_
_
_
_
_

Vino y cómic: un maridaje de altura

Una exposición en La Rioja recorre la curiosa relación entre ambos mundos

Una de las portadas expuestas en la muestra sobre la relación entre vino y cómics.
Una de las portadas expuestas en la muestra sobre la relación entre vino y cómics.

La exposición Entre viñetas. El vino en los tebeos, organizada por el Museo de la Cultura del Vino, en la localidad riojana de Briones, constituye un exhaustivo intento, a través de 80 originales y planchas de 68 cabeceras, de recorrer la historia del cómic español a través de su maridaje con esta bebida. Una relación que hunde sus raíces en el origen etimológico de la palabra viñeta, procedente de la francesa vignette, diminutivo de vigne (viña) y derivada del latín, vinea. Este término se usaba para denominar los dibujos con los que los amanuenses decoraban los inicios de capítulos de los libros, donde abundaban racimos y hojas de vid.

Entre las obras expuestas en esta muestra puede encontrarse un ejemplar de ¡Cu-cut! publicado en 1905; otro de TBO, de 1928; ejemplares de El Capitán Coraje, El Capitán Trueno, El Guerrero del Antifaz, Maravillas, Roberto Alcázar y Pedrín; clásicos del humor como Mortadelo y Filemón o Rompetechos; y páginas originales de ganadores del Premio Nacional de Cómic, como Paco Roca, galardonado por Arrugas (2008); o Alfonso Zapico, por Dublinés (2012).

En Briones se han dado cita algunos de los creadores más destacados de la viñeta en España, como Manel Fontdevila, creador de la serie La Parejita, publicada semanalmente en El Jueves; Pedro Espinosa, premio a la Mejor Historieta del Año en la Semana de Cine Negro de Gijón 2005 con su libro Loco; Jesús Redondo, dibujante de varias historias de El Capitán Trueno; o el guionista Antonio Altarriba y el dibujante Kim, ganadores del Premio Nacional del Cómic 2010 por la aclamada obra El arte de volar, inspirada en la vida del padre de Altarriba.

Este guionista y profesor, que reconoce haber recibido ofertas para llevar la novela gráfica a la pantalla —aunque truncadas por problemas financieros—, explica la presencia de los vinos en esta obra: “En sus páginas vemos cómo el vino le sirvió a mi padre como un vínculo de aprendizaje del idioma cuando le acogió una familia francesa, después de exiliarse y haber estado recluido en campos de concentración”.

En esta muestra no podían faltar las viñetas con denominación riojana; desde un río anegado de vino por agricultores logroñeses para emborrachar al ejército francés y defenderse de su asedio en El sitio de Logroño, de Pedro Espinosa, al personaje de la Superuva ideado por el humorista gráfico Tris. Todos estos autores han triunfado a través del cómic, aunque solo unos privilegiados viven de la historieta en España. Uno de los participantes en la muestra, Rubén Rodríguez, asegura: “Aquí no se reconoce a los autores. Los que se ganan la vida con esto tienen que publicar fuera; el resto tenemos que compaginarlo con un trabajo serio”.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_