisión en directo. Es la manera de estar encadenados a dos de los países más grandes del mundo: Facebook y Twitter. “La mayor oleada de comentarios en redes sociales está relacionada con los contenidos televisivos, sobre todo, con los espacios de telerrealidad”, constatan los responsables de las áreas multimedia de las principales cadenas.
La expansión de las pantallas es imparable. Algunos estudiosos pronostican que en 2020 todo el mundo, al menos en las sociedades avanzadas, vivirá con cuatro o incluso cinco pantallas. Y los contenidos tendrán que adaptarse a la nueva forma de consumirlos. Tenderán a ser productos transmedia: historias multiplataforma (ideadas para cine, televisión, Internet, redes sociales) y multiformato. Los expertos en nuevas tecnologías Christian Molina y Pep Salazar explican las claves: “Se trata de generar experiencias personalizadas, en las que cada usuario pueda ser el protagonista absoluto de esa historia. Pasa de ser espectador a fan”. Detrás de esta percepción, aseguran, hay un trabajo muy complejo. “El usuario cree que es él el que marca el rumbo de la historia, pero en realidad todo está diseñado por los guionistas”.
Crear proyectos transmedia no es fácil. “Es como una inmersión del espectador dentro de una historia, como hizo Avatar con la tridimensionalidad”, explican. El cosmonauta es uno de los pocos proyectos transmedia españoles. Estos productos tienen sus reglas. El usuario debe ser activo, zambullirse en un mundo ficticio y en una experiencia que se vea enriquecida en cada una de las plataformas. “Se trata de crear universos narrativos y llevar una historia inventada a la vida real”, apuntan Molina y Salazar.
