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Musica de protesta de la Orquesta Sinfónica de las Baleares

El Gobierno regional dice que el actual modelo "no es viable" El presupuesto de la OSB bajó de los 5,5 millones de euros en 2011 hasta los 4,09 millones últimos

En el Born de Palma, al mediodía del sábado, a la sombra de los plataneros gigantes, la Orquesta Sinfónica de las Baleares (OSB) se “manifestará”. Con un concierto callejero de música clásica, de protesta, se vindica la existencia del conjunto, su importancia cultural clave en tiempos de miserias presupuestarias.

Los profesores y técnicos de la orquesta llevan lleva más de tres meses de lucha pública contra los recortes, exigen cobrar el sueldo de manera puntual —sin retrasos e incógnitas— y, especialmente, pugnan por la propia subsistencia de la orquesta. Con cuatro millones de euros de presupuesto anual, el Gobierno de Baleares del PP ha afirmado que “el actual modelo no es sostenible” y ha cargado las culpas a la gestión del anterior ejecutivo del PSOE y los nacionalistas (2007-2011).

Los músicos han ido a la huelga y, con su acción de instrumentos caídos, bloquearon la representación de la ópera Aida en el Teatro Principal de Palma. En el foso de la orquesta se situó un pianista solitario. La solidaridad internacional evitó la sustitución de la OSB por un grupo de músicos o una banda popular de barriada, como se intentó, sin éxito. Al concierto reivindicativo se han adherido muchas figuras de la cultura, comenzando por la cantante Maria del Mar Bonet.

La OSB nació en 1988 impulsada por el Gobierno balear, el Ayuntamiento de Palma y el Consell de Mallorca, que nutren su presupuesto. El nuevo Gobierno destituyó al director titular y artístico Salvador Brotons y lo sustituyó por Josep Vicent. Otras batutas fueron Luis Remartínez, Philippe Bender, Geoffrey Simon y Edmon Colomer. El presupuesto de la OSB bajó de los seis millones a los 5,5 millones de euros en 2011 hasta los 4,09 millones últimos. Se arrastra una deuda de 2,5 millones.

Sin presupuesto aprobado, sin negociar el convenio colectivo laboral, la OSB está en situación de extrema provisionalidad. Han quedado sin fecha ni compromiso factible los habituales conciertos del Festival del castillo de Bellver, de todos los veranos. Tampoco se sabe cuál será el programa para la temporada 2013-2014. Existe una previsión de un 35 % por ciento de rebajas de los presupuestos institucionales. La plantilla de músicos, progresivamente, se reduce porque las bajas no se cubren.

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