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Naomi no apuesta por Naomi

La protagonista de 'Lo Imposible' tiene como favorita a Emmanuelle Riva para el Oscar Paco Delgado, nominado por el vestuario de 'Los Miserables', tampoco cree que ganará

El diseñador de vestuario Paco Delgado, la actriz británica Naomi Watts y el director Juan Antonio Bayona, posan durante una rueda de prensa
El diseñador de vestuario Paco Delgado, la actriz británica Naomi Watts y el director Juan Antonio Bayona, posan durante una rueda de prensaARMANDO ARORIZO (EFE)

Los candidatos españoles en esta 85 edición de los Oscar son pocos pero se les ve felices. Técnicamente, sólo uno, Paco Delgado, que aspira al Oscar por su trabajo en el vestuario de Los Miserables. Y por asociación la británica de cuna, australiana de crianza y ahora española de corazón, Naomi Watts, como protagonista de Lo Imposible, de Juan Antonio Bayona. Pero los dos tienen la misma actitud ante su cita del domingo en el teatro Dolby de Los Ángeles: Pasar un buen rato. “La pugna está entre dos actrices y yo no soy ninguna de las dos”, declaró Watts a las claras sin especificar esos nombres que están en boca de todos, los de su compañera de categoría Jennifer Lawrence, por El lado bueno de las cosas, y Jessica Chastain, por La noche más oscura. Aunque también podría ser su preferida, Emmanuelle Riva, por el trabajo de la octogenaria en Amour. “Son todas buenas aunque Emmanuelle es la que más me asombró”, añade sin rubor al revelar sus preferencias.

Lo mismo le ocurre a Delgado, honesto, llano y feliz, un oscarizable embutidito en su camiseta a rayas y disfrutando como “un pobre personaje de una isla muy pequeña como Lanzarote” lo que hasta ahora pensaba que “sólo le podía pasar a Jack Nicholson”. Él tampoco piensa en la victoria, convencido de que las quinielas de los Oscar tienen razón y que ganará Jaqueline Durran por su trabajo en Anna Karenina. Si por él fuera, se lo daría a Argo, ya no como película sino como vestuario, un trabajo más difícil por ser contemporáneo y que no está ni candidato pero es su preferido. Pero si por él fuera tampoco le haría ningún asco a recibir la estatuilla. “Al fin y al cabo me mencionan el segundo en las quinielas, así que puede que gane y no me importaría aunque estoy acostumbrado a estar nominado y no ganar”, dice con lágrimas de cocodrilo porque no hace ni una semana que recibió el Goya a mejor vestuario por su trabajo en Blancanieves. De esa ceremonia lo que le duele “y muchísimo son los ataques que se han hecho con Candela Peña y Maribel Verdú”, dos personas que en su opinión no han dicho nada que no fuera verdad cuando hablaron desde el escenario de los Goya contra los recortes sociales y culturales que se están dando en España. “Y luego me parece muy fuerte que el ministro de Hacienda (Cristóbal Montoro) diga que hay mucha gente en nuestra profesión que no paga impuestos. Podrían estar barriendo en su propia casa un poquito”, añadió visiblemente disgustado.

Lo que Bayona sacó de los Goya, además del premio a la mejor dirección, fue una rotura de gemelos cuando subió a por el galardón que le dejó en Urgencias aunque eso no le impidió celebrarlo más tarde y tampoco le detendrá a la hora de acompañar a su actriz por la alfombra roja, un grupo al que se unirá también María Belón, la verdadera protagonista de la historia, superviviente del tsunami de Indonesia. Eso sí, nadie quiso hablar de sus modelos. “Se les da demasiada importancia”, indicó Watts mintiendo con un educado “todavía no sé lo que me voy a llevar” para salir del tema. Delgado sí lo sabe y está entre dos modelos, “uno más cómodo y otro menos”, pero ambos de diseñadores extranjeros “porque los españoles no sabemos actuar con rapidez”.

Fue la única crítica que salió de sus labios porque por lo demás está feliz, disfrutando de un Los Ángeles donde no tiene interés en vivir y pensando en conocer a un Jack Nicholson o a una Anjelica Huston aunque “cualquiera” le hará la misma ilusión en esta ceremonia mágica. “Yo pertenezco a la cinematografía española”, aseguró con orgullo a la prensa defendiendo el talento de su industria y queriendo hacer llegar a todos los elogios que está escuchando estos días no sólo para su trabajo en Los Miserables sino de todos en el cine español. “Me dijeron, ahora formas parte de la historia. Y uno se derrite. No hay más”, confesó.

Mucho más acostumbrada a este sueño y por lo tanto más compuesta, Watts también compartió la emoción del español mientras se le llenaba la boca al hablar de un país que le recordó a Australia, “con una gran ética en el trabajo y grandes ganas de disfrutar la vida”. Lo decía también para hacerle la pelota a Bayona, para que trabaje en inglés en su próxima película y vuelva a contar con ella. Claro que el director, discreto, no entró al trapo y prefirió dejar su próximo proyecto en el aire, sin especificar nada en lo que se refiere al idioma porque como dijo eso lo marca cada proyecto. Si está contento o no con el resultado de la cinta en EEUU, de eso prefirió no hablar hasta el lunes, una vez pasados los Oscar. Su actriz fue más vocal al respecto: “En Estados Unidos la película no ha sido vista por la suficiente gente. Espero que esta candidatura nos gane más atención”. La otra bocanada de frescura se la dio el darse cuenta de que sus dos candidaturas vienen de directores hispanos después de estar nominada en 2004 con 21 gramos a las órdenes de Alejandro González Iñárritu. “Vi a Alejandro hace un par de meses y se lo tuve que decir. Si pensabas que me habías machacado hay alguien que me ha maltratado todavía peor”, resumió con una gran carcajada y mientras Bayona a su lado miraba al techo, el mismo ambiente juguetón con el que todos los españoles de corazón o pasaporte pisarán el domingo la alfombra roja.

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