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Una periodista comprometida

Concha García Campoy comenzó a trabajar en 1979 En 1985 llegó a Televisión Española para presentar el telediario

Rosario G. Gómez
Concha García Campoy, en 'Las mañanas de Cuatro'.
Concha García Campoy, en 'Las mañanas de Cuatro'.

“La radio ha sido muy importante en mi vida, fundamental, la radio me ha enseñado a vivir, no solamente a trabajar, porque la radio es muy verdad. Y la televisión me ha dado muchísimas oportunidades. Porque la televisión es espectáculo, es fascinante, pero la televisión también es y debe ser verdad”. . Concha García Campoy evocaba así el pasado febrero su dedicación, durante más de tres décadas, a una profesión que amó, respetó y engrandeció. La periodista, comprometida con el periodismo riguroso, falleció ayer en el hospital La Fe de Valencia por un coma hepático. Tenía 54 años y llevaba desde finales de 2011 luchando contra una leucemia.

Concha García Campoy se dedicó en los últimos años a pelear por un oficio al que se dedicó desde muy joven. Fue en la radio de Ibiza en 1979 cuando comenzó su primer contacto con los medios de comunicación, aunque el gran salto lo dio en 1985, cuando fue llamada por Televisión Española para presentar el Telediario junto a Manuel Campo Vidal. Ambos compartieron el plató y también trabajaron codo con codo en los últimos años en la Academia de la Televisión. Y especialmente, se volcaron en la producción de los debates electorales, los cara a cara entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, organizados por esta institución.

Con el mismo valor con el que afrontó el periodismo en los primeros tiempos de la democracia, García Campoy revelaba en enero de 2012 a través de Twitter que padecía leucemia. Había abandonado su programa en Telecinco y pasó aquellas Navidades ingresada en el hospital. De manera discreta. Como ha sido su vida. Tras superar el primer tratamiento quiso volver al trabajo. Incluso estuvo perfilando con Telecinco un proyecto para un programa informativo semanal.

García Campoy trabajó indistintamente en la radio y la televisión. La cadena SER le encomendó en 1987 el magacín matinal del fin de semana A vivir que son dos días, donde imprimió su sello y llevó el programa al liderazgo de la audiencia. “Su optimismo y entusiasmo contagió a todos. El ambiente que creaba en sus equipos no lo olvidaremos los que estuvimos cerca de ella”, recordó ayer Ángeles Afuera, jefa de Documentación la SER.

Durante sus 30 años ante los micrófonos o las cámaras de televisión pasó por los principales grupos de comunicación (Atresmedia, Vocento, Mediaset).En 2006 se incorporó a Cuatro para conducir el magacín Las mañanas de Cuatro, donde destacó por la manera serena con la que mediaba en unas tertulias a menudo pasadas de decibelios. Para uno de los colaboradores de aquel programa y hoy ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, además “de una magnífica periodista, era una persona entrañable, cálida y una extraordinaria compañera para todos sus colaboradores”. Cedió el testigo de este programa a Marta Fernández cinco años más tarde, mientras la periodista catalana se hacía cargo del informativo despertador de Telecinco, un trabajo que coronaba una carrera marcada por la sobriedad y la templanza. Lo decía el consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile: “La vida ha sido muy cruel con ella. Era una mujer extraordinaria, con una energía y una voluntad de trabajo muy especial. Durante su enfermedad no ha dejado ni un minuto de estar activa. Aprovechaba el tiempo en profundizar su inglés y estaba al tanto de todo. Para los que trabajamos en Mediaset es un día triste y doloroso”.

Compañeros de todos los medios han expresado su pesar y han elogiado su talante personal y su talento profesional. Manu Carreño la recordó como “gran periodista, gran compañera, gran persona”; Miguel Ángel Oliver valoró su “honradez y sencillez”, y Elvira Lindo, que colaboró con la periodista en la radio, dijo: “Fue una maravilla, como amiga y como directora. Lo siento mucho”. Para Corolina Ferre ha sido “un referente profesional”, mientras que Jordi Évole aseguró que uno de sus primeros sonidos radiofónicos es A vivir que son dos días. La presidenta de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), Elsa González, enfatizó su “olfato y respeto”. “Sabía dónde estaba la noticia y hasta dónde se podía llegar para no herir a nadie”.

Desde el ámbito de la política fue también una profesional respetada. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, escribió en Twitter: “Gran profesional y amiga. No olvidaré los tiempos que compartimos en la radio”. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, manifestó su tristeza tras expresar que confiaba en que “saldría adelante”. Cayo Lara (IU) destacó su grandeza profesional y trato cercano.

 

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