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Cuatro miradas distintas del mismo continente

Los candidatos al Goya a mejor película iberoamericana reflexionan sobre sus obras Debaten sobre el estado del cine de la región

Un fotograma de 'Infancia clandestina'.
Un fotograma de 'Infancia clandestina'.

Un ejército de zombis hambrientos en las calles de La Habana, un mercado de Asunción como metáfora de las hostilidades del mundo, un relato autobiográfico sobre la vida de un niño en plena dictadura y una estremecedora historia de un viudo que empieza una nueva vida. Una de estas cuatro maneras de entender la realidad será la vencedora, en unas 48 horas, del Goya a la mejor película iberoamericana.

Los equipos de Juan de los muertos, 7 cajas, Infancia clandestina y Después de Lucía ya están en Madrid, donde han protagonizado un coloquio en la Academia del Cine. Cuatro visiones más dispares que nunca, reflejo del nuevo cine iberoamericano, procedentes de un área geográfica que no aprovecha, según los propios autores, las posibles salidas comerciales de sus obras. Todos proceden del mismo continente, pero apenas consiguen aunar fuerzas para entrar en el mercado.

“No hay un cine iberoamericano”, reflexiona Michel Franco, director de la mexicana Después de Lucía. “No hay nada que nos una del todo, y en América no hay mercado, no hay un intercambio real. A nuestro país llegan las películas de Almodóvar y Amenábar, y a España exportamos a Iñárritu y a Del Toro. Pero nada más”, comenta Franco.

Su película ha sido comparada con clásicos del cine independiente europeo y norteamericano. Su historia sobre una joven y su padre que inicia una nueva vida tras la muerte de la madre ha sido un éxito en las taquillas de su país, donde más de un millón de personas vieron el filme. “De entrada parece una historia dura, pero ha sido bien acogida. En mi país somos expertos en el melodrama, pero yo quise alejarme. Tampoco quería artificios, ni manipular la cámara en exceso. Quería que el espectador sacara sus propias conclusiones”, ha afirmado el propio director.

Igual que Franco, también la actriz Cristina Banegas también cree que los directores latinoamericanos deben aprovechar mejor las posibilidades de sus obras. La actriz, que interpreta a una de las primeras abuelas de la Plaza de Mayo en la dictadura argentina, cree que es un momento propicio para dar mayor visibilidad al cine de su región. “Creo que con las vías de comunicación que tienen ahora mismo las producciones de cada país algo bueno va a salir”, reflexiona.

Son, según ellos, nuevos tiempos en los que las cosas han cambiado y un país como Argentina, tal y como piensa la actriz, va dando muestras de madurez: “La película cuenta una historia real, la vivida por el director Benjamín Ávila en su niñez. Ya no cuesta tratar estos temas, en Argentina es una cuestión de derechos humanos y se están enjuiciando a los responsables”.

El cine argentino es un habitual tanto en las salas de proyección española como en las listas de nominados a los Goya. Pero no la joven e incipiente industria paraguaya. La primera película del país se rodó en 1978 y tal y como recordó la directora de 7 cajas Tana Schémbori, el país solo ha producido unas 20 películas en 30 años. La suya, codirigida con Juan Carlos Maneglia, es el filme más exitoso de la historia del país. “Nuestro sueño es que muchas generaciones de paraguayos sigan contando sus historias”, ha afirmado Maneglia, que opina que sus compatriotas están necesitados de historias con las que verse reflejados en la pantalla. “Juan Carlos Maneglia me dijo que quería hacer un thriller de acción con choques y persecuciones. Pero no de coches, sino de carretillas en un mercado de Asunción que todos los paraguayos conocen”, ha comentado Tana Schémbori sobre la gestación de una película que ahora es, en cierta manera, motivo de orgullo nacional.

“Yo soy el de los zombis”, comenta el cubano Alejandro Brugués. Su película Juan de los Muertos, sobre una horda de muertos vivientes que asola la isla de Cuba ha dado la vuelta al mundo en varios festivales, muchos de ellos, especializados en el género del terror. Es la primera película sobre el tema en la historia de Cuba. “No sé ni a cuántos festivales he ido”, comenta Brugués. “A veces me entero por Facebook o Twitter. Los festivales de género son muy divertidos, se lo recomiendo, hagan una película de zombis”, comentaba el director a sus compañeros de candidatura.

Puede que hacer un filme de este género en Cuba sea una anomalía, pero Juan de los Muertos, según su creador, esconde algo más: “Realmente es un retrato de cómo sobrevive la sociedad cubana actual. Siempre hacemos lo mismo: poner negocios, tirarnos al mar y salir de Cuba”, comenta irónico. “Son cosas que yo vi… y les puse zombis”.

El domingo se sabrá cuál de estas historias se lleva el goya. Lo que ya sabemos es que el cine latinoamericano ya no responde a los tópicos.

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