Las 70 mejores canciones de los Rolling Stones

50 años de carrera dan para mucho; por ejemplo, para componer al menos 70 grandes canciones. ¿Las has escuchado todas?

25 jul 2013 - 22:16CEST

No todos los días se cumplen 70 años. Y menos en un mundo como el del rock 'n' roll en el que la longevidad no es una de las principales expectativas vitales. Por eso siempre sorprende, alcanzadas ciertas edades, ver cómo protagonistas de otras épocas siguen en un negocio en el que nadie se planteó vender planes de jubilación. Mick Jagger alcanza hoy las siete décadas y se une a ese selecto club en el que hace poco ingresaron Paul McCartney y Bob Dylan como representantes de una generación dispuesta a morir sobre el escenario. Sirva de homenaje esta modesta lista con las que, creemos, son las 70 mejores canciones de los Rolling Stones.

1. Sympathy for the devil

Congas y maracas le disputan el protagonismo a las guitarras en un tema atípico que sin embargo recoge como ninguno la esencia de sus satánicas majestades. Inspirada en la novela de Mijaíl Bulgákov El Maestro y la margarita, narra las andanzas del diablo por diferentes episodios de la civilización. Rodeada de un halo de malditismo —después de Altamont no se volvió a interpretar en directo en ocho años—, fue el eje central de lo que en un principió se llamó One plus one; una película de Jean-Luc Godard sobre las sesiones de grabación del álbum Beggars Banquet, del que forma parte.

2. Gimme shelter

Canción profética y reflejo del desasosiego de los últimos años sesenta que desembocaría en la muerte del idilio hippie representada mejor que en ningúna otra parte en el concierto que Jagger y compañía ofrecieron en la autopista de Altamont, en San Francisco, el 6 de diciembre de 1969. El evento se saldó, entre otros muchos desórdenes, con la muerte de Meredith Hunter, un joven negro de 18 años a manos de los Ángeles del Infierno, encargados de la seguridad del concierto. Esta canción dio título a la película que documentó esa gira.

3. Jumpin' Jack flash

La jardinería no parece la mayor fuente de inspiración para las grandes letras del rock. Sin embargo, pocas cosas en la vida de Keith Richards entran dentro de lo común y, probablemente, Jack el saltarín, su jardinero, tampoco. Un tema directo y con un riff reclamado por Bill Wyman, pero atribuido a Richards, que por la época empezaba a experimentar con nuevas afinaciones en su repertorio.

4. Paint it black

Supuestamente inspirada en un funeral, el imaginario colectivo en seguida la asocia con la Guerra de Vietnam. Pero sin duda, su rasgo más distintivo es el protagonismo del sitar introducido por un Brian Jones cada vez menos interesado por la guitarra y más centrado en encontrar nuevos sonidos como la marimba de Under my thumb, que aparece junto con Paint it black en la versión estadounidense de Aftermath (1966).

5. (I can't get no) Satisfaction

Keith Richards tenía una noche de sueño ligero. No fue mucho tiempo, pero sí suficiente para agarrar la guitarra acústica, encender la grabadora y garabatear el riff definitorio de su carrera. Despúes; ronquido tras ronquido hasta que termina la cinta. Si a esto se le añaden posibles referencias a Chuck Berry —Ese I can't get no podría estar sacado de una línea de su canción 30 days en la que canta I don't get no satisfaction from the judge— y una letra desafiante, se obtiene este himno generacional de 1965.

6. Street fighting man

Jagger se posiciona políticamente en esta canción tras asistir a una manifestación en marzo de 1968 frente a la embajada de Estados Unidos en Londres contra la guerra de Vietnam en la que participaron Tariq Ali y Vanessa Redgrave. El epicentro de las manifestaciones por el cambio político y social se trasladaría a París apenas dos meses más tarde.

7. Brown sugar

Sexo interracial, drogas... Parte de la grandeza de esta canción reside en la ambigüedad de una letra plagada de dobles sentidos tan importantes en el blues. Esta vez no solo la letra, también el icónico riff de guitarra es obra de Jagger, aunque a él no le quede más remedio que resignarse a que la gente piense que es de Keith Richards.

8. Shine a light

Difícil escoger una canción de entre las 18 que conforman el disco que culmina el póker de ases compuesto por Beggars Banquet (1968), Let it bleed (1969), Sticky fingers (1971) y este Exile on main street (1972). El aroma a alcohol, estupefacientes y sudor sigue impregnando, 41 años después, este tema facturado durante el exilio fiscal de la banda en Ville Nelcôte, en la Costa Azul.

9. Ruby tuesday

La importancia de Brian Jones en el alumbramiento de esta canción de 1966 nunca quedará clara. Pero aunque la firma corresponda al dúo Jagger-Richards, siendo este segundo el autor de la letra, no se puede negar que el rubio guitarrista reciclado en multiinstrumentista tuvo algo que ver en su sonido —aquí toca la flauta de pico— gracias a su apertura de miras a la hora de introducir nuevos instrumentos alejados del combo básico de un conjunto de rock 'n' roll.

10. Angie

Posiblemente su canción más identificable junto con Satisfaction es esta balada perteneciente al irregular Goats head soup de 1973. La identidad de la destinataria de este corte ha sido durante años fuente de numerosos debates. Unos dicen que se refiere a la primera mujer de David Bowie, del mismo nombre, mientras que Keith Richards mantiene que se trata de su hija Angela, nacida en 1972.

11. Tumbling dice

12. Get off my cloud

13. It's only rock n roll (but I like it)

14. You can't always get what you want

15. Wild horses

16. Dead flowers

17. Under my thumb

18. I got the blues

19. Miss you

20. Moonlight mile

21. Play with fire

22. Happy