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Una India por derecho

La cantante almeriense-cordobesa luce en la Cumbre Flamenca de Murcia su parte más jonda y repasa sus canciones de éxito

La cantante India Martínez.
La cantante India Martínez.

Seguramente hará mucho tiempo que India Martínez, la joven cantante almeriense-cordobesa, no cantaba tanto flamenco ortodoxo en un escenario, y, sobre todo, ante un público mayoritariamente joven y poco familiarizado con los melismas jondos, como el que llenaba anoche, agotadas las entradas, el Teatro Circo en la segunda gala de la Cumbre Flamenca de Murcia.

Pero este es un certamen flamenco que se enorgullece de serlo. Tal vez por ello, la artista, que triunfa desde hace unos años con sus verdades, sean las propias o las de otros, se sintió obligada a dividir su recital en dos partes nítidas, la primera sentada y acompañada por un pequeño grupo con guitarra, percusión y palmas y voces, y en la que fue destilando con su voz peculiar, pero muy flamenca, y por derecho, como gusta a los aficionados, desde tarantos de Almería (su tierra de adopción) a tientos-tangos, alegrías, fandangos y granaínas.

Pero el público, que en nada se parecía al de la noche anterior con El Pele y Capullo de Jerez, se sintió desconcertado, y aunque la comenzó aplaudiendo con calor, fue quedándose entre frío y expectante. India insistía en que había venido a cantar flamenco, a buscar sus raíces, más aún encontrándose en una tierra en la que de muy joven había participado en varios de sus concursos flamencos y obtenido diversos premios. Pero era evidente que la mayoría del público ni había venido a escuchar esos cantes ni conocía sus claves, por ejemplo para lanzar un ¡ole! ante determinados requiebros y melismas, algo muy vivo anoche en la personalísima voz de India, que demostró conocer ampliamente el flamenco.

Quizás se equivocó al alargar tanto esa primera parte. Por fin, alguien entre el público pidió que cantara temas de su último disco, Otras verdades, en el que versiona canciones de varios cantautores, desde Gloria Estefan a Alejandro Sanz o Manolo García, y el público acabó entregándose. Nominada a los Grammy en 2009 por su segundo álbum, Despertar, India Martínez alcanzó la plena popularidad con el tercero, Trece verdades, que fue disco de oro y del que sus numerosos seguidores se saben las letras de memoria, como ocurre con el último, del que anoche desgranó cinco temas casi a coro con el público, en la segunda parte de su actuación.

India, como ha ocurrido en parte con la cantante y pianista María Toledo, que hoy actúa en la Cumbre Flamenca de Murcia, se mueve en otro paradigma y ha forjado su popularidad en los nuevos cauces comunicativos juveniles, como las redes sociales. Anoche demostró que no ha olvidado sus raíces, alimentadas ahora, eso sí, con influencias de otras músicas y culturas que ella lleva siempre a su propia senda melismática. La actuación de India fue, por derecho, muy flamenca.

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