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La energía de la cuerda, esa seducción para David Afkham

El nuevo director de la ONE no abordará repertorio español porque otros "lo pueden hacer mejor"

Jesús Ruiz Mantilla
David Afkham, director de la Orquesta Nacional de España.
David Afkham, director de la Orquesta Nacional de España.EP

Ha sido la energía de la cuerda. También que, a sus 30 años, necesitaba sentir la responsabilidad de convertirse en director titular tras haber sido asistente en la London Symphony o trabajado junto a la Concertgebouw de Ámsterdam. Ah, y que su novia, violinista, vive en Bilbao, también ha influido para que David Afkham, un joven músico alemán de Friburgo con orígenes parsis, dijera sí por segunda vez a la Orquesta Nacional de España.

Ya se comprometió hace unos meses, pero un problema burocrático retrasó la firma del contrato que se formalizó esta mañana en el Auditorio Nacional. Afkham ha asumido el órdago que le coloca en el puesto a partir de 2014 con ganas: "Noto la voluntad de querer cambiar y mejorar entre estos músicos que me han conquistado. Yo les retaré y ellos me retarán a mí, eso es seguro", afirmaba el músico.

Cuando Josep Pons propuso formalmente a David Afkham para que le sucediera al frente de la ONE creyeron que el camino sería más fácil. "Aquella conversación queda entre los dos, pero él me enseñó la historia de esta orquesta, me contó la transición que habían vivido, que existen tensiones entre los músicos jóvenes y los más veteranos y que necesitaba aliviar esas tensiones que perviven entre los viejos y los nuevos estilos, entre las nuevas y viejas energías y con la autoridad. Me dijo que era un trabajo que no estaba terminado y que yo podía asumirlo. Ahora debo esforzarme para encontrar la llave que lo resuelva".

Trabajo por delante

Así que Afkham no llega engañado. Lo hace consciente del trabajo que tiene por delante. Pero cuenta con un entusiasmo contagioso entre la mayoría de los músicos. Sobre todo los jóvenes. Esa conexión la observó Pons. Lo que unido a la proyección de esta figura —una de las que tiene un futuro más brillante en el panorama europeo— lograba a juicio del anterior titular la perfecta solución para que la orquesta afrontara el futuro.

El director catalán solo tenía que allanarle el camino para que se compenetrara con los músicos. Y así fue como en dos años Afkham ha dirigido 10 veces la orquesta. El nuevo equipo de la ONE, con Félix Alcaraz, como director técnico, y Miguel Ángel Recio desde la cabeza del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, culminó hoy martes lo que se fraguó hace dos años con éxito. "Afkham era la primera y la única opción", aseguraba Alcaraz. Se limitaron a seguir la tarea.

Y ahí se presentó esta mañana. Ante los músicos, que han cerrado así meses de incertidumbre, ante los gestores, que respiran aliviados, y ante el público, que a juzgar con el entusiasmo que ha mostrado para sus interpretaciones, lo querrá. Más.

"Noto la voluntad de querer cambiar entre estos músicos que me han conquistado"

Pero Afkham ha llegado con las ideas claras, la sonrisa amplia y deseos de agradar. Avisando de sus carencias y reforzando sus méritos y sus preferencias. "Mi repertorio y mi fuerte es la música clásica y romántica centroeuropea, de Mahler a Beethoven, pasando por Brahms, Bruckner... Me encanta la música española, pero creo que hay otros maestros que la pueden afrontar mucho mejor que yo. Así todo, estoy deseando aprender", avisa.

Los programas se irán perfilando. Su presencia a partir del año que viene será grande. Aunque no renunciará a compromisos internacionales. A Recio le parece bien. "Que dirija a las mejores orquestas del mundo cuando ya se sabe que es el titular de la Orquesta Nacional resulta bueno para todos", asegura el director del INAEM.

Le queda perfeccionar una idea de sonido, aunque sabe, por mentores suyos como Bernard Haitink, que ese es un enigma al que cada director puede acercarse consciente de que resulta imposible resolver. "El sonido que cada compositor tenía en la cabeza no puede adivinarse totalmente, solo podemos aproximarnos a una idea". Él lo hará con flexibilidad. "Tratando de que se refuercen por grupos", asegura. Centrándose mucho en el viento, por ahora, como adelantó, porque es donde aprecia mayores carencias.

Y pensando en conquistar su propio camino de éxito con la fuerza de la música dentro de una mentalidad plenamente europea. "No pienso como alemán, ni como español, pienso como europeo y sé que Europa vive tiempos difíciles. Es fundamental que los gobiernos apoyen públicamente la cultura", afirma. Por el momento lo siente así. "No habría venido si no me demostraran que a este Gobierno le interesa la cultura", dice. Ojalá no caiga a marchas forzadas del burro.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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