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“Tenemos un sistema político rehén del sistema financiero”

Petros Markaris narra con claridad en 'Liquidación final' la crisis en Grecia y alude al incremento en un 30% los suicidios en el último año

Aurora Intxausti
El escritor griego Petros Markaris, en Madrid.
El escritor griego Petros Markaris, en Madrid.ÁLVARO GARCÍA

Si su novela Liquidación final (Tusquets) es un fiel reflejo de la dureza de una crisis como la que está viviendo Grecia, y no menos dura en España e Italia, el análisis que hace Petros Markaris (Estambul, 1927) de la situación europea no tiene nada de balsámica: “Tengo un amigo que suele decir: 'Si quieres encontrar alguien de pensamiento oscuro busca al creador del policía Jaritos". Desde las primeras páginas de su última novela el lector recibe un mazazo que le deja sin respiración: el suicidio de cuatro ancianas que no tienen dinero para poder pagar las recetas de la Seguridad Social. El escritor utiliza al comisario Kostas Jaritos, que aparece en todas sus novelas policíacas, para describir la realidad de una nación en la ruina, de una juventud bien preparada, que duda entre abandonar el país o no, del aumento de suicidios, de la pobreza. Markaris, conocido en España por sus obras de género negro, es además traductor, dramaturgo, guionista y narrador muy respetado en Grecia. Hace unos meses recibió en Cataluña el VII Premio Pepe Carvalho por tratar en sus libros temas como “corrupción, manipulación del poder, diferencias entre justicia y ley o la mezquindad de los poderosos”.

El escritor griego tiene claro que los europeos estamos sumidos en una crisis de valores que hemos ido perdiendo poco a poco, casi sin darnos cuenta. “La llegada del euro para los países que formamos parte de la Unión Europea nos obligó a todos a centrarnos en la moneda y con ello tiramos nuestras identidades culturales. Y con las ayudas económicas que nos fueron dando pensamos que cada vez éramos más ricos y lo que hacíamos era entrar en un sistema que nos iba empobreciendo”. La miseria fue llegando a los ciudadanos, lentamente, casi sin darnos cuenta “hasta que ha llegado el momento de que somos más pobres y se ha extendido a muchos sectores de la sociedad. A los que han sido siempre ricos eso no les preocupa para nada porque ellos seguirán mandando a sus hijos a estudiar al extranjero”, explica el escritor.

En todos los países de UE tenemos un par de generaciones que son las mejor preparadas de la historia y “aceptan sueldos miserables porque todos los partidos de izquierdas, que podrían ser los que canalizaran su rabia e impotencia, forman parte del sistema y están secuestrados por él”. ¿A qué se debe que los jóvenes no reaccionen? “Para que se den cuenta de su situación tienen que ser conscientes de lo que está ocurriendo. Necesitan tiempo para reflexionar y todavía es demasiado pronto. Me da miedo lo que pueda suceder. Hace un par de días en Grecia se suicidaron dos jóvenes de 20 años. Una se tiró por la ventana y otra se quemó a lo bonzo. En el último año los suicidios en Grecia se han incrementado en un 30%. Me inquieta cómo reaccionarán y cómo se podrá canalizar su rechazo a esta sociedad”.

Markaris cree que “los políticos están alejados de la sociedad". "Son muchos las personas, que cuando doy conferencias, preguntan: '¿Y ahora, a quién votamos?' Lo que está claro es que el ciudadano quiere votar contra ese sistema que le está asfixiando”, defiende el autor. ¿Y el papel de los intelectuales? “El problema es que muchos de ellos han vivido de las subvenciones de los distintos gobiernos y de la UE. ¿Qué pueden decir cuando han hecho cine, han escrito, han montado obras de teatro o han expuesto gracias a las instituciones? Nada, es mejor que se mantengan callados”.

¿Y él que tiene una formación alemana cómo contempla esa animadversión que está surgiendo contra el país que gobierna Merkel? “No se ha conseguido que nos sintamos europeos somos antes griegos o españoles. Cosa que no ocurre en Estados Unidos en donde los griegos que viven en el barrio Astoria de Nueva York desde 1950 lo primero que te dicen es que son americanos de origen griego, aunque vivan como si estuviesen en Atenas. Alemania en estos momentos es rica y el resto de los países que estamos en situación desesperada tenemos que echar la culpa a alguien. Nosotros si estuviésemos en su situación haríamos lo mismo”.

“Estamos en la peor de las situaciones porque los políticos son rehenes del sistema financiero. Todo es cuestión de finanzas y el dinero en algunos gobiernos va destinado a sacar a flote algunos bancos en vez de destinarlo a los ciudadanos. El pueblo se siente vencido mientras el rico aumenta su capital”, señala el escritor. ¿Cómo ve España? “Como estaba Grecia hace un año. Me he quedado impresionado de ver tantos carteles en los comercios de liquidación o de venta. Era como volver a vivir un mal sueño”.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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