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DON LUIS, EL FANTASMA DE GÉNOVA / y 31

¡O todos a Suiza, o todos a Soto!

A algunos ha habido que advertirles de que a cualquiera se le puede escapar un nombre ante un juez…

José María Izquierdo
FERNANDO VICENTE

Hice la última comprobación con Floriano. Es que le tengo debilidad.

—¡¡¡Bárcenas, he visto a Bárcenas!!! ¡¡¡Y llevaba el abrigo!!!

Prueba superada.

—Luis, aquí todo a punto. Estoy listo para lo que quieras, que me aparezco con una elegancia y una soltura que tal pareciera que estuviera aterrizando con el heliesquí… Ha sido Cary Grant, ¿sabes? Que al final me ha dado alguna lección… Voy a echar de menos esto de la fantasmagoría… Ya, que a ti te resbala…

—…Es que este es el momento crucial, Luis. Ahora o nunca. Yo tengo aquí a todas las fuerzas preparadas para lo que haga falta… Que al final hemos obtenido una pasta para el partido…

—…Sabía que lo conseguirías, Luis…

—Lo que le dije a Díaz-Ferrán, que con tantos amigos comunes como tenemos, sus votantes de la CEOE y mis donantes al PP, todos los mismos, va a estar chupado, aunque al final a algunos ha habido que advertirles de que a cualquiera se le puede escapar un nombre ante un juez… siempre sin mala intención, claro… Sergei también ha hecho su trabajo y nos ha llegado dinero desde unos sitios rarísimos, oye, y ese Adelson que te dije, una pasta, que le he dicho que le pongo yo lo del Eurovegas donde él quiera, una gran obra muy beneficiosa para España, Luis… Vamos, que como si quiere otros diez Eurovegas más, que si hay que hablar con alguien de Valencia se habla… O de Mallorca, o de…

—…Tampoco hay que abusar, Luis…

—Bueno, ya se verá… Pero ya le he dicho que por consejeros y alcaldes sobrecogedores no será, que solo en Madrid tenemos para hacer un equipo de fútbol, con sus reservas y todo…

—Eso es verdad, que los de la Gürtel dan para un rato…

—Carnicerito me los tiene en un puño, que les dice por aquí, y por aquí que van. A los del cobre les tengo contentos porque les he dicho que les voy a dar una concesión de por vida, que hablando por las buenas con las eléctricas, mira, mejor el acuerdo, que estos chicos se ponen de mal humor enseguida…

—¿Y el chino?

—Lin está hecho un jabato, que ya me ha falsificado el pasaporte de todos los jefes… A mí me ha hecho una docenita preciosos, oye… No vaya a ser que haya que hacer turismo en algún sitio, le dije…

—Claro, claro, cualquiera sabe…

—Y eso por no hablarte de Pedro José… digo Liaño, que no sé si me defenderá de algo, pero enredar, lo que se dice enredar, no para, tú… Un fenómeno…

—… O sea, que ya…

—Me ha emocionado mucho, por cierto, una carta de Esperanza Aguirre, que me comunica que cuento con ella para lo que quiera, que ya se sabe cómo es Mariano… Y un telegrama de Trillo, que me dice que bueno, que si le aseguro el escaño de Alicante de por vida, y que lo del Yakolev no…

—… Eso está bien, Luis…

—Sí, sí, y luego tengo aquí algunas peticiones de ingreso raras, que no sé si tú sabrás algo de ellas. Son de unos exorcistas, ocho en concreto, que a lo mejor no nos vienen mal, que tú ya sabes cómo son de beatos en Génova, y luego una muy curiosa, de un paisanín de Asturias, que me cuenta no sé qué de un salmón… Hay también un guardia civil que dice que Rubalcaba es un señor muy educado, y otra de un menda que se presenta como agente C-169, de una empresa que se llama Sinnombre's, Reparaciones y Mantenimiento del Hogar y Negocio…

—Son buena gente, Luis, son buena gente…

—Es que de aquí tiene que salir el ejército victorioso que desenmascare ante todo el mundo a esos que tú y yo sabemos, años y años embolsándose sobresueldos, venga a chupar del bote y a mirar para otro lado cuando veían llegar a los tíos de las carteras y entrar en los despachos de Lapuerta y del mío. ¿Qué creían? ¿Que eran los de Avon llama a su puerta? ¿Los del tuppersex?

—La tensión, Luis, la tensión…

—…Y todos esos jefazos que he tenido, de J.M a M., como si no supieran de dónde salía la panocha de las campañas, de los incentivos, de… No me consta o no se acuerdan, declaran… Tú Luisito, decían, cobra y paga, que nosotros estamos en otras cosas más importantes, de la pasta te encargas tú, que mancha… Y mi pobre Rosalía sufriendo, que esto es un sinvivir…

—El corazón, Luis, el corazón…

—… Es que se me llevan los demonios, que me entran ganas de arrancarles los menudillos… me ha dado unas clases Carnicerito, que los coges por aquí y luego…

—… A lo nuestro, Luis, a lo nuestro…

—Pues venga. Sin que te reconozca nadie, coge un taxi y vete al despacho que tú sabes, a por los papeles que tú sabes.

—¿Los de…?

—Primero los otros. Y luego si hacen falta…

Salí de noche. Ya corpóreo, me quité el abrigo —¡por fin!— y respiré el aire fresco de las madrugadas madrileñas. Me puse una corbata de Floriano, una gorra de Esperanza para el golf y así, medio embozado, me dirigí a donde me llevaba el destino…

—Allá vamos, me dije, que esta historia solo ha hecho que empezar… Porque como decimos los dos Bárcenas, ¡O TODOS A SUIZA, O TODOS A SOTO!

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