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Conversaciones bárbaras

“Soy una persona seria aunque algunos se empeñen en lo contrario”

Joan Laporta fue futbolista con el Sant Andreu y luego se hizo abogado. De 2003 a 2010 fue presidente del Barça. Hoy es concejal del Ayuntamiento de Barcelona

Daniel Verdú
Joan Laporta, fotógrafiado en Barcelona.
Joan Laporta, fotógrafiado en Barcelona.Gorka lejarcegi

En las distancias cortas, sin grabadora, Joan Laporta (Barcelona, 1962) es todo un encantador de serpientes, un encandilador, que dirían las abuelas. Sabe perfectamente cómo caer bien y con la grabación ya en marcha mide cada palabra. Pero anda un poco serio en la entrevista. Y enfadadísimo con el equipo que le sucedió en la junta directiva del Barça. Ya saben, ha dicho que está preparado para volver al club. Aunque no da pistas de si finalmente dará el paso. Y, quizá por lo que pueda venir, se está poniendo en forma. En medio de la conversación cancela por WhatsApp su cita con la entrenadora personal que le machaca en el gimnasio. Además de ser hoy concejal y haber armado al mejor Barça de la historia, Laporta parece el tipo con el que se irían de juerga y querrían repetir.

Pregunta. ¿Tan mal le ha ido en política que ya vuelve al Barça?

Respuesta. Me ha ido muy bien. Mi objetivo era unir a ERC y CIU para trabajar por la independencia de Cataluña, y eso es lo que está sucediendo.

P.¿El Barça le necesita a usted o es al revés?

R. No es una cuestión de personalismos, es algo colectivo.

P. No me negará que le pone mucho el foco mediático.

R. Me ponen otras cosas, pero no esta. Se ha de saber llevar, pero ponerme ya le digo que son otras cosas más íntimas.

P. Si vuelve al Barça, ¿que tiemble el Luz de Gas?

R. Es una sala de fiestas fantástica. Y yo, sea presidente del Barça o no, cuando me divierto me gusta ir a esa o a otras.

P. ¿La noche les confundió?

El presidente del Barça me ha dado caña desde que ha llegado

R. Nosotros somos como éramos. No hay secretos. A nivel privado me gusta divertirme como cualquier otra persona. Luego se magnifica porque cuando tienes responsabilidades públicas parece que tienes que ir con simulaciones. Yo creo que puedo hacer una vida normal sin molestar a nadie. Si me quiero divertir y encuentro el momento apropiado, lo hago.

P. ¿Sigue prefiriendo el champán al cava catalán?

R. Ja, ja, ja, a ver… En fin, me gustan los dos para celebrar.

P. ¿De cañas, mejor con Florentino o con Rosell?

R. A Florentino le respeto mucho y el actual presidente del Barça es una persona con la que no me iría de cañas porque lo que ha hecho es darme caña desde que ha llegado. En todo caso se las ha tomado todas él.

P. ¿Y eso por qué?

R. Es una rabieta y una venganza. Por resentimiento e inmadurez. Por no querer admitir que les dejamos el mejor Barça de la historia. Y luego porque la gente nos reconocía parte del mérito de los últimos éxitos. Es la típica rabieta de unos inmaduros.

P. Hombre, algo les haría...

R. Pregúnteselo a él, que se fue del club en 2004-2005. Han acumulado demasiado odio y resentimiento. Yo intenté hacerles partícipes de nuestros éxitos. No soy rencoroso, me cabreo pero prefiero recordar lo bueno.

P. Ustedes eran muy amigos, hasta le llamaba Sandruscu.

R. Sí, le tenía mucho aprecio. Nos habíamos conocido jugando al fútbol en el Sant Andreu y hacía años que no nos veíamos. Vino a mi candidatura e hicimos una buena campaña. Nos divertimos y ganamos. Pero quizá no le conocía tanto. Mire, a veces siento cierta nostalgia por unos tiempos que fueron bonitos.

P. Cuando llegó al Barça, usted dijo que iban a dar los mejores años de su vida. ¿Ahora le dará los minutos de la basura?

