_
_
_
_
Tentaciones
_

La historia de un éxito imposible

The Postal Service empezó como un proyecto paralelo en 2002, pero una década después son cabezas de cartel del festival la noche del jueves

The Postal Service 2013. Ben Gibbard y Jimmy Tamborello
The Postal Service 2013. Ben Gibbard y Jimmy TamborelloAutumn de Wilde (EL PAÍS)

De Give up,el único disco de The Postal Service, lo primero que se vendió fue el método. Parecía de lo más exótico: dos veinteañeros, uno en Seattle (Ben Gibbard) otro en California (Jimmy Tamborello), enviando canciones en CD por correo. Trabajaban desde sus casas. Sin verse. Tardaron seis meses en terminarlo. Ni siquiera se consideraban un grupo.

Give up ha terminado colocando un millón de copias. Hoy es el segundo disco  más vendido de la historia del sello Sub Pop tras Bleach de Nirvana

 Bien pensado es ahora cuando suena exótico. En 2002 Facebook no existía; en el tiempo que ocupaba enviar una canción por e-mail daba tiempo de leer un par de capítulos de Proust y el buzón servía para algo más que para recibir cartas del banco. “No sé que hizo Ben con los compactos que le mandaba con mi música. Los que él me devolvió con su voz grabada los conservo”, recordaba el viernes Jimmy Tamborello por teléfono. Tan tímido como hace una década, balbucea más que habla en la entrevista en la que debería explicar cómo aquello creció hasta llegar mañana al Primavera Sound en horario estelar.

Porque 10 años después de editarse, ese pasatiempo ha terminado colocando un millón de copias. Hoy es el segundo más vendido de la historia del sello Sub Pop tras Bleach de Nirvana y ha opacado la carrera posterior de los implicados. Ni siquiera el éxito de Death Cab For Cutie, el grupo de Gibbard, ha hecho olvidar aquel proyecto. “Es una bendición. Jamás pensé que vendería nada de la música que hago. Me ha dado una seguridad económica que no tenía”, dice Tamborello, que sigue editando discos con sus otros seudónimos: Dntl o Figurine.

Ben y yo no éramos amigos, pero yo no soy muy bueno colaborando, la socialización nunca ha sido mi fuerte, por eso nos arriesgamos a continuar”

No fue un éxito inmediato. Editado en febrero de 2003, el año que más vendió fue 2004 y estuvo 111 semanas en las listas indies de Estados Unidos. Más allá de las ventas, su sonido, esa mezcla de voz pop (emo, según sus detractores) y samplers (el terror de Tamborello era que alguien reconociera los originales) ha sido imitado por cientos de artistas, algunos tan improbables como Solange, la hermana de Beyoncé.

El cénit de su influencia llegó en 2009, cuando Fireflies, de Owl City, que era la más descarada imitación que quepa imaginar, llegó al número uno en EE UU. El autor de aquella canción dijo que no poseía el disco. “Pero en el instituto tenía amigos que lo ponían en el coche”. Tamborello se ríe cuando se le habla de comparaciones. “Yo nunca pensé que sería un disco influyente. Recuerdo la primera vez que entré en una tienda y lo oí. Era una librería, estuve a punto de llamar a Ben para contárselo”.

The Postal Service tocando 'Such Great heights' en Coachella en abril.

Postal Service fue el fruto de una casualidad. En 2001 Tamborello preparaba Life is full of posibilities, un disco de electrónica pop, lo que se conocía como indietrónica, firmado como Dntl para el que necesitaba voces. Tony Kewel, que era jefe de A&R en el sello de Seattle y había sido compañero de cuarto de Tamborello en la universidad, le recomendó a Ben Gibbard, un amigo, el vocalista de un grupo con mucha proyección llamado Death Cab For Cutie. Juntos grabaron una canción que se terminó convirtiendo en la estrella del álbum, (This is) the dream of Evan and Chan. “Fue todo muy sencillo y quedamos muy satisfechos con el resultado. No éramos amigos, pero yo no soy muy bueno colaborando, la socialización nunca ha sido mi fuerte, por eso nos arriesgamos a continuar”.

Yo nunca pensé que sería un disco influyente. Recuerdo la primera vez que entré en una tienda y lo oí. Estuve a punto de llamar a Ben para contárselo”.

Para las partes vocales femeninas reclutaron a Jenny Lewis. “Al principio no la consideramos parte del grupo, porque no participó en la composición, pero después de la primera gira ya era uno más. Es un poco lo que pasó con Ben, hemos terminado siendo buenos amigos. Por eso cuando hablamos hace un año de reeditar el disco por el 10º aniversario nos planteamos esta gira. Esto va a ser un tour de despedida”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_