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OBITUARIO

Paul Szilard, exbailarín y empresario de danza

Aunque nunca estuvo integrado en una gran compañía, siempre se movió al más alto nivel artístico montando sus propios ballets para hacer giras

Paul Szilard, con Nora Kaye en 'Night fright'.
Paul Szilard, con Nora Kaye en 'Night fright'.PS PRODUCTIONS

El exbailarín y empresario de danza y ballet Paul Szilard murió en su casa de Nueva York a los 100 años el pasado 26 de julio. Había nacido en Budapest el 24 de agosto de 1912 en una familia acomodada de la capital húngara; su padre era un corredor de bolsa y quería que su hijo varón se dedicara a los negocios mientras su hermana estudiaba piano con Béla Bartók, pero Paul había empezado ya a tomar clases de ballet con el maestro Troyanoff (con quien hace una primera gira a Suecia en 1938), y pronto se fue a París a perfeccionarse con Olga Preobrajenska en la legendaria Sala Waker y con Roussane Sarkissian, de donde saltó a Londres para estudiar con Stanislav Idzikowski, procedente de los Ballets Russes de Diaghilev. Allí audicionó para la compañía de David Lichine y le tocó el piano en la prueba Georg Solti; pero su pasaporte húngaro le impidió entrar en el conjunto.

En 1939, Szilard conoció en París a Ariane Pulver (que había estudiado con Dalcroze), bailarina suiza con quien se casó y que se convirtió en su primera pareja de baile. Tras las peripecias durante la II Guerra Mundial que le llevaron hasta Filipinas, vuelve a Estados Unidos y se dedica a dar clases de ballet. En 1953 el Ballet Komaki lo invita a Japón y él lleva de pareja a Nora Kaye, uniendo al conjunto también a Colette Marchand y Milorad Miskovitch.

Szilard nunca estuvo integrado en una gran compañía de ballet, pero sin embargo, siempre se movió al más alto nivel artístico, prefiriendo formar sus propios conjuntos para hacer giras. En su carrera como primer bailarín, fue partenaire de grandes bailarinas de su tiempo como Kaye, Marchand y Sonia Arova; además de bailar una selección de fragmentos de repertorio (como Las sílfides de Fokin o Giselle), Szilard creó coreografías modernas de argumento notablemente influenciado por Tudor, y como empresario de renombre internacional se ocupó después de grandes conjuntos y figuras, como el American Ballet Theatre, el New York City Ballet (NYCB), la Martha Graham Dance Company y sobre todo el Alvin Ailey American Dance Theater, al que estuvo estrechamente vinculado por cuatro décadas.

Georg Solti tocó el piano en

En 2002 Paul Szilard publicó su muy esperada autobiografía con el título Under My Wings, llevando como subtítulo Mi vida como un empresario, escrita en colaboración con Howard Kaplan y prologada por Clive Barnes, donde se relatan multitud de deliciosas anécdotas de una larga época del ballet internacional que hoy ha terminado por completo. Paul era un gran conversador, tenía una memoria prodigiosa y se mantuvo en activo hasta pocos meses antes de su muerte. Visitó España en muchas ocasiones, primero como bailarín y después acompañando a sus artistas. Trajo a los Veranos de la Villa de Madrid al Universal Ballet de Seúl y a la agrupación de Martha Graham, a quienes también llevó al teatro del Liceo de Barcelona. En su libro incluso aparece una curiosa fotografía bailando en Barcelona una danza española, ataviado de corto y con sombrero cordobés. En un tiempo reciente, se ocupó del Ballet de Víctor Ullate y lo llevó con gran éxito a una temporada en Nueva York.

Su estrecha vinculación con Japón le hizo responsable de varias gestas importantes, como llevar a ese país asiático por primera vez una compañía norteamericana con la obra West side story. También asumió la financiación de presentaciones como la del ballet de la Ópera de Múnich en Nueva York o el llevar al ABT al Festival Internacional de Danza de París. También fue el artífice de llevar el NYCB a su primera gran gira por Asia y Australia en 1958, circunstancias que hoy están en la historia del ballet del siglo XX.

Cuando cumplió los 100 años, la compañía de Alvin Ailey le organizó un homenaje en el City Center neoyorquino, encabezado por la bailarina y directora Judith Jamison, que era su amiga personal y a la que representó por todo el orbe. De hecho, fue Szilard en 1976 quien ideó y programó el famoso dúo de la Jamison con Mijaíl Barishnikov titulado Pas de Duke y coreografiado por el propio Ailey. Tuvo otros homenajes, como el de la School of American Ballet, a la que se mantuvo siempre unido en programas de mecenazgo. La lista de artistas representados por Szilard era muy reputada, desde Barishnikov a Eric Bruhn, Patrick Dupond, John Taras, o Violette Verdy, a la que le unía una larga amistad. La había descubierto de niña estudiando ballet en un estudio de París y en 2005 recibieron juntos el Premio Una Vida para la Danza del Festival Internacional de Ballet de Miami.

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