R. Ja ja ja… Cada momento en tu vida es el mejor. Aquello era una manera de decir que nos íbamos a dedicar a tope.

P. ¿Les volvió locos el poder?

R. Perdone, pero estaba todo bajo control. Si se hubiera descontrolado no hubiera continuado.

P. Pero si llegó a quedarse solo en el barco…

R. Pero controlando. Sí, sí \[ante la cara de incredulidad del periodista\], el timón lo teníamos los que actuábamos con más responsabilidad y dignidad.

P. Aquello le pasó factura familiar. ¿Vale la pena volver?

Me ponen otras cosas más íntimas que el foco mediático

R. Cuesta, porque me costó el matrimonio. Mis hijos se divirtieron por estar cerca del Barça, conocer a jugadores… Aunque también sufrieron mucho con el tema de los violentos, con las amenazas de los criminales. Si lo hubiera sabido antes, no lo hubiera hecho.

P. Pues ahora vuelve...

R. Como ya lo he superado una vez… La lástima es que esta directiva está facilitando todo lo que puede que vuelvan los violentos.

P. Usted sabe que sus posibilidades pasan porque el Barça deportivamente vaya mal.

R. Con esta directiva el equipo ha seguido ganando, pero no ha llegado al socio. No ha defendido al club en momentos clave, como cuando les acusaron de doparse; ha hecho todo lo posible para echar a Cruyff, para que Guardiola se fuera… Tienen una actitud de niños inmaduros y afortunadamente hay gente que mira más allá de los títulos, por eso es más que un club. Y si algún día me decido a ser candidato saldremos de dudas.

P. ¿Usted hubiera podido retener a Guardiola?

R. Hubiera hecho todo lo posible, cosa que ellos no. Le obligaron a asumir funciones que no le correspondían. Pep tenía mucha personalidad y a esta junta directiva no le interesaba eso. Además, les recordaba demasiado a nuestra etapa.

P. Pues nada, tráigaselo de vuelta en 2016.

R. Si tomo esa decisión escucharé opiniones como la de Cruyff o de mi entorno más próximo.

P. Usted incomodó a muchos fans del Barça con su politización.

R. Más gente se sintió muy cómoda con sus éxitos. Los otros lo tienen que entender. El Barça es un club catalán de fútbol abierto al mundo. La gente de fuera ya sabe qué significa el más que un club. Que está muy próximo a los derechos y libertades de los catalanes, cultural y políticamente. Pero es un club integrador.

P. Estará encantado con la camiseta de la senyera…

R. No mucho. Primero, tiene más de cuatro barras. Y segundo, creo que se quiere trasladar a los jugadores una cuestión y una carga que corresponde más a una junta directiva.

P. No les concede ni una...

R. Cuando uno hace cosas que no siente, se le nota que no es auténtico.

P. ¿Si vuelve, lo hará con María Lapiedra?

R. Eso son temas personales… [SE RÍE]pero es una chica simpática que hizo unos vídeos por decisión suya que siempre me los ha enviado después de hacerlos y que eran divertidos.

P. ¿Le gusta Neymar?

R. Sí, tiene mucho talento. Y me gusta el plan en el que ha venido, para apoyar al equipo y a Leo. Sin embargo, también espero que Leo se sienta lo más a gusto posible. Si me pongo en su lugar, no me gusta que de alguna manera le intenten destronar. Es un jugador que se merece todo. El riesgo está en el terreno extradeportivo.

P. ¿De dónde venía ese odio de Mourinho al Barça?

R. En el fondo es amor a un deseo no conseguido. Es un gran profesional, y el tema mediático le ha sobrepasado y uno acaba haciendo el personaje.

P. ¿Mourinho es culé?

R. Claro que tiene un punto culé. Y él quería venir al Barça, pero por circunstancias no fue posible porque habíamos decidido poner a Guardiola.

P. Oiga, ni con Mourihno ha habido manera de arrancarle un buen titular.

R. Le digo lo que pienso. Es que yo soy una persona seria, aunque algunos se empeñen en lo contrario.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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