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Warner se lleva la parte del león

La multinacional se hace con el histórico sello que actualmente estaba en manos de Universal Su catálogo va de María Callas a Coldplay, pasando por Pink Foyd o Radiohead Significa hacerse de hecho con EMI en algunos territorios como España

Coldplay, el grupo más rentable de la actualidad, es uno de los que pasa a manos de Warner.
Coldplay, el grupo más rentable de la actualidad, es uno de los que pasa a manos de Warner.Gorka Lejarcegi

Warner Music Group ha anunciado esta tarde que ha llegado a un acuerdo para la compra de Parlophone Label Group (PLG) a sus actuales propietarios, Universal Music. La transacción, una compra pura que no conlleva intercambio de acciones, se ha cerrado por 487 millones de libras esterlinas (alrededor de 570 millones de euros), en una operación financiada por cinco grandes bancos (Credit Suisse, Barclays, UBS, Macquarie y Nomura) y se espera que se concrete a mediados de este año.

Con esta compra el sello de origen estadounidense pero que desde 2011 pertenece a Access Industries, un holding propiedad del billonario ruso Len Blavatnik, se hace con el grueso de la antigua EMI. PLG, actualmente agrupa todo el catálogo internacional de Parlophone, Chrisalys y Ensign, excepto The Beatles, que queda en manos de Universal.

Entre los artistas que cambian de mano se encuentran Air, Coldplay, Daft Punk, Danger Mouse, David Guetta, Deep Purple, Duran Duran, Edith Piaf, Gorillaz, Iron Maiden, Kylie Minogue, Maria Callas, Pet Shop Boys, Pink Floyd, Radiohead Shirley Bassey o Tina Turner.

Pero además, el acuerdo significa que Warner se hace con las sucursales nacionales de EMI en varios países de Europa, entre ellos Francia, Portugal y España. A partir de ahora el catálogo de Héroes del Silencio o las grabaciones de Pablo Alborán, por ejemplo, pasan a pertenecer a Warner. Cambian las tornas, hace solo diez años fue EMI la que intentó, por dos veces, devorar a Warner.

Con esta venta Universal, propiedad de la empresa francesa Vivendi, cumple con la mas dura de las exigencias que le impuso la comisión europea cuando anunció la compra de EMI: que dos terceras partes del paquete de activos sobrantes de la empresa terminasen en “un comprador con experiencia en el mercado”. Eso reducía el rango de compradores a sus dos grandes competidoras: Sony y Warner.

Solo falta por saber que pasará con el tercio restante, que incluye platos tan sustanciosos como Virgin Records.

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