_
_
_
_
_

Investigar sobre la propia identidad

Las esculturas del artista italiano Patrick Tuttofuoco representan los dos hemisferios del cerebro

La instalación del artista italiano Patrick Tuttofuoco.
La instalación del artista italiano Patrick Tuttofuoco.

Una fina luz de neón recorre el techo de dos salas contiguas de la primera planta del Instituto Italiano de Cultura. Iluminan nueve esculturas apoyadas firmemente sobre pedestales. Unas tienen apariencia fantasmal y las otras son bustos en los que se les ha esculpido un leve aspecto humano. Todo ello conforma la pieza titulada Focus on his eyes, un trabajo realizado expresamente para este espacio por Patrick Tuttofuoco (Milán, 1974), artista residente en Berlín y considerado uno de los más relevantes entre los creadores emergentes europeos.

Con numerosas exposiciones a sus espaldas, la obra de Tuttofuoco ha insistido en mirar el paisaje en relación con el hombre. Ese fue el tema de sus dos últimas exposiciones en Londres (Pilar Corrias Gallery) y en Milán (Studio Guenzani). Pero la idea de dar más protagonismo al hombre empezó a madurar durante su traslado a la capital alemana. "Fue en 2008. Quería ver las cosas con más distancia y me tocó el momento álgido de la crisis económica europea, una crisis que se ha llevado por delante un mundo que ya no volverá. En muchas cosas, para mejor". El resultado de esa reflexión fue una búsqueda del individuo. "Centrando mi investigación en el hombre, en realidad me buscaba a mí mismo para después deconstruir toda la investigación, porque en el fondo es un autorretrato crítico".

Así, en su obra ya no aparecen sus habituales paisajes lunares o lagunas desintegradas. Ahora las únicas huellas son las humanas. "Son imágenes", explica el artista, "de gente que ha vivido esa experiencia de cambio radical al que nos empujaron quienes tenían el poder económico. Son las caras de quienes sufrieron la ducha fría sin esperarlo".

"Centrando mi investigación en el hombre, en realidad me buscaba a mí mismo", asegura el artista

La instalación ofrece un recorrido por un bosque fantasmal sobre el que el neón proyecta una iluminación inquietante. "Esta es la parte estética", precisa. Los bustos, realizados con material aislante representan el hemisferio izquierdo del cerebro, el que posibilita ver las cosas en su conjunto. Las esculturas fantasmales, realizadas con mantas superpuestas, representan el hemisferio derecho, el que permite captar los detalles. Son una parte femenina y otra masculina que sumadas ofrecen una visión perturbadora.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_