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El mejor poemario: 600 poemas de Dickinson

'Poemas 1-600 Fue-culpa-del Paraíso' es uan excelente antología bilingüe de la escritora estadounidense El segundo lugar fue para 'La bicicleta del panadero', de Juan Carlos Mestre

Dos cosas llaman la atención de esta antología de la poesía de Emily Dickinson, Poemas 1-600 Fue-culpa-del Paraíso (Sabina): la traducción en sí misma y la introducción de las antólogas y traductoras. La primera nos permite un acceso limpio al complejo y fascinante universo de la poeta norteamericana. La segunda propone una interesante y novedosa interpretación de la vida de la escritora, entendida esta como acopio de experiencias relevantes y significativas capaces de orientar el conocimiento del universo poético en sí mismo puesto que este, en último término, se origina en aquellas. La traducción sigue de cerca al original y se ahorra cualquier veleidad apropiadora que desnaturalice el discurso generado en profundidades básicamente inaccesibles. Ni edulcorantes ni limaduras ni suavizantes: las traductoras respetan la idiosincrasia de la lengua poética de Dickinson en todos los aspectos, incluidos los dichosos guiones o rayas, las caprichosas mayúsculas, la sintaxis abrupta y desafiante. En mi opinión, al ser tan respetuosas tienen a veces tanto miedo a la traición que traicionan nuestra propia lengua y sus reglas. “Si les pudiera sobornar por una Rosa”: así traducen el primer verso del poema 176, con perfecta literalidad. Sin embargo, en español el verbo sobornar, en este uso al menos, exige la preposición “con”: “Si les pudiera sobornar con una rosa”. Habría otras pegas por mi parte, aquí y allá, pero sería tan cicatero y miserable alegarlas ante tan excelente trabajo que ni por asomo insistiré en ellas.

Votación

  • 'Entreguerras'. José Manuel Caballero Bonald (Seix Barral) 15.40%
  • 'La bicicleta del panadero'. Juan Carlos Mestre (Calambur) 17.40%
  • 'Poesía reunida'. Juan Gelman (Seix Barral) 15.60%
  • 'Topología de una página en blanco'. Alejandro Céspedes (Amargord) 10.20%
  • 'Zurita'. Raúl Zurita (Delirio) 5.600%
  • '600 poemas'. Emily Dickinson (Sabina) 18.20%
  • 'Antología de Sponn River'. Lee Masters (Bartleby) 5.000%
  • 'Conjeturas y esperanza'. J. Burnside (Pre-Textos) 2.600%
  • 'Mythistórima'. G. Seferis (Galaxia Gutenberg) 5.400%
  • 'Poesía reunida'. Edward Thomas (Pre-Textos) 4.600%

En cuanto a la introducción, el feminismo del que hacen gala las antólogas y traductoras me parece perfectamente justificado, entre otras cosas porque supone una mirada necesaria, muy ajena a los hábitos críticos frecuentes entre nosotros, incluso en ámbitos académicos, tan falocéntricos (con perdón de los señores dueños de ese corral). La posible homosexualidad de Dickinson, ¿por qué no? Sus mensajes cifrados en ese sentido en sus poemas, ¿por qué no? Por otro lado, recordar que su radical ocultamiento como poeta pudo perfectamente tener que ver con la pésima consideración que a su padre le merecían las mujeres escritoras. O sea, la teoría que Virginia Woolf sostuvo en su fantástico Una habitación propia, no con respecto a Dickinson, sino, en general, con respecto al acceso de las mujeres a la propia expresión de sí mismas. En definitiva, magnífico libro, excelentemente editado, que, por su variada y representativa selección de la poesía de Dickinson y por la calidad y fiabilidad de su traducción, permite asomarse con enorme asombro y placer a esta grandeza poética, jamás superada.

* Poemas 1-600 Fue-culpa-del Paraíso. Emily Dickinson. Traducción de Ana Mañeru Méndez y María-Milagros Rivera Garretas (Sabina). 940 páginas

Poemas

Emily Dickinson

Sobrellevar nuestra parte de noche –

Sobrellevar nuestra parte de noche –

Nuestra parte de mañana –

Nuestro hueco llenar de felicidad,

Nuestro hueco de desdén –

Aquí una estrella, y allí una estrella,

¡Algunas pierden su camino!

Aquí una niebla  - y allí una niebla –

¡Después – el Día!

Se los robé a una Abeja

Se las robé a una Abeja –

Por – Ti –

Dulce pretexto –

¡Ella me perdonó!

¡Yo no soy Nadie! ¿Quién eres tú?

¡Yo no soy nadie! ¿Quién eres tú?

¿No eres –Nadie- tampoco tú?

¡Entonces somos un par!

¡No lo digas! ¡Nos desterrarían – ya sabes!

¡Qué aburrido – ser – Alguien!

¡Qué público – como una Rana –

Decir tu nombre – durante Junio entero –

A un Cenagal admirado!

¡Yo, cambiar! ¡Yo, transformarme!

¡Yo, cambiar! ¡Yo, transformarme!

¡Pues lo haré, cuando en la Colina Eterna

Crezca una Púrpura más Pequeña –

Al atardecer, o un brillo inferior

Vacile en la Cordillera –

En el mejor cierre del Día!

No es que el morir nos duela tanto –

No es que el morir nos duela tanto –

Es el vivir – lo que nos duele más –

Pero el Morir – es un camino distinto –

Una variedad detrás de la Puerta –

La Costumbre Sureña  - del Pájaro –

Que antes de que lleguen las heladas –

Acepta una Latitud mejor –

Nosotras – somos los Pájaros – que se quedan.

Las Ateridas en torno a las puertas del Campesino –

Por cuya miga reacia –

Pactamos – hasta que las Nieves compasivas

Persuadan a nuestras plumas a  Casa.

Cayeron como Copos

Cayeron como Copos –

Cayeron como estrellas –

Como Pétalos desde una Rosa –

Cuando de repente a través de Junio

Pasa – un Viento con dedos –

Perecieron en la Hierba sin costuras –

Ningún ojo podría encontrar el lugar –

Pero Dios puede convocar a cada una de  las caras

De su Lista – Irrevocable.

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