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Beethoven sitúa a Bogotá en el mapa de la música clásica mundial

El compositor es el protagonista del I Festival Internacional de Música de Bogotá Su legado se escuchará en 55 conciertos que recorrerán la capital colombiana

La violinista rusa Viktoria Mullova, una de las intérpretes del Festival Internacional de Música de Bogotá.
La violinista rusa Viktoria Mullova, una de las intérpretes del Festival Internacional de Música de Bogotá.

Quedarse en Bogotá –o visitarla– durante Semana Santa será desde este año un verdadero plan musical. La capital colombiana ha estrenado su Festival Internacional de Música, que será bianual y se alternará con el Festival Iberoamericano de Teatro. El protagonista de este estreno, y con la idea de ubicar a la ciudad en el circuito internacional de música clásica, será el genio alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827), figura central de todas las actividades. De ahí la consigna Bogotá es Beethoven que por estos días ha tomado las calles. Su música se escuchará en 12 teatros donde 420 artistas nacionales e internacionales le rinden homenaje durante esta Semana Santa.

“Beethoven es un compositor que conoce cualquier ciudadano del mundo. Su obra es un legado de unas dimensiones extraordinarias y de una actualidad impresionante”, afirma el ex ministro de Cultura Ramiro Osorio, director del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, que lidera la iniciativa junto a la administración local.

Osorio ha estado detrás de grandes proyectos culturales en Bogotá. Él junto a Fanny Mickey crearon el Festival Iberoamericano de Teatro en 1988, convertido ya un una referencia mundial. La idea de hacer un festival internacional de música le ha tomado dos años de trabajo. “Nace muy ligado a lo que nosotros hacemos todos los días en el Teatro Mayor de Bogotá”, explica Osorio, un espacio que desde su creación, hace ya casi tres años, se ha dedicado a volver al público que disfruta de la cultura en Bogotá “más sofisticado y abierto a nuevos lenguajes”. Pero también, a formar nuevos públicos con niños, jóvenes y hasta con adultos organizados en sindicatos.

Hay grandes invitados como la violinista rusa Viktoria Mullova, al pianista inglés John Lill, aclamado como un destacado intérprete de Beethoven, y al pianista francés Jean Philippe Collard, que por primera vez estarán en Colombia. También tocará la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría.

Buscando formar esos nuevos públicos, cada año este teatro dedica un mes a los procesos de creación contemporánea de un país en especial. Eso es precisamente lo que ocurrirá con Beethoven durante este festival internacional, un modelo que también se ha importado de grandes festivales temáticos como el Músika-Música de Bilbao. “Lo que hacemos vale la pena si de verdad somos capaces de ofrecer una programación de gran calidad, que altere la vida de una ciudad, que combata la monotonía de la vida diaria”, afirma el vocero del festival.

Se refiere a grandes invitados como la violinista rusa Viktoria Mullova, al pianista inglés John Lill, aclamado como un destacado intérprete de Beethoven, y al pianista francés Jean Philippe Collard, que por primera vez estarán en Colombia. También tocará la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría.

A diferencia de los que sucede en Europa con los amantes de la música clásica, en Colombia cada vez más jóvenes se declaran seguidores. Por eso, los organizadores le han encargado a las agrupaciones colombianas La Mojarra Eléctrica y Puerto Candelaria y al saxofonista Antonio Arnedo, considerado el músico más influyente del jazz colombiano, que recreen la música del compositor alemán con un toque muy colombiano.

El experimento puede resultar interesante. Alejandro Montaña, líder de La Mojarra Eléctrica, explica que su música es un “sancocho” musical donde convergen músicos y músicas de toda Colombia con tendencias afro. Han investigado el funk, la salsa, el son y el jazz, pero nunca –hasta ahora– la música clásica. “Escogimos melodías que fueran fácilmente adaptables a los géneros que trabajamos, que son los de la música tradicional del pacífico”, explica Montaña. Como resultado de este experimento los espectadores escucharán la Quinta Sinfonía de Beethoven a ritmo de tambores, voces y palmas.

Y no serán pocos los que disfruten del legado de Beethoven. El festival ha sido diseñado para que cerca de 50.000 personas asistan a los conciertos. De las 55 presentaciones, 13 son gratuitas y las demás cuestan solo entre cuatro y seis euros. La fórmula es la misma con la que funciona el teatro que dirige Osorio, que aunque es público se gestiona a través de un convenio público-privado en donde hay aportes tanto de la ciudad como de empresas. Por eso ha sido posible subsidiar el 92% del costo de las entradas. A esto se suma que los conciertos sinfónicos serán transmitidos por el canal público de la ciudad, lo que hará que sean cientos de miles de personas las que puedan disfrutar del genio alemán.

Bogotá está celebrando el reconocimiento que le hizo la UNESCO al nombrarla ciudad creativa de la música, un privilegio que comparte con Sevilla, Bolonia, Glasgow y Gante en Bélgica, que hacen parte de la red de ciudades creativas de la organización, que en el caso de Bogotá ha destacado su dinamismo como escenario central de la creación musical en América Latina.

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