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Nueva Orleans, a ritmo de la Super Bowl

Canal + ofrecerá esta noche en directo la fiesta del fútbol americano El evento concentra los espacios publicitarios más caros de la televisión en EE UU

Michael Wihoite, jugador de los 49ers de San Francisco.
Michael Wihoite, jugador de los 49ers de San Francisco. CHRIS GRAYTHEN (AFP)

Solo hay en Estados Unidos un evento capaz de sentar a casi un tercio de la población delante del televisor. La final de la Liga Nacional de Fútbol (NFL), conocida como Super Bowl, enfrenta este año a los 49ers de San Francisco contra los Ravens de Baltimore y está lista para batir nuevos récords. Esta noche harán historia algunos de los espacios publicitarios más caros de la televisión estadounidense, un concierto relámpago de Beyoncé, el himno que interpretará Alicia Keys y un pequeño drama en los banquillos, dirigidos cada uno por uno de los hermanos Harbaugh: Jim, al frente de los cascos dorados de San Francisco, y John, a cargo de los cuervos de Baltimore.

Un ambiente excepcional el que se vivirá en el Mercedes-Benz Superdrome y que, un año más, se podrá ver en España a través de la pantalla de Canal +. La cadena de pago conectará con esta gran fiesta deportiva a medianoche (24.00) y vivirá toda la emoción de un choque que narrarán Moisés Molina, Miguel Ángel Calleja y Andrea Zononi, tres rostros habituales de la cadena en este deporte.

Nueva Orleans hará que este año la final de la NFL se contagie además con las celebraciones de Mardi Gras, el carnaval que ya ha envuelto con sus tradicionales collares los dorsales de más de un seguidor de los 49ers o de los Ravens. En Luisiana finaliza una temporada más de la industria deportiva más lucrativa del país, que en 2012 ingresó más de 10.000 millones de dólares (7.325.000 euros). También lo es para la televisión: 22 de los 25 eventos con más espectadores del otoño de 2011, coincidiendo con el final de la temporada, correspondieron a partidos de fútbol americano.

El atractivo para los anunciantes marca cada año tantos récords como la audiencia —111 millones de personas vieron en algún momento la Super Bowl de 2012— y los 30 segundos de un spot publicitario cotizan este domingo a 3,8 millones de dólares (2780.000 euros). Una fortuna por medio minuto que puede cimentar la conversación en las calles y en los medios de comunicación durante toda una semana.

Un anuncio de 30 segundos costará casi cuatro millones de dólares

Y ¿cómo asegurarse de que el anuncio también plaga Internet? Publicándolo por anticipado. Si hace unos años los estadounidenses debían esperar hasta el día del partido para ver esos anuncios, últimamente las compañías se adelantan en Internet. Puede que la exclusividad de esos 30 segundos ya no justifique su precio, pero las charlas que inspiran los anuncios una vez que son emitidos y sus repeticiones en los diferentes canales de las empresas en YouTube pueden disparar su repercusión.

Este 2013, Samsung pincha a Apple en un anuncio que ya tiene casi dos millones de visitas en el portal de vídeos online y que estos días compartirá protagonismo con los de siempre, el adolescente cazado por sus padres con una fiesta en casa, y que solo se salva porque en la nevera únicamente hay Pepsi —con un 60% menos de azúcar para la ocasión—; el desodorante que conquista a las jóvenes incluso desde dentro de un traje de astronauta, la revolución musical en una residencia de ancianos que cenaron Taco Bell, el último modelo de Toyota, con hada incluida, y el próximo de Mercedes, que también cumple sueños con pagos a cómodos plazos.

La NFL es la industria deportiva más lucrativa de Estados Unidos

Pero la estrella de la fiesta será otra: a sus 31 años Beyoncé puede consolidarse como la reina del concierto del half-time, con un espectáculo en el que ha trabajado durante los últimos meses y en el que, "estaba destinada para cantar", según sus declaraciones esta misma semana. A la cantante, actriz, productora y ahora directora de sus propios espectáculos solo le faltaba un reto: suceder a Madonna al frente del evento musical en directo con mayor número de espectadores, en Nueva Orleans, en Estados Unidos y en el resto del mundo. Sobre un escenario que deberá erigirse en apenas siete minutos, Beyoncé tendrá en el intermedio un cuarto de hora de oro para demostrar si repite la hazaña de su predecesora y logra que vuelva a aumentar la audiencia en el descanso, algo que no había ocurrido hasta entonces.

La actuación de Beyoncé ha estado rodeada de rumores en las últimas semanas sobre la posible aparición en el escenario de las otras dos miembros del grupo que le lanzó a la fama, Destiny's Child. Sin embargo, no será la única estrella en aterrizar estos días en una de las ciudades emblemáticas de Estados Unidos. En Nueva Orleans también actuarán el rapero de Brooklyn Jay-Z —marido de la cantante— Jamie Foxx, Stevie Wonder, CeeLo Green o Justin Timberlake.

Todos ellos protagonizarán diferentes eventos convocados con motivo de la Super Bowl en una ciudad transformada por las celebraciones del carnaval y la llegada de 150.000 fans de los Ravens y los 49ers, a pesar de que muchos de ellos ni siquiera cuentan con una entrada para el partido. En total, se calcula que la final de la NFL puede dejar en Nueva Orleans más de 400 millones de dólares en ingresos, consolidando, para muchos, la recuperación de una ciudad hundida tras el paso del huracán Katrina.

